Capitulo 3

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Los días pasaron, y aunque a Lali se le hizo extraño que Tini no pasara tiempo con su novio cuando él se juntaba con sus amigos, no le dio mucha importancia. Se olvidaba de que ella existía y podía pasar tiempo con Peter como antes.

No obstante, se notaba que Peter amaba con toda su alma a  y le daba tristeza que ella no pasara tiempo con sus amigos. Era como vivir dos vidas, una con Martina y otra con sus amigos. Se suponía que ella también podía salir con ellos.

Un día, mientras estaban en la casa de Martina, Peter tomo coraje y le pregunto a su novia lo que lo mantenía deprimido.

Peter: ¿Por qué no te gusta estar con mis amigos?

Tini: ‘Porque son unos completos idiotas. Aun no puedo creer que seas amigos de ellos’ —pensó—. Amm… no lo sé. Me gusta que pases tiempo con tus amigos.

Peter: Sí pero tú también puedes pasar tiempo con nosotros. Quiero tratar de cumplir con ambas partes pero en verdad estaría bueno que pudiéramos juntarnos y ser todos amigos. Gas y Lali están dispuestos a ser tus amigos pero no pueden porque tú nunca sales cuando yo salgo con ellos.

Tini se volteo y fingió estar buscando algo en las gavetas de su habitación. Solo quería ocultar su cara de desagrado. En verdad odiaba a los amigos de Peter, quería que se separara de ellos y que él formara parte de los amigos que ella tenía.

Tini: Pues tú no pasas tiempo con mis amigos.

Peter: Porque no me los presentaste.

Tini —se voltea para verlo—. Hagamos algo. ¿Por qué mañana no vienen tus amigos aquí a mi casa? Mis padres no estarán así que podremos divertirnos.

Peter: ¿En serio? —sonrió.

Tini: En serio. Pero tienes que prometerme que el sábado vendrás conmigo a una fiesta que tenemos mis amigos y yo.

Peter: ¿El sábado? 

Tini: ¿Hay algún problema?

El sábado era la noche de películas con Lali. Comían mucha comida chatarra y disfrutaban de un buen par de películas… 

Peter: Am… bueno, el sábado es noche de películas y…

Tini: Es solo un sábado. Ya pasaste mucho tiempo con tus amigos, mañana yo pasaré un tiempo con ellos, solo quiero que tu pases un tiempo con mis amigos para ver qué tal te caen.

Peter suspiro. En parte Tini tenía razón.

Peter: Tienes razón. Un sábado no tiene mucha importancia. Tú eres primero, ¿no?

Tini sonrió ampliamente.

Esa misma noche Peter hablo con Lali y Gasti para invitarlos a la casa de Tini. Gasti no tuvo ningún problema, acepto inmediatamente. Por otra parte, Lali demoró en contestar, no le agradaba para nada estar cerca de ella, es más prefería que Peter pasara tiempo con Martina y que luego él viniera con ellos. 

Después de varias suplicas ella acepto.

Como en Los Ángeles la mayor parte del tiempo hace calor, ese día fue perfecto para nadar en la piscina.

Lali quedo verdaderamente impactada cuando vio la casa de aquella joven. Se podría decir que las paredes no existían. Toda la planta baja estaba recubierta de vidrio y solo las áreas de los dormitorios y baños que había en la parte superior tenían paredes.

La piscina era gigantesca y ni hablemos del jardín. Parecía que el jardinero de la Reina de Inglaterra estuvo allí.

Martina: ¡Bienvenidos! —dijo descendiendo por las escaleras.

Gaston: ¿En serio es tu casa?

Martina: Pues sí —sonríe—. Me alegra que te guste.

Gaston: ¡Esta de lujo!

Peter rió.

Martina: ¿Y tú? ¿Qué opinas? —viendo a Lali.

Lali: Am… es muy linda tu casa.

Martina sonrió, pero Lali supo que era una sonrisa falsa, como ella.

Martina: Bueno… ¿Por qué no nos cambiamos y vamos a la piscina?

— Sí —se escucho decir en unisono.

Lali termino de colocarse su bikini y salió del baño que había utilizado. No sabía dónde dejar su bolso así que decidió llevarlo con ella a la piscina. Mientras intentaba recordar por dónde era que estaba la escalera que llevaba a la planta baja, escucho un par de risitas que provenían de una habitación. Decidió acercarse y se percato de que la puerta estaba entre abierta. Inmediatamente reconoció la voz de Martina, se asomo para observar que sucedía y vio a Peter, besando lentamente el cuello de su novia mientras esta reía y lo abrazaba de la cintura. 

Se alejo de la puerta rápidamente. Sentía como las lágrimas querían salirle por los ojos pero no podía llorar, porque sino todo mundo le preguntaría que le había sucedido y ella no quería eso. Pensó en irse pero no podía hacerlo porque le había prometido a Peter pasar todo aquel día junto a Martina

Lali: ‘¡Buen día eligieron para besuquearse!’ —pensó.

Abajo, en la piscina ya se encontraba Gasti, no pudo esperar a que todos estuvieran allí. Lali miro para arriba, se imagino que la ventana que daba al patio trasero era la habitación en la que estaban Peter y Martina besuqueándose. 

Se sentó en una de las sillas que habían allí y dejo su bolso a un costado.

Gasti: ¡¿Qué estas esperando para entrar?!

Lali: ¿No deberíamos esperarlos?

Gasti: ¡¿Para qué?! ¡Yo ya me estoy divirtiendo! —se zambullo 

Lali rió y no pensó ni dos segundos, se lanzo a la piscina de inmediato.

No sabe cuánto tiempo pasó pero debieron de haber pasado unos veinte minutos antes de que Peter y Martina llegaran. 

Gasti: ¿Dónde rayos estaban ustedes dos?

Peter: Lo lamento, creo que nos demoramos un poco.

Ambos se metieron al agua y comenzaron a divertirse. O algo así…

Peter, Lali y Gasti eran los que mayormente se divertían, Martina se había colocado unas gafas negras para que su rostro de desagrado quedara parcialmente escondido. Ella nunca jugaba con pelotas dentro de la piscina, solo se recostaba en su silla inflable con sus amigas y disfrutaban de una rica bebida.

Fue en ese momento que Gasti se acerco al borde de la piscina, tomo su mochila y saco una bolsa transparente con tiras de regaliz rojo. 

Gasti: ¡Miren lo que tengo! —y comenzó a lanzarlas por la piscina.

Lali logró atrapar algunas mientras que las demás flotaban en la piscina. Peter se estiro para atrapar una, aquellas eran unas de sus golosinas favoritas, pero ni bien vio la cara de Martina, Peter dejo de lado la tira de regaliz.

Lali: ¿Qué pasa?

Peter: Creo que no es buena idea hacer esto.

Lali: Siempre lo hacemos. Además es tu favorito —toma una tira y se la mueve frente a su rostro.

Peter: ¡Basta! —la golpea en la mano.

Lali aparto la mano inmediatamente. Fue incapaz de ocultar su rostro de sorpresa.

Peter: No quiero regaliz, ¿es difícil de comprender? —todos callaron—. Mejor salgamos de aquí. 

Y él y Martina salieron de la piscina inmediatamente.

Bueno... creo que se esta viendo lo que sería el comienzo de la manipulación... pero aun no han visto nada. TODO DE A POCO. 

Novela Laliter: Manipulado (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora