Lo que nunca llega 1/2

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We should have run
I would go with you anywhere
I should have kissed you by the water (Bloc Party).


  
 
  
  
 
 
Todo salió acorde a lo esperado, pero no deseado: ser descubiertos. Ambos asumían que las probabilidades eran muchísimo más altas de meterse en problemas que salvarse de los ojos de algunos conserjes que merodeaban por las instalaciones. Aún así decidieron dar el salto de fe a la piscina sin importar el frío y las consecuencias.

La consecuencia de hacerse cargo del desastre que fue la llegada de un conserje y un profesor. La incomodidad de contener las risas, salir entumecidos con los labios casi morados, tiritando y recibir un par de toallas de parte de los adultos con expresiones severas. Después llegó el inevitable sermón del director sorprendido de ver a dos alumnos de buena conducta en su despacho, semi mojados y con miraditas de chiquillos inocentes hasta que Seokjin explotó en carcajadas en su lucha por retenerlas. Finalizó con los apoderados y sus semblantes enojados agarrando del brazo a su respectivo hijo con la amenaza silenciosa de un par de sanciones.

Jin sentía una mezcla de emociones arremolinadas. Partiendo por la risa nerviosa que bailaba en sus labios que apretaba fuertemente, sus madres no estaban de ánimos para un chiste. Seguido por la frustración ardiendo en su estómago y el dolor que pinchaba en su pecho.

Su nariz congestionada, el reto y algún posible castigo era lo de menos para Seokjin. Tenía otro conjunto de preocupaciones alimentando su ansiedad.

Le dolía pensar que quizá se estuvo armando ideas erróneas todo el tiempo entre idas y vueltas de señales ambiguas compartidas con su amigo alfa.

Habían estado tan cerca, tanto que si hubiera avanzado chocaba con su boca. Realmente quería, pero estaba paralizado con los labios entreabiertos, esperando, intentando hacer funcionar la telepatía porque las palabras no salían. Repetía como si fuera un hechizo "hazlo, hazlo, hazlo, por favor, hazlo".

No llegaba el calor anhelado de la boca contraria que no estaba encontrándose con la suya. Seokjin quería y su cuerpo se limitaba a permanecer quieto, quizá su cabeza funcionaba a mil y su pobre organismo no daba abasto para tanto. Imploraba que Jungkook diera el paso y los segundos parecían eternos y tortuosos. Esperaba el jodido beso, la madre de las señales que le diera a entender que el deseo era mutuo. Estaba convencido que si eso pasaba, por todas las deidades y la misma luna, habría mandado cualquier posible prejuicio en ellos dos a la mierda y hubiera dado todo por estar con su dongsaeng alfa.

No fue así. Esperó agonizante los segundos por un beso que nunca llegó. Aquello le daba a entender que solo fue deseo unilateral y signos malinterpretados.

Sus pensamientos estaban en una guerra. Los atisbos de optimismo le sugerían que fue solo la interrupción del profesor y el conserje alzando la voz, haciéndoles alejarse brusco el uno del otro, que tal vez no era hoy, pero sí mañana, que habría más oportunidades y que si Jungkook no daba el paso tendría que hacerlo él mismo y así no sería solo un beso, sino montones de ellos. Luego venía esa parte fría y racional a mostrarle la otra cara de la moneda, le atormentaba pensar que posiblemente puso a Jungkook en una situación incómoda y su menor solo por no querer rechazarlo sin tacto se mantuvo cerca. Quizá nunca miró su boca con hambre y eran deformaciones ideadas en su cabecita enamorada.

Después de todo eran alfas. ¿Por qué Jungkook habría de fijarse en un semejante? No era exactamente normal.

Jin nunca se vio a sí mismo como el ejemplo de normalidad encarnada, pero hasta a él le generaba un tirón en el estómago hacerse la idea que estaba enamorado de un alfa y que nuevamente no sería correspondido.

I Still Remember [JinKook/KookJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora