Lali estaba recostada en una cama de hospital. Tenía las lastimaduras ya vendadas y poco faltaba para que se pareciera a una momia. Tenía sus piernas vendadas, sus brazos, parte de su abdomen y también habían colocado gasas sobre las palmas de sus manos.
Era tan intenso el dolor que sentía que tuvieron que inyectarle un calmante para que se sintiera mejor.
Gas no se había separado de Lali ni por un segundo y en lo único que podía pensar era en Peter. ¿Cómo es posible que alguien cambie tan rápido hasta el punto de no importarle si uno de sus amigos esta herido?
Lali había tenido razón, algo extraño sucedía con Peter y en aquellos momentos lo único que él se merecía era una buena paliza.
Lali: ¿En qué piensas? —le pregunto ni bien la enfermara se fue.
Gas: ¿Eh? —estaba tan absorto en sus pensamiento que no se había percatado de que su amiga le había hablado.
Lali: ¿En qué piensas? —repitió con una sonrisa.
Gas: En que tenías razón. Peter cambio… y creo que para mal.
Lali: Te dije que no me gustaba Martina.
Gas: Pero jamás pensé…
Lali: ¿Qué no lo veías? —le interrumpió—. La ropa, lo que come, como habla, con quien se junta… todo es como Martina quiere. Hizo y deshizo a Peter a su antojo y él se dejo llevar. Lo manipulo —concluyo con una mirada triste.
Gas: No… no, ella no pudo manipularlo. ¿Sino por qué aun se junta conmigo?
Lali: No lo sé, tal vez no le importas mucho… pero yo sí le importa, y nadie me va a sacar de la cabeza que esa maldita arpía le lavo el cerebro diciéndole cosas malas sobre mí.
Gas: ¿Y qué gana ella haciendo eso?
Lali: El amor de Peter —aparto su mirada de la de Gas. Sentía las ganas de llorar pero no podía hacerlo, no en aquel lugar frente a su amigo—. Yo amo a Peter, Gas.
La cara que puso Gas no tiene explicación.
Lali: Lo amo con toda mi alma y por más que lo intente no puedo olvidarme de él—se voltea para ver al joven, sin poder reprimir las lágrimas que descendieron por su mejilla—. Y ella lo sabe…, y no debe de querer que se lo quite.
Gas: ¿Co…? ¿Tú…. Tú ambas a Peter?
Lali: Al principio no… fue un año antes de conocerte.
Gas: ¿Por qué jamás se lo dijiste? —se sentó en la camilla junto a la joven.
Lali: Tenía miedo de que él no sintiera lo mismo y al final nuestra amistad se vería arruinada.
Gas: Pero podía pasar que él sintiera lo mismo que tú… pero jamás lo sabrás porque no lo intenta y ahora no puedes porque Peter no está más—Lali aparto la mirada de la de Gas—. Si él hubiera aceptado yo creo que ahora no estaríamos pasando por esto.
Lali simplemente no contesto. Posiblemente él tenía razón pero ya era tarde para intentarlo.
Comenzó a imaginar cómo sería su vida si Peter le hubiese dicho que él también sentía cosas por ella pero reprimió aquellos pensamientos enseguida. No quería pensar en algo que sabe que nunca podrá tener… y más ahora.
Gas rápidamente se coloco de pie con intenciones de salir de la habitación pero Lali lo tomo por el brazo haciendo que el joven se sorprendiera.
Lali: Prométeme que no le contaras a nadie lo que te acabo de decir.
Gas: No lo haré —hizo amago de querer irse pero Lali lo volvió a cinchar.