Crowley se preguntaba cómo había terminado todo de esa forma. El día anterior pintaba para ser otro día común sin sobresaltos. Un momento solo estaban su ángel, el anticristo y él practicando el control de los poderes del niño y esperando no cambiar demasiado la realidad y de repente se había visto enfundado en un maldito vestido, tacones y un estúpido sombrero y a los dos segundos ya tenía una invitación a tomar el té de forma incómoda con los Dowling, quienes maravillosamente habían decidido vacacionar justo en el mismo maldito lugar que Aziraphale y él habían decidido elegir para vivir y en ese momento estaba estancado con Harriet en una incomoda charla banal.
- Warlock siempre se preguntó a dónde había ido Nanny Astoreth – Crowley dirigió su mirada a la Sra. Harriet Dowling, quien en realidad había invitado a la niñera a tomar el té solamente para escapar de la aburrida soledad a la que se veía sometida en esas repentinas vacaciones - ¿sabía usted que el jardinero Francis renunció el mismo día que usted?
- Si, lo sabía – Crowley se dijo que, ya que de todas las malditas formas los Dowling iban a estar ahí varios días, en los que no iba a poder huir de su trato, más valía que Aziraphale también se sometiera a esa tortura – de hecho, se marchó porque me marché, estamos casados – confesó cubriendo la sonrisa detrás de un abanico, secretamente disfrutando de la cara de sorpresa que puso su interlocutora
- ¡Vaya! – la mujer se acercó a Crowley para hablarle en forma cómplice – entonces los miembros del servicio no estaban tan equivocados – comentó como toda una conocedora y al ver la cara de sorpresa de su ex niñera se apresuró a añadir – todos decían que el jardinero Francis la veía con ojos de amor y que no le era indiferente
Crowley atinó a sonrojarse levemente al darse cuenta que no había sido precisamente discreto al momento de convivir con su ángel en la mansión del que creían el anticristo, pero tampoco pudo evitar sentirse orgulloso y vanidoso al saber que el principado tampoco había podido ocultar sus sentimientos a pesar de ser de bandos opuestos
- ¿Y dónde está Warlock? – preguntó el pelirrojo en parte porque suponía que sería lógico que al ser su ex niñera, preguntara por el menor, y en parte por el hecho de que tanto él como Aziraphale le habían tomado cariño al solitario chico, quien casi los veía como parte de su familia aunque fueran completamente diferentes entre sí.
- Está recorriendo los alrededores – respondió quitándole importancia al asunto, estando más interesada en enterarse bien de esa inesperada relación entre su jardinero y su ex niñera, sobre todo porque siempre le pareció a ella que la niñera tenía un toque elegante que no la haría aceptar las obvias intenciones del viejo jardinero – últimamente ha estado más interesado en los libros – confesó claramente complacida con ese hecho - ¿le he dicho ya que estuvimos hace nada en un pueblito llamado Tadfield? – preguntó con una sonrisa, como quien acaba de recordar algo vital – es encantador pero no tiene nada interesante para mostrar más que la base aérea – confesó sonando decepcionada – pero desde ese momento Warlock ha estado más enfrascado en libros y al menos eso es un avance, aunque sigue escuchando esa música extraña y depresiva
- Aun es un muchacho – aportó el pelirrojo sospechando sobre el repentino interés de Warlock en los libros, sobre todo porque de esa forma habían iniciado los acontecimientos del armagedon, pero al menos podía estar tranquilo con el hecho de que al menos Warlock no tenía ningún poder sobrenatural que pudiera alterar la realidad – seguramente cuando Warlock encuentre a alguien que le interese empezará a escuchar algo un poco más alegre – tranquilizó dándole palmaditas en el brazo de forma displicente para tranquilizarla
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Adam Young caminaba junto al principado Aziraphale mientras reflexionaba sobre lo que el ángel le había enseñado en esos días sobre el uso de los poderes que le habían quedado a pesar de haber renunciado a ser el hijo de Satanas – Hay algo que no entiendo – murmuró deteniéndose para esperar a perro, quien estaba muy entretenido revolcándose en la hierba fresca – ¿si conservo estos poderes por qué no puedo usarlos para las cosas que quiero? – preguntó sinceramente curioso – no cosas egoístas – se apresuró a aclarar al notar la mirada interrogante que le dirigía el principado – me refiero a cosas como el desarme nuclear o el hambre en el mundo
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Buenos Tiempos - Las buenas y acertadas vivencias de los Esposos Inefables
LosoweDespués del Armagedon que no ocurrió, los nativos Crowley a Aziraphale decidieron abandonar la ajetreada Londres y vivir juntos en una cabaña al sur de Inglaterra donde no están exentos de diversas vivencias y donde algunas inesperadas visitas pued...