El poder de amarte

Capítulo 8

-Ya llegaste mariquita- dijo Zacarías entrando al salón
-Dejame en paz- dijo el pequeño
*Emilio entra apresurado*
Ríe - y quién me lo va impedir ¿Tú?- agarró sus cosas y se las aventó en la cara
-Te dije que me dejarás- lo empujó
-Oh tú no te atreviste a hacer eso- el mayor soltó un golpe justo en la cara de Joaquin

Narrador.
Comenzaron a golpear a Joaquin, sin piedad alguna, el pequeños solo gritaba que lo dejaban lo deseaba lo anhelaba, comenzó a gritar el nombre del rizado, pero él no hacía nada solo se dedicaba a observar, eso fue lo que más le dolió, el recordar la promesa que tan pronto rompió, el pequeño ya no decía nada, se encontraba inconsciente.

-Zacarias, vámonos, ya no se mueve-
-Eso y más se merece-
-Vamonos-
*Salieron corriendo de ahí*

Emilio
Dios, pero que te han echo Joaco, corrí a donde estaba el, no de se movía, no reaccionaba, mis lágrimas comenzaron a salir, y esa promesa vino a mi mente.

-Joaco, perdón, perdóname, reacciona!!- gritaba el rizado
*Lo tomo en sus brazos y lo llevo a la enfermería*
-Tranquilo casi llegamos- le seguía hablando
-Pero que pasó!!- se sorprendió la enfermera
-lo golpearon no reacciona ayúdeme por favor- suplicaba
-recuestalo, llamaré a la directora y ¿sabes algún teléfono?-
-si, yo arreglo eso-

Emilio.
Hable con Renata y le pedí el número de su mamá, fuí por mis cosas y las de Joaquin, la clase ya había empezado, tuve que hablar en privado con el maestro   el entendió la situación, tan rápido llegó la mamá de Joaco y lo subieron a la ambulancia el no reaccionaba, no despertaba y eso me estaba volviendo loco, eso me estaba matando.

-Señora Eli, yo voy con usted-
-Emilio, tienes clases, y tus padres no saben-
-Yo.. tengo que ir con el, y yo me encargo de eso-
-Dejelo ir, yo me encargo sobre sus padres- dijo Elizabeth

Narrador.
Iban tratando de despertar a Joaquin y no respondía, Elizabeth lloraba incontrolable, Emilio no dejaba de hablarle a Joaquin, lloraba pero el seguia hablando, no se cansaba de pedir perdón, pero él jamás se perdonaría el haber dejado que le hicieran eso.

-Joaco, por favor, despierta, no me dejes así- lloraba -Bonito, tienes que despertar, aquí está tu mamá, aquí estoy yo, jamás me voy a perdonar si algo te pasa-

*Llegaron al hospital*