Hunter x Hunter

Examen del Cazador, Capítulo 2.

Llovía fuerte, había viento, incluso truenos se sintieron. Además, el mar estaba bravío, por el viento. La tormenta llevaba media hora ocurriendo y las personas ya tenían muestras mareo y dolor estomacal. El barco se remecía al compás de las olas que fuertemente chocaban a un costado. Los hombres, que hace una hora se veían rudos y severos, estaban en el suelo gritando de miedo y dolor por los mareos. En la cabina del capitán, se encontraba un viejo de barba blanca tupida y nariz roja. Sostenía el timón, sólo para no perder el control del barco, mientras pegaba grandes bocanadas de tabaco de su pipa de madera, muy tranquilo.

- ¡CAPITÁN! ¡TENEMOS FILTRACIÓN EN EL CASCO! -le gritó un hombre que venía mojado y con tono desesperado.
- ¿Qué te parece si usamos los culos de los pasajeros que no nos sirvan, para tapar los agujeros? -le respondió el capitán con tono mañoso.

En ese momento, una gran ola golpeó el barco e inmediatamente el capitán gritó "¡TODO A BABOR!", seguido por la estabilización del barco.

Una vez terminada la tormenta, el capitán descendió desde la cabina donde el timón se encontraba, para reunirse con su tripulación que constaba de 4 hombres.

- Hemos tenido un par de pequeñas olas -dijo el capitán descendiendo la escalera desde su cabina.

- ¿Cómo? Ah ¡sí! -respondió un joven de la tripulación.
- Bueno ... ¿Y cómo estamos este año?
- La verdad es que igual que otros años -dijo el joven, mientras encaminaba al capitán a la cubierta, donde estaban todos los pasajeros reunidos - Están todos prácticamente muertos.

La cubierta estaba repleta de hombres tirados en el mojado piso de madera, sin poder moverse muchos de ellos. Había vómito y otras cosas en el piso, que el capitán hizo que limpiaran de inmediato.

- Me parece inaudito. ¡Esto no es un entrenamiento para debiluchos! -el capitán caminaba sobre los cuerpos deshidratados de los pasajeros -¿Y quieren ser Cazadores? ¡Esto es un chiste!

Durante la tormenta que había pasado, sólo 3 personas se mantuvieron calmo y no sufrieron las consecuencias del vaivén. El Capitán los miró muy interesado, puesto que ese era el primer signo de que algunos de los aspirantes, tenían lo que se necesitaba para la prueba. Recorriendo la sala del barco y saltándose los cuerpos se acercó al primero, que era Gon. El niño estaba muy entusiasmado ayudando a otras personas. Si bien su estatura y su edad, lo harían pensar a uno que sería de los primeros en caer, Gon se paseaba corriendo ayudando a todo al que necesitaba ayuda.

- Toma, mastica estas hojas que te sentirás mucho mejor -escuchó el capitán, que Gon le decía a uno de los tripulantes que estaba nadando en su vómito.

El segundo joven que estaba sin problemas luego de la pequeña tormenta, era un joven de vestuario muy extraño. Usaba una chaqueta larga de color azul, que combinaban con sus ojos. Su pelo rubio era de un tono choclo y tenía un aire ligero: como si nada lo pudiera perturbar. El joven rubio estaba sobre una hamaca viendo como todo pasaba.

El tercero y para sorpresa del Capitán, era un joven alto, de lento y pelos parados, que estaba viendo una revista de lencería. El joven no tenía problemas en reaccionar a la revista a viva voz, sin importarle que lo escucharan, lo que llamó profundamente la atención del capitán.

Luego de echar un vistazo a su tripulación y contar la gente que valía la pena, el capitán volvió a subir a la cubierta. "Bien, tenemos 2 horas aún", pensó y les personas de su tripulación "Tenemos 2 horas aún, así que ¡PÓNGANSE A LIMPIAR!". Las gaviotas tenían un gran alboroto sobre la cubierta del barco también. Al terminar de hablar con su tripulación, el capitán se dio cuenta que el niño que estaba ayudando a los demás, estaba también allí, con cara de preocupación.