Capítulo 5

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Narrador.
Así como lo dijo Emilio el fue a la habitación de su madre y encaminó a Joaquín a la suya, después de haberle dado indicaciones como "Si necesitas algo me dices" "Si necesitas ropa para tener menos calor puedes tomar de la mía" "Cualquier cosa en verdad dime", Joaquín solo se limitaba a asentir a cualquier cosa que Emilio le decía.

Joaquín.
11:00pm y yo viendo al techo, no se exactamente como me siento, siento una soledad, una triste soledad, no se ni que hago aquí, debería estar en mi casa, en mi habitación, no en la de Emilio, el me odia, el no es mi amigo, el no es nada para mí, sentía ese vacío de nuevo, sentía ese rechazo de antes, sentía como todo volvía, cómo se formaba una tormenta nuevamente, yo era una tormenta.

Emilio.
Intentaba quedarme dormido, pero no podía, van meses conociendo a Joaquín, el tenía razón yo nunca le hablaba frente a mis amigos, nunca hablaba de el, pero sin duda con el me llevaba mejor que con otros, se los juro, es la primera vez que invito a alguien a mi casa la primera!.
Decidí bajar por un vaso de agua, para matar tiempo, quise ir con Joaco a ver si no quería un poco, pero hasta afuera se escuchaban los sollozos, imaginaba que se escondía en la almohada para que no se escuchara su llanto, podía jurar que era tan fuerte, a pesar de querer ahogarlo no lo podía lograr del todo, tenía miedo de entrar, la mente me decía dejalo, no es nada para tí, pero el corazón me decía que estuviera ahí para el, sentía mi pecho arder, mi mente y mi corazón era como el demonio y el ángel en mi izquierda y derecha el ángel era mi corazón, y el demonio la mente, estaba tan confundido no sabía que hacer planeaba ir por agua y regresar a la habitación pero...a mi no me gustaría que me dejaran solo en esos momentos...opte por hacer caso a...a mi corazón ¿Emilio en verdad estás conciente de lo que haces? Ni yo mismo lo sé así que a entrar.

-Joaco- tocó la puerta y la abrió
-Dejame en paz- dijo sorbiendo su nariz
-Joaco, ¿Qué sucede?-
-En verdad quieres saberlo, o simplemente quieres que me quede en silenciode una vez por todas-
-Joaquin, en verdad dime qué te pasa, anda yo estoy aquí para tí-
-Eso me sucede Emilio, esas malditas mientras que ya no se que creer, el que no se qué siento en estos momentos o más bien si se lo que siento pero tengo miedo, siento que todo ese dolor vuelve a mi, tienes razón Emilio, tienes toda la jodida razón-
-¿Razón en que?- estaba totalmente desconcertado
- que no soy nada, que soy un estupido, que cualquier persona desearía estar en otro lugar a estar conmigo, todos me ocultan Emilio todo el jodido mundo siente pena de mí, ni si quiera tengo amigos, y llegaste tú, tú llegaste a joder lo todo, eras la persona más cercana que tenía no te imaginas lo especial que me hiciste ese día que llegaste de sorpresa a mi casa, ese día que me invitaste a salir, esas veces que te la pasabas en mi casa, y sabía perfectamente que yo no significaba nada para tí, cuando te hablaba y me ignorabas en la escuela tenía que mandarte un mensaje siempre, yo lo sabía Emilio, no soy estúpido, yo me daba cuenta de todo y ahora entiendo que fui un completo idiota al aguantar todas tus estupideces y ahora caigo en cuenta por qué, por qué jodidos seguía ahí, seguía salvando te en cada maldita clase, en cada jodido examen, al no mencionar nada de nuestra "amistad", al admirar cada cosa que haces, al admirar cada parte de tí, y sin darme cuenta me tenías a palma de tu mano, soy un estupido, soy un maldito idiota, soy una maldita tormenta en la vida de la gente, no soy nada, soy un estorbo nada más, eso es lo que pasa Emilio, ¿Feliz de saberlo?

-Amm, Joaco.. yo- Tenía un tremendo nudo en la garganta por pensar solo en mi nunca me percate de lo que él llegara a sentir, Dios, pero _El no es nada para mí_, maldita mete deja de meterte donde tú te llaman, yo sabía perfectamente lo que mi corazón decía, siempre lo supe, pero nunca quise aceptarlo, con Joaco me siento yo mismo, con el ni tengo pena a ser yo mismo, mientras el me ayudaba, me hacía aceptar inconscientemente lo que soy, yo simplemente lo jodia cada vez más
-Tu nada Emilio si quieres ayudarme, sácame de aquí, déjame ir a mi casa- un mar de lágrimas corrían por sus mejillas
Me acerco a el -Joaco- paso su pulgar por su mejilla -Es tarde, no quiero correr riesgos contigo en el auto a estas horas, y ni se te ocurra decir que te vas tú solo, yo.. yo me muero si algo te pasa- susurré, pero Dios que acabo de decir.
-Yo, yo solo quiero ser feliz-
- Joaco tú mereces ser feliz, tú eres un sol, tú eres un ser que irradia luz por cualquier lado, de cualquier forma-
-y entonces ¿Por qué me va mal, por qué se avergüenzan de mi, por qué tú te avergüenzas de mi?-
- Yo.. yo no me avergüenzo de ti tonto-
- si lo haces, siempre lo has hecho-
- simplemente tengo miedo-
- Miedo a quedarte solo, miedo a perder a tus falsos amigos ¿Cierto?-
Dios pero que come este hombre que todo sabe - Si Joaquín, es eso-
- lo tienes todo en bandeja de plata y lo dejas por una de cobre-
-¿A qué te refieres?-
- Nada Emilio, solo que no estoy bien, siempre doy más de lo que debo y mira como termino-
- Fuí un completo estupido, muestras tú me haces sentir bien, y feliz conmigo mismo, yo solo hice que te jodieras, y cada día más y más- agachó la cabeza ya que las lágrimas amenazaban con salir -Jaoco, perdón, se que con un simple perdón no arreglo nada, pero dime que me perdonas-
-Soy tan, pero tan estúpido que no puedo permitirme decirte que no-
- ¿Osea que?
-Si Emilio te perdono
- ¿Puedo dormir aquí?
- Es tú casa puedes dormir donde querías

Narrador.
Joaquín estaba seguro de lo que sentía, era cierto que ese chico rizado comenzaba a mover algo en el corazón del pequeño, era tan obvio.
El rizado, el rizado ahora sabía que era, por donde se inclinaba, seguía sin aceptarlo pero ¿Quien no lo aceptaba? Claro era su mente, peleando con su corazón, su corazón le decía una cosa pero su mente otra.

-Joaco-
-¿Si?-
-¿Puedo preguntarte algo?-
-Si- Emilio siempre acostumbraba como preguntarme cada cosa que se le venía a la mente y yo estaba dispuesto a responderle
- ¿Hay alguien especial para ti en estos momentos, a pesar de tu familia?-
-Suena tan estúpido, pero lamentablemente si-
- ¿Y quién es Joaco?-
- Es un chico, dice ser mi amigo, pero lo dudo-
-Joaco-
-Si-
- ¿Sientes algo en especial por mi?-
- Si-
-¿Puedo saber que es?-
- tengo dos versiones-
-¿Y cómo sabes que tienes dos versiones?-
- ¿Conoces el mito del ángel y el demonio en tus hombros?-
- Si- sabía perfectamente a que se refería, el piensa lo mismo que yo,  es la batalla de la mente y el corazón, pero sin duda el siempre deja hablar al corazón
- El demonio es mi mente, simula estar bien pero en verdad a veces hace que actuemos mal y eso hace que quiera sentir odio hacia ti, por qué me lastimaste, me rompiste, estás a punto de destruirme, pero el ángel que en este caso es mi corazón, supuestamente es el que está bien, me dice que me quede, que arriesgue que apueste el todo por el nada, todo puede pasar-
- Perdón Joaco soy un estupido-
- Eres un perfecto y guapo estúpido- susurro

Narrador.
Emilio sospechaba lo que quería dar a entender Joaquín, y estaba decidido a hablar con el corazón, era algo que lo hacía sentir bien, sabía que también tenía que pensar en el, pero tampoco puede sentirse bien mientras jode a los demás.
Por otro lado Joaquín sabía perfectamente que estaba arriesgando el todo por el nada, pero su corazón siempre le decía que estuviera ahí, sentía una chispa en el rizado, sentía algo que lo ataba con el y no se iría de su lado hasta averiguar que irá esa conexión.

Emilio
Quiero hablarle con el corazón, el es tan inocente, es tan puro, es tan sencible, el es tan perfecto a su modo, y yo quiero protegerlo, de ahora en adelante no dejaré que nadie lo lastimé, el no se merece sufrir, el quiere ser feliz y yo le ayudaré a cumplir ese sueño, quiero estar con el, quiero compartir cada momento con el, el irradia luz, mucha luz, el merece todo el jodido mundo, pero el mundo no merece a Joaquín Bondoni Gress, quiero estar para el y lo voy a estar y ahora puedo decir que tengo un sentimiento por el, lo quiero, y de que el me quiere a mí, me lo dijo el corazón y el corazón, nunca se equivoca.

Joaquín
A torpes intentos intentaba decirle a Emilio lo que sentía por el, en verdad le tengo un cariño de amigos, pero el me gusta, en verdad me gusta, es atractivo, pero por ahora mi cariño por el es de amigos, no creo que el me quiera ni como amigos pero quiero dejar de atormentarme con eso solo de que quiero seguir lo que mi corazón indique.

El poder de amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora