𝐀𝐋𝐖𝐀𝐘𝐒 ⋆ renesmee cullen (2)

◌ ocho

capítulo ocho;
« 𝙡𝙖 𝙛𝙞𝙚𝙨𝙩𝙖 »

━━━━━━━ ☾ ☆ ☽ ━━━━━━━

Habían hecho todo lo que tenían a su alcance. Liam y Renesmee fueron a hablar con el abuelo de la chica, el jefe de policía Swan, pero no consiguieron encontrar ninguna pista de lo referente al tema "orejas". De hecho, así se había empeñado Ethan en llamar a la especie de caso que los cuatro adolescentes intentaban manejar por su propia cuenta.

Aunque aquello era estúpido de su parte. Solo tenían dieciséis años, Liam no dejaba de repetirselo mentalmente. Deberían dejar que la policía de Forks se encargara de eso, porque quizás ni siquiera era algo sobrenatural. Incluso dejárselo a los Cullen parecía mejor idea. Pero Liam no era así, él no podía abandonar algo aunque lo deseara. Él nunca se rendía.

Por eso, cada vez que caminaba por los pasillos del instituto, lo único que hacía era posar su mirada en todos los estudiantes en los que podía, buscando indicios de orejas sangrantes o extraños dolores de cabeza. Sin embargo, había pasado una semana y todo continuaba con tranquilidad, a pesar de que la llegada de los Wilson era un caso que todavía estaba por ver.

Liam se sentó en su habitual mesa de la cafetería, al lado de sus primos. Ambos se mantenían en silencio, comiendo su almuerzo sin siquiera compartir miradas.

—¿Pero qué os pasa hoy a todos? —preguntó Liam con pesadez.

Beatrice alzó la mirada hacia él y se mordió el labio inferior.

—¿A qué te refieres?

Liam había notado a Bea cansada. En los últimos días, su prima actuaba de forma extraña y cada vez que él le preguntaba si estaba bien, ella se limitaba a responder que sí o evadía las preguntas. De vez en cuando se la encontraba con la mirada perdida, sus ojos fijos en algún punto distante sin sentido alguno. Aquello resultaba muy extraño, pero cada vez que él le preguntaba, ella evitaba cualquier tipo de conversación sobre eso.

—Nada, da igual. —suspiró Liam negando con la cabeza. Ya intentaría averiguar lo que le ocurría a su prima en otro momento, por sus propios medios, aunque eso incluyera espiarla. No estaba loco, solo necesitaba saber que todos sus seres queridos estaban a salvo.

—He estado pensando... ¿Y si montamos una fiesta? —preguntó Ethan, una sonrisa socarrona y algo traviesa adornaba sus labios.

Liam y Beatrice rieron ante tal estúpida idea.

—¿De qué os reís? Lo digo muy en serio.