• . ˚ * ━━ 𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒
❝Por mucho tiempo que pasase,
ellos siempre volverían a encontrarse.❞
Cuando un nuevo clan llega al pequeño pueblo de Forks junto con sucesos extraños, Liam Black acepta aliarse con Renesmee Cullen para solucionarlo.
𝐑𝐄�...
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capítulo uno; « 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙣𝙤𝙧𝙢𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 »
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PRESENTE
El sol mañanero ya había salido al oscuro cielo de Forks, pero no iluminaba lo suficiente la habitación del muchacho como para apagar la luz que yacía encendida desde que se levantó. Como siempre sucedía en aquel singular pueblo, hacía frío y estaba parcialmente nublado. Era algo típico en Forks casi todos los días, por lo que los seres sobrenaturales que Liam bien conocía podían permanecer a la luz del día sin ningún problema.
Liam observaba la pared frente a él con el ceño fruncido y una mueca de enfado en el rostro mientras sostenía el teléfono móvil con una mano, pegado a su oído. La situación no cambió mientras su primo relataba cómo el día anterior se había transformado por primera vez en su vida. Lo último que Liam quería hacer en aquellos momentos era escuchar a alguien fardar de su transformación cuando él tenía dieciséis años y seguía tan humano como había nacido. Así que intentó cortar a su primo en su larga charla.
—Ethan, ya me lo cuentas luego, ¿vale, tío?
—Hey, pero-
Y le colgó a su primo en la cara. ¿Qué? No era algo maleducado, era una situación de vida o muerte. Si Ethan seguía hablando, lo más probable era que Liam acabaría pegándole en cuanto lo viera. Así que, técnicamente, le salvó la vida (aunque Liam no pegaba nada fuerte, además de que Ethan ahora tenía fuerza sobrehumana).
Liam cogió los primeros libros que encontró en su escritorio y los metió en su mochila de tela con rapidez. Se puso la mochila al hombro y salió de su habitación para ir directamente a la cocina a desayunar.
—¡Liam! —se oyó el grito de su madre mientras él bajaba las escaleras—. ¡Vas a llegar tarde!
—Lils, ¿me pasas la leche? —preguntó su padre Jacob a la vez que se metía una tostada en la boca.
Liam se acercó a la mesa y tomó asiento frente a su padre. Lily Black se apartó de la encimera y alzó su mano derecha en alto sin siquiera poner atención en lo que hacía, elevado un tetrabrick de leche y llevándolo hacia Jacob con nada más que magia. En cualquier otro caso, Liam se habría quedado fascinado; sin embargo, era algo que veía todos los días.
—¿Qué te pasa hoy, Liam? —cuestionó Lily con curiosidad mientras se sentaba a la mesa.
—Nada. Es sólo Ethan, está más pesado que de costumbre.
