Estoy cegada y aturdida por tu amor.
Las bellas palabras que susurra cerca de mi oído hacen eco. Estoy enamorada, muy enamorada, tan enamorada.
Tanto que puedo dibujar olas en el desierto y mares infinitos de agua dulce en el cielo.
Tu amor me llena, me satisface y al mismo tiempo me hace sentir sed.
Por tenerte, por amarte, por querer mas de ti.
Estoy embriagado por su abrazado aliento a cerezas, el delicado aroma a vainilla de tu piel me enloquece, tus labios rojos, tus mejillas sonrosada y el dulce hilo de voz que sueltas cuando el cúmulo de emociones en tu vientre deja de ser contenido, me abraza.
Quiero tenerte, amo tenerte, muero por tenerte... Y así sucesivamente se repite la historia todos mis días, mientras tu cálida risa me llama desde el sitio frío en el que guarde mi alma.
Solo vivo para tenerte, poseerte, sin haberlo hecho, por que así es lo nuestro, tan lejos, pero tan cerca y al asecho. Pero al mismo tiempo tan efímero y bello.
