NCT one shots

~10~ Chenle

-¡Entonces me debes un pastel de chocolate! -el Chino me apuntó y frunció el ceño-.

Gruñí y le tiré un libro que tenía a mano.

-¡No te debo nada, ese pastel lo envió tu mami para mi porque me ama más que a ti!, ¡Y deja de chillar, delfín, me duelen los oídos! -le respondí gritando yo también-.

Chenle y yo éramos amigos desde que llegó a vivir a mi vecindario cuando teníamos unos ocho años. Desde ese momento fuimos inseparables.

Y sí, así eran nuestras peleas. Se enojó porque me comí su pastel de chocolate.

Pff, dramático.

-¿Me dijiste delfín? -hizo pucheros, yo lo miré con maldad-.

-Bueno..., si estas enojado entonces me iré -sonreí y caminé a la puerta de su casa, estábamos en la cocina-.

No habían pasado ni dos segundos desde que salí de la casa cuando abrió con rapidez y tomó mi muñeca. Luego me abrazó.

-No -puso voz triste- no te vayas-.

Me tenía apretujada contra él.

Mi mayor problema podría ser que no podía respirar, pero lo más grave de la situación era lo rápido que estaba latiendo mi corazón.

Porque sí, estaba enamoradísima de él.

Me di cuenta un día de verano cuando teníamos catorce. Estábamos tomando helado de sandía y yo me manché la mejilla. El se acercó y lo limpió con su pulgar, luego me regaló una sonrisa brillante.

No sé qué me sucedió, pero desde ese momento estuve perdida.

-¿t/n?, ¿ya moriste asfixiada? -me separó de él y me miró con diversión-.

-N-no seas bobo, vamos a ver una película -me escapé de su vista y fui a su habitación corriendo. Luego me tiré a su cama de pancita-.

Lo escuché acercarse y luego se recostó arriba mío.

-¡Sale, feo!, ¡me aplastas!-.

Rió y se sentó en la cama. Lo imité.

-Traje galletas -me las pasó. Eran Oreo- ¿que quieres ver, bubú?

Me puse a toser. Cuando hacía ese tipo de bromas siempre entraba en pánico y no tenía idea de cómo reaccionar. Solo dije lo primero que se me ocurrió.

-Emm, ¿Buscando a nemo? -sugerí y él se puso a reír-.

-t/n, el otro sábado la vimos, y el jueves también -oops-.

Me encogí de hombros, disimulando.

-Bueno, elige tú-.

Soltó un par de risitas y al final decidió poner Monsters Inc.

- - - - - - - - -

Ya llevábamos media hora de película, pero yo no estaba muy concentrada que digamos. Chenle tenía su brazo en mis hombros y su cabeza apoyada en la mía.

Solo esperaba que no pudiera sentir lo rápido que mi corazón latía en ese momento.

Admiré su perfil. Sus ojos, su naricita, sus labios...

¿Qué pasaría si le dijera lo mucho que me gusta? Arruinaría todo. Porque es obvio que él no siente lo mismo.

No fui muy disimulada en el escudriñamiento de su rostro, porque se giró a mirarme con una sonrisa.

-¿Estás aburrida?

Asentí sin pensar, ni siquiera escuché lo que preguntó. Estábamos muy cerca y mi cerebro decidió dejar de funcionar.