005: Rescate

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Salió de la ciudad y subió a su espada utilizando su poder en esta para volar e ir en camino a la cueva en donde estaban ocultos.

Conocia la caligrafía de la carta .

Aquella mujer fue una de sus prometidas y se llevaban realmente bien en aquellos tiempos. Cuando conoció a su esposa dejó a las demás y entre ellos quedaron en buenos términos pero con el tiempo se alejaron entre los dos y no volvió a saber más de ella. Su mujer la apreciaba como amiga y casi como una hermana. Estuvo deprimida por un tiempo cuando ya no sabían de ella.

Con el tiempo lo olvido y cuando nació su hijo solo tenia ojos para la familia y nadie más, cuando su hijo tuvo una edad de 16 años ella murió por una desbihacion de Qi.

No pudieron hacer nada y fue una pérdida lamentable. El clan estuvo de luto por 3 años al igual que el pueblo.

Ahora se sorprendió por la carta y por el secuestro de su nieto. Además estaba ciertamente enojado con ella y por lo que pedía en la carta.

El arma mágica era propiedad de su difunta esposa, era un arma para abril portales pero requería mucho poder para poder abrirla y tenia cierta sospecha de lo que haria.

No había demorado mucho al llegar a aquella montaña en donde estaba la mujer, se encontraba afuera de la cueva esperándole. Sus miradas se encontraron y no apartaron los ojos del otro mirando cada moviento del contrarío.

"Donde esta?"

La mujer se acercó a él sonriendole de forma leve

"esta bien... es un lindo niño. Tiene cierto parecido a ella"

El hombre frunció ligeramente su ceño y la mujer río ligeramente.

"Dame el arma y te lo regresare"

El hombre sacó un anillo de sus mangas y se lo mostró.

"Sabes el precio por utilizarlo... que planeas hacer?"

La mujer suspiro ligeramente

"No es necesario que lo sepas. Esto no afectará a otros así que no es peligroso para nadie más.... traigan al bebé"

Estiro su mano para que le entregase el anillo.

El hombre al ver a su nieto no lo dudo más y se acercó a ella para entregárselo e ir a tomar a su nieto de los brazos del hombre que lo cargaba.

Miro que estuviera bien y lo abrazo con fuerza.

" Rong yi... ten cuidado, sabes que si ella estuviera aquí te hubiera detenido"

La mujer sonrió de forma triste y le miro.

"Es hora de que te marches"

El asintio y subió a la espada y se marchó sin más de la montaña alejándose de esta. Cuando llegó al clan miro a su nieto una vez más, viendo que estaba bien y ahora dormía.

El par de esposos se acercaron a él al verle con su bebé en brazos. Al ver que eran demasiados bullozos y podrían despertar a su nieto utilizó un conjuro para que se callaran y entró al castillo.

La pareja solo podía sollozar e ir detrás de él mientras ambos limpiaban sus lágrimas.

El emperador se levantó y se acercó a él para tomar a ling xiao en brazos

"Todo estuvo bien?"

Miro al hombre frente a él mientras acariciaba la mejilla del bebé.

"Si... El problema fue resuelto"

El emperador dio una mirada a los padres de ling xiao y se los entregó. Ambos lo sostuvieron y se abrazaron mientras lloraban un poco más.

Habían recibido el peor susto de su vida. No sabían que hacer si algo le pasaba a su pequeño hijo.

Al verles un poco más calmados retiro el conjuro y ambos pudieron hablar pidiendo disculpas a su pequeño hijo por ser unos malos padres y no a ver estado con el cada minuto y segundo.

"Dejen de llorar. Vayan a descansar con ling xiao y dejenle dormir, no lo vayan a despertar"

Ambos asintieron repetidamente y fueron a su recamara. Colocaron a su hijo en el centro de la cama y se acostaron a cada lado de su hijo. Habían estado llorando y siendo un manojo de nervios, ahora que estaban tranquilos y tenían a su bebé se quedáron dormidos rápidamente.

El Emperador Fenix Y El  Qilin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora