||ZODIAC🌍|| La Primera Generación

Capítulo Tres. Te Amo Papá

― ¿Qué onda? ¿Cómo están? ― la grabación fue interrumpida por Tauro.

― No puedes hablar así ― regaño la castaña ― puede que esto se muestre en la ONU, no puedes hablar como si le hablaras a un primo.

La pantalla borrosa volvió a mostrar mi rostro.

― Hola buenos días, señor o señora presidente ― hable de mala gana arrastrando las palabras ― hola papá ― murmure esperanzado de que esta grabación, de alguna remota manera, fuese a llegarle a mi padre ―. Hoy es el día ― hice una pausa y vi mi muñeca donde hubiera sido bastante útil tener un reloj ― tres de... ― interrumpí de nuevo la grabación.

― Nos viste hacerlo ayer y el día anterior ― Aries se acercó a mí ― imagina que estás hablando con tu papá, solo, háblale a él. Cuéntale como has estado. Con suerte el podrá ver esto.

Pase mis dedos índices por mi rostro, limpiando mis lagrimales y el contorno de mi nariz.

― Hola papá ― de nuevo estaba grabándome, esta vez sin mirar a Tauro, solo pensando en que había una remota posibilidad de que este vídeo le llegara a mi papá, pero me aferraba a ella ― llevamos tres días despiertos después del accidente. Si no has visto los otros dos vídeos, te explico rápido lo que paso ― pronto olvide que él no estaba ahí, solo seguí hablando como si él me estuviese escuchado del otro lado de la pantalla ― cuando despertamos, estábamos mas perdidos que cuando nos pusieron a dormir. Al inicio pensamos, <<bueno, solo faltan veinte años para que los demás despierten y podamos aterrizar... pero, no fue así. Al parecer hay un hombre, o una mujer con mucha espalda, que vive en la nave con nosotros. Al inicio creímos que era alguien más de la tripulación que se había despertado, pero cuando trate de buscar que capsulas estaban vacías, alguien más tomo el control y despertó a todos. Pudimos volver a dormirlos antes de que recuperan la conciencia, pero eso solo nos hizo darnos cuenta que esta persona tiene acceso a el software de la nave y eso asusta ― lamí mis labios, que estaban un poco resecos ― ¿me dan algo de privacidad? ― mire a Tauro y Aries, quienes se ubicaban a mi izquierda y derecha, respectivamente.

Los dos se voltearon y dieron unos pasos hacia el rincón que habíamos equipado como dormitorio.

― Papá, tenías razón ― mi mirada se clavó en la pantalla simultanea que me mostraba a mí y una de las paredes de la sala, que estaba detrás de mí ―. Los primeros días fuero difíciles. Ya nadie confía en Aries, cosa que se supone deberíamos hacer. Según las grabaciones, Aries y el tipo de la máscara estuvieron aquí, juntos, por más de una década, aun así, él nunca lo vio, nunca se topó con él y... la mitad de nosotros ya lo vieron. Incluso Aries se lo topo el primer día, cuando iba a la clínica, lo vieron girar en una esquina y lo siguieron pero no pudieron alcanzarlo ― suspire y miré hacia los demás tripulantes despiertos ―, consideramos varias teorías, entre esas fantasmas, pero fallo por falta de fundamentos, también creímos que el tipo estaba ahí solo por "coincidencia" y era algún tipo de victima que se había quedado atrapado al cerrar las puertas, pero, después, Lea nos recordó cual era el mayor miedo de nuestro puerto líder... al parecer, Aries le tenía miedo a los Vengadores, ¿por qué? No nos quiso decir, así que, lo de la máscara lo tomamos como algo personal. Quería que si Aries llegaba a verlo, le tuviera miedo ― mire hacia Tauro y Aries, asegurándome de que estuvieran lo suficiente lejos para no oír lo que Lea nos había dicho ― Después de que se infiltrara y despertara a todos ― dije cambiando de tema ―, nos hizo imposible ver que capsulas estaban vacías, ya que incluso las nuestras dicen que están llenas e hibernando y las cámaras de seguridad no muestran que él haya estado en la zona de hibernación, cosa que tal vez el manipulo, no lo sabemos. La única manera de cerciorarnos de que están llenas es abrir una por una, pero con una tripulación de 4865 personas dormidas, es un poco difícil.

Solté un suspiro y estire mis brazos hacia el frente tratando de relajar mis músculos.

― Ahora, vivimos en la sala de control, los doce juntos y... no es muy cómo. Trajeron algunas bolsas de dormir y vamos por comida una vez al día. No tenemos muy claros los conceptos de día y noche, encerrados aquí y alejándonos del sol, solo sabemos qué hacemos guardias de tres personas cada 4 horas al dormir. Tratamos de que funcione, pero... Tenías razón, esto no es vivir, no es la vida que querías para mí ― hice un pausa larga tratando de acomodar mis ideas, ¿Qué más le podía contar? ¿El que ahora todos sabemos que no fue coincidencia que nos eligieran? ¿El que sabemos que fuimos modificados incluso antes de "nacer"? yo por mi parte, no tenía nada que reclamarle, no como Acuario que estaba furiosa con sus padres por haberle ocultado los secretos de dónde venimos ―. Tal vez ni siquiera son mi papá ― murmuré pensando en que 15 años de viaje más unos 20 en llegar, mi papá ya tendría más de 70, tal vez incluso ya estaba muerto ―. En caso de que no sean mi papá, solo me queda decir que, son unos idiotas por no cerciorarse a quien dejaban subir a la nave ― Tauro soltó un chillido molesta. Eso hizo que me diera cuenta que si estaban escuchando mi conversación ―. Si eres tu papá el que está escuchando esto. Tengo miedo, me quiero bajar de esta cosa llamada vida. Quiero regresar a la tierra contigo. Pero, Aries nos dijo que la potencia de las naves de escape es menor que de la nave madre, así que en vez de tardar 15 años en regresar, tardaría casi 22. Y no hay zona de hibernación en la nave así que iría despierto 22 años, solo para llegar y ver que... tal vez tú ya no estas.

Un nudo en mi garganta se hizo presente, evitándome el poder hablar sobre mi padre.

― Bueno, Tauro quería que hiciéramos esto, ¿Por qué? ― hice una mueca tratando de recordar su explicación ― creo que es una forma de enseñarles que, claramente algo fallo, pero estamos vivos, no gracias a ustedes, pero lo estamos ― volví a lamer mis labios y cambie de tema ―. Mañana creo le toca hablar a Cáncer, seguro y lo hace mejor que yo, si se dieron cuenta no tengo futuro como YouTuber... ¿aún existen los YouTubers? ― Mi mente se perdió en mis pensamientos ― supongo que sí. Si les gusto, envíenos los planos de la Zona Alfil, la zona prohibida que ni Aries sabía que existía y donde creemos se esconde el tipo de la máscara, a cambio les hacemos un roomtour o no sé qué se le vaya a ocurrir a Tauro después ― hice una pausa para soltar aire ― Te amo papá.

Pause la transmisión y voltee hacia los dos más cercanos a mí.

― Listo ― me aleje hacia mi bolsa de dormir.

Tauro agrego algo más al vídeo y luego lo envió.

Yo solo me quede sentado sobre la colchoneta azul, con la espalda pegada a la pared. El sueño empezó a nublar mi mente y pronto me encontré soñando. Pero no era una fantasía creada por mi mente. Me vi, a mi yo de 11 años, acababa de entrar a la universidad, pero mi papá odiaba esa idea. Yo no entendía por qué, solo sabía que nos alejábamos en el auto a toda velocidad. El dispositivo insertado en mi brazo empezaba a parpadear, haciéndome saber su ubicación. Cuatro dedos arriba del codo, la luz roja se veía parpadear en la parte interna del brazo. Mi padre soltó un gemido de frustración y se detuvo en la siguiente gasolinera.

― ¿Y si lo saco? ― se preguntó a sí mismo en voz alta. Tomo mi brazo con brusquedad y empezó a presionar con las yemas de los dedos en la parte interna de mi brazo, donde mi piel era aún más pálida por la falta de exposición a la luz.

― Me duele ― esas palabras casi sentía que las había pronunciado de nuevo, pero no eran mías, le pertenecían al recuerdo.

Mi papá sabía que le quedaba poco tiempo antes de que nos alcanzaran. Él no quería lastimarme, se disculpó. Al contrario, quería llevarme lejos, tan lejos que jamás me encontraran y así evitar que siguiera siendo un experimento ambulante, esperando la hora de ser probado. Pero mi hora llego al momento en que subí a Zodiac.

Mis memorias empezaron a ser borrosas y me llevaron a un momento más nítido, hace 15 años.

― ¡Vaya, primera generación! ― El hombre que me ayudaba a subir a mi capsula sonreía, no lo hacía por que fuera un honor conocerme, lo hacía por compasión, tal vez por empatía al saber que éramos la primera generación de experimentos siendo probados.

― Géminis