-C u a t r o-

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Justo cuando me iba cuando ya estaba decido, la tormenta se había ido y la nevisca suave de la que me había enamorado ¡Había Vuelto!

Ya no podía dejarla, no a ella.

Mi nevisca era frágil si la dejaba sola iba a desaparecer no podía dejar que ocurriera

Me quede

La nevisca aun seguía, fresca, cómoda, placentera y justo como me gustaba

Pasaron muchos meses y no había rastro de la tormenta 

Y se sentía bien. 

Cold loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora