El año escolar comenzó. Lali estaba emocionada porque éste era su último año y ya tan solo faltaba unos pocos meses para su graduación.
Lali no había visto a Peter en todas las vacaciones de invierno y resulta que cuando llego se apareció con una chica como novia llamada Martina. Por alguna razón ella sentía que no le caía muy bien a la novia de su mejor amigo… y en parte Lali tampoco se sentía cómoda estando con Martina. Ella era rara, no le agradaba para nada pero no podía decirle nada a Peter porque sabía que él se pondría con esas cosas de ‘¿Celosa?’, que en parte era verdad, pero aun así a ella le importaba su amigo y no dejaría que estuviese ennoviado con una loca de psiquiatra.
La hora del almuerzo llego y todos se dirigieron a la cafetería. Logan, Lali y Gaston caminaban por los pasillos riéndose y bromeando.
Gaston era uno de los mejores amigos de ambos. Se llevaba bien con los dos.
Fue en ese momento que Martina apareció.
Martina: ¡Amor!
Peter: Tini —se acerco para besarla.
Tini: ¿Y cómo estuvo tu clase?
Y sin que nadie lo evitase ambos siguieron caminando y se alejaron de Lali y Gaston.
Gaston pudo ver la cara que Lali había puesto, no pudo evitar reír.
Lali: ¿Quién se cree que es ella?
Gaston: ¿Su novia?
Lali: Aun así no puede llevárselo así como así, tiene amigos, ¡respétalos!
Gaston: Escúchame —la detiene—. Sé que tu y él son mejores amigos desde la infancia pero entiende que él ahora tiene novia y es necesario que pase tiempo con ella.
Lali: Pero eso no significa que no pase tiempo conmigo.
Gas: ¡Lo sé! Pero primero esta ella.
La verdad que él tenía razón, pero Peter y ella tenían cosas que debían de ser respetadas. Tal vez tendrían que ser realizadas con Tini pero aun así ella estaría con su mejor amigo.
Peter y Tini estaban haciendo fila en la cafetería, tomaban de la barra la comida que ellos desearan. Mientras Peter llenaba su bandeja con una variada selección de alimentos saludables y no tan saludables, Tini llenaba su bandeja de fruta y ensaladas.
Tini: ¿Y qué harás esta tarde?
Peter: Hoy es lunes por lo que toca circo.
Tini: ¿Hum?
Peter: —rió—. El padre de Lali conoce a unos tipos que trabajan en la bahía de Santa Mónica y un día nos dejaron subirnos a los trapecios. Fue muy divertido, desde entonces vamos todos los lunes.
Tini: Ah… que divertido, sí… —intento esconder su desagrado.
Terminan de pagar la comida y se dirigen en busca de una mesa, en ese momento Lali aparece por detrás de Peter y mete su mano en la bandeja del joven sacándole un panecillo de chocolate.
Peter al principio se mostró sorprendido porque no se esperaba que alguien apareciera de la nada, pero ni bien vio la sonrisa picara de su amiga él también sonrió.
Marti observo a Peter y luego a Lali, a Lali y luego a Peter.
Martina: ¿Qué fue eso?
Peter: ¿Qué? Ah, no nada.
Tini: ¿Por qué dejaste que se llevara tu panecillo?
Peter: Siempre lo hace, desde que entramos a este lugar. Yo lo compro, ella me lo roba y al final me da la mitad.
Tini: Pero tú pagaste por él.
Peter: ¿Y qué? Lo termino comiendo igual.
Tini: Sí pero es tú panecillo, tú dinero, te mereces comértelo entero.
Peter: Es solo un dólar y además es mi mejor amiga —se adelanto y fue a sentar a la mesa dónde Lali y Gasti.
Tini se los quedo observando por un momento y luego se fue a sentar con ellos.
La tarde callo rápidamente y Peter y Lali ya estaban dentro de la carpa gigante utilizando los trapecios. Era muy divertido balancearse en ellos. Hacían lo mismo desde hacía ya casi seis años y lo hacían como unos profesionales. Obviamente no daban piruetas o cosas así, les gustaba solo tomarse de las manos y sentir como volaban… la mejor parte era caer sobre la red que actuaba como un trampolín.
Ambos cayeron sobre el trampolín y comenzaron a reír. Estuvieron unos minutos para tratar de regularizar su respiración debido a la risa pero finalmente lo hicieron.
Peter se quedo mirando el techo de la carpa mientras Lali se lo quedo mirando.
Era tan bello y ella ya no podía estar con él. Quizás esta bien ya que si él no sentía nada por ella podría arruinar su amistad de tantos años… pero aun así le dolía en el alma verlo con otra chica.
Peter: ¿Qué piensas sobre ella? —dijo mirando el techo y luego moviendo la cabeza para ver a su amiga.
Lali: ¿Sobre quién?
Peter: Sobre Tini. ¿Te agrada?
‘¡NOOOOO!’ pensó Lali.
Lali: Claro que sí. Es tu novia, ¿no?
Peter: Sí pero tú eres mi mejor amiga y tu opinión vale mucho para mí.
Ella trago duro. Tenía las palabras en su la punta de su lengua ‘Es horrible, aléjate de ella, ¡es lo peor del mundo! Se cree lo más por tener padres adinerados y comer lechuga todo el día’, pero no podía decírselas. Él se veía tan feliz con Martina que simplemente no podía arruinarlo.
Lali: Pues si lo que quieres es mi aprobación… la tienes.
Peter sonrió dejando expuestos sus dientes blancos.
Peter: Gracias… significa mucho viniendo de ti.
Ella sonrió.
‘Solo espero estar haciendo lo correcto’ pensó.
Lo único que ella no sabía era que había cavado su propia tumba al aceptar el noviazgo entre Martina y Peter.
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Bueno, ya se esta viendo como a Martina no le caen muy bien las cosas que Peter y Lali hacen.
