Creo que debo escribir desde la maquinaria del conflicto, intentando que hayan claroscuros. Desde la perspectiva femenina no siento ese bálsamo llamado riesgo político, si pongo énfasis en el carácter de víctima sería subrayar lo que alguien ya ha subrayado antes. ¿Quién no va a apoyar a una mujer que ha sufrido? Solo nos queda en el mazo a un acosador o a un criminal o simplemente a alguien que odia sin razón alguna. En la ficción puede que tenga que elogiar a la ilegalidad, todo para poder sentarme en el banquillo de los acusados para tratar de entender a aquella persona fría, que se conmueve ante el sufrimiento de una mujer. Tal vez será como ir directamente a la boca del lobo. Sería interesante saber como piensa el hombre, así como ver el monumento de SaddamHusein caer y romperse en mil pedazos.
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