ADAPTATION

It's not a dream

El olor a suavizante, rayos de sol y jabón se mezclaba a la perfección con la esencia cálida de Jinki, que aún dormitaba a su lado en la cama. Taemin enterró el rostro en el cuello expuesto del mayor, apegándose más a él y moviéndose de manera que acabara parcialmente recostado sobre el mayor, perfectamente cómodo. Era así todas las mañanas. Siempre despertaba primero, para darse con el rostro dormido de Jinki, aquel cuerpo fuerte completamente relajado y enredado con su propio cuerpo. Cada pequeño roce entre ellos causaba un ligero cosquilleo que viajaba directamente hacia su estómago y le hacía sentir unas inmensas ganas de comérselo a besos. Pero, Jinki trabajaba tanto, sobre todo las últimas semanas, que no quería perturbar su sueño, se merecía todo el descanso que pudiera tener.

Al inicio la panadería se había llenado de gente, curiosos por ver si el rumor que corría por el pueblo, el cuál ni siquiera sabían cómo se había extendido, era real. Luego todo pasó a la normalidad, empezaron a aceptarlo o mejor dicho, a tolerarlo. Aún se podían escuchar los murmullos, las miradas despectivas y algún que otro insulto velado. Eso no le molestaba a Taemin, después de todo estaba acostumbrado. Pero, lo que sí había notado era que a Jinki sí. A Jinki le molestaba mucho. Porque, a pesar de conocer todo por lo que había pasado Taemin nunca lo había vivido de forma tan directa. Estaba empezando a ver un lado desconocido de Jinki. Y le gustaba, le encantaba. Ver ese lado protector, aquella mirada de enfado en sus ojos y ver como se contenía para no lanzarse sobre ellos.

Aunque ver como todo aquello se esfumaba con un solo contacto entre ellos le gustaba aún más. Esos ojos se tornaban dulces en cuanto posaba la mirada en él. Cada día estaba mucho más enamorado y eso le ponía nervioso. Nervioso de una manera que no podía describir. Las manos sudorosas, un aleteo rápido y furioso en el abdomen, había llegado a sonrojarse en varias ocasiones incluso, algo totalmente nuevo para él.

-Te quiero.-Susurró al oído de Jinki, presionando los labios en la barbilla del mayor y después dejando otro roce en sus labios.

Jinki no despertó, pero sí reaccionó a aquel beso, una sonrisa leve apareciendo en sus labios y removiéndose bajo su peso.

-Te quiero.-Repitió Taemin mordiendo con delicadeza la barbilla contraria, era muy difícil contenerse ante alguien así.

-Mmm, ¿porqué siempre que despierto te encuentro mirándome?- Preguntó Jinki, con la voz pesada y ronca a causa del sueño, llevando las manos directamente a la espalda baja de Taemin, colándolas bajo la camiseta para acariciar su piel, cálida y suave, buscando sus labios perezosamente, sin siquiera abrir los ojos, movimientos lentos y pausados. –Me gusta, pero a la vez me da un poco de mal rollo.-Susurra contra sus labios, jugando con las yemas de los dedos en su piel, dibujando líneas y formas sin sentido.

Taemin no respondió a aquella pregunta pero sí que lo hizo a sus labios, tomando el rostro del mayor, sintiendo en las palmas un pequeño rastro de barba, riéndose, una risita aguda pero baja, intentando contenerse.

-No puedo evitarlo, eres como un bebé cuando duermes. Tan tranquilo e inocente, casi lamento haberte traído al lado oscuro. ¿Cómo sabes que te miro aún sin abrir los ojos?-Murmura en sus labios, siguiendo con los dedos los rasgos de su rostro. – Aún nos queda una hora para ponernos en marcha. Nos da tiempo a...-No pudo terminar la frase, Jinki leyendo su mente tomó de nuevo sus labios, bajando esta vez las manos hacia las caderas del menor, moviéndose con él para poder acorralarle contra la cama.

Aún medio dormido como estaba el cuerpo de Jinki reaccionaba con rapidez a la situación. Taemin pudo sentir la erección contra el abdomen, tentándole a acariciarle y a él no le gustaba resistirse a las tentaciones, sobre todo si venían de parte de Jinki.

-No necesito poder verte para sentir tu mirada sobre mí. Me hace cosquillas.- Respondió con una media sonrisa en los labios, el muy sinvergüenza, sabía el poder que tenía sobre él.