Almas guerreras

Tan correcto que parece incorrecto

Merida P.O.V

Muy bien Merida esto se ve mal pero podría estar peor, o al menos eso creo.

Un plan, eso es lo que necesito para salir de aquí, piensa, piensa, piensa.

Unos segundos después logre conseguir un plan.

Tome una de las almohadas que tenía bajo mi cabeza, el problema fue cuando me estire por la almohada.

Cuando menos me di cuenta Hiccup me tenía aprisionada, si antes me tenía abrazada, ahora estoy en problemas, me tiene abrazada con ambos brazos y su pierna, ahora todo a complica.

Tomó aire y con el pie alcanzo una de las almohadas, ahora el problema será cambiarme por la almohada.

Mientras acomodó la almohada entre nosotros puedo sentí como empieza a desenrollarse de mi, hasta que finalmente coloco una segunda almohada, hasta que soy capaz de liberarme completamente salgo de la cama y tratando de hacer el menor ruido posible camino hasta mi armario.

Pero antes de abrirlo puedo sentir algo, o mejor dicho a alguien detrás de mi.

Decido ignorarlo y abro la puerta del armario igualmente de manera silenciosa.

Sabes, si lo que querías era salir de la cama sólo tenías que despertarme, no tenías que pasar por todo el proceso de distracción e intercambio, me dijo Hiccup mientras aún le daba la espalda.

Te veías demasiado cómodo, no creo ser nadie para despertarte así nomás, le respondí mientras buscaba algo que ponerme.

¿Nadie?, vamos Merida, si acaso yo soy nadie junto a ti, digo, eres una princesa,...y próximamente jefa de la tribu, lo escuhe decirme, la última parte casi susurrando.

Decidí no contestar nada y tome la ropa y una toalla, y sin decir una palabra más me metí al baño, donde una buen baño caliente me espera.

Al terminar de bañarme y colocarme la ropa, sólo necesitaba desenredar mi cabello, pero al parecer no metí mi cepillo conmigo por lo que tendré buscarlo en el cuarto.

Antes de salir le doy un último vistazo a mi atuendo, un vestido de manga larga gris poco arriba de las rodillas, mallas cafés y mis botas afelpadas, pero de nuevo, el problema es mi cabello, si no lo cepillo pronto tardare horas en hacerlo y sólo se esponjara, no es que sea vanidosa y me moleste que me vean despeinada, pero trato de mantener un perfil bajó y quiero llamar la atención lo menos que se pueda.

Al salir agradezco que Hiccup no se encuentra, empieza a buscar entre mi baúl, y nada, es cuando empiezo a aventar cosas enojada en busca de mi cepillo, pero simplemente no aparece, así que lo busco en mi armario aventando ropa y zapatos.

No lo puedo creer, ¿dónde esta?, empiezo a despertarme a un mas, hasta que un par de brazos me sostienen por la cintura.

Shhh, calmada, sea lo que sea estará bien, me susurra Hiccup al oído.

En cuanto logro calmarme me guía hasta la cama donde me siento junto a el.

¿Quisieras contarme que sucedió?, me dice de manera calmada, tomando mis manos.

Este, yo..., empiezo pero puedo sentir la desesperación subiendo por mi sangre, y Hiccup sintiendo que me desesperaba, me abraza rápidamente.

Mérida, sea lo que sea puedes contarmelo.

Me suelto de su abrazo y fijo mi vista en el suelo.

¿Ya me dirás que sucedió?, me pregunto Hiccup de manera calmada.

Mi peine, dije en voz baja.

¿Qué?, ¿repetirías eso de nuevo?, pregunto el confundido.

Mi peine, dije un poco más alto.