Artificial

Final

Sakura observó sus manos con cautela por un momento. La vista frente a ella era fantastica y abrumadora.

Habian regresado al apartamento tras algunos meses y Sasori se habia comportado demasiado dulce en comparación a tiempos anteriores.

Lo miro majestuoso, con las mangas de la camisa arremangadas y el cabello ligeramente despeinado en un vago intento por alejarlo de su rostro. Pese a tener aún aquellas ojeras marcadas, tenia un brillo travieso y alegre en la mirada mientras cocinaba con entusiasmo.

No es que ninguno de los dos necesitase alimentarse ahora. Pero era un gusto adquirido. Y realmente adoraba la comida que Sasori preparaba, tenia un toque para ello y ella aun podia disfrutar sabores; patrocinado por Deidara, uno de los cientificos a cargo de su recuperación en la compañía.

Los mareos habian pasado y aunque ya no era humana por completo debia ver el lado positivo, No envejeceria de manera convencional al igual que Sasori. Pero aun debian hablar con respecto a su situación actual.

El trabajo que mantenia Sasori era mas que suficiente para sustentarlos de manera eficaz economicamente. Sin mencionar que tras lo acontecido ahora era el CEO de la compañia junto a su padre.

Divago un rato mas en sus pensamientos, una vez que se recuperara por completo planeaba buscar algun empleo de nuevo. No se sentia comoda viviendo a base de Sasori.

Aunque el se miraba bastante contento con ello.

Por otro lado Sasori la observaba de reojo de vez en cuando mientras terminaba de poner la mesa.

El cabello de Sakura habia crecido y aunque estaba desordenado le sentaba bien. Ella parecia mejorar con cada dia tras el alta de su recuperación. Su vida se habia salvado y alargado considerablemente. Sinceramente estaba feliz por ella.

Pero en ocasiones, por breves momentos en el dia, mientras la observaba, notaba su ceño fruncido y un gesto de inconformidad mezclado con culpa. Aunque no entendia el porqué de aquellos gestos.

Se acercó a Sakura con paso tranquilo y la acarició el cabello con gesto amable. Sakura levanto la mirada saliendo de aquel lapsus de concentración y le sonrió.

- La cena esta lista.- le dijo al señalar los platos ya servidos.

Sakura asintió y se puso de pie con mayor seguridad que las veces anteriores y ambos tomaron su lugar en la mesa.

Sasori sabia que debian aclarar algunas cosas. Pese a que su memoria estaba de vuelta y los sentimientos por Sakura ahora eran mas intensos. Sabia que ella debia estar abrumada por la situación en aquel momento.

Lo comprendia. Pero se desesperaba por ello.

Anhelaba tenerla entre sus brazos y no soltarla, besarla, y mostrarle todo lo que le hacia sentir de una forma u otra. Pero debia ser paciente.

Lo habia sido durante varios años. Aunqur no fuese una de sus cualidades mas gratas.

- No estoy segura de como decir todo esto...-

Escuchó murmurar a Sakura. La observó con curiosidad, ella estaba completamente sonrojada mientras sostenia un bocado de comida en el aire. El cubierto en sus manos bajó y se recargo con suavidad en el plato.

Ella suspiró con una mirada decidida y continuó hablando.

- Somos una pareja. Eso esta claro.- señaló.- Pero aun no se si todo lo que siento por ti es recíproco. Y te juro que me estoy volviendo loca de los nervios. Tengo miedo y estoy asustada pero se que quiero estar a tu lado.

Sasori casi se atragantó sintiendo como un trozo de comida pasaba dificultosamente por su garganta debido a la impresión causada por las palabras de Sakura. Pero logro pasar el pedazo de comida exitosamente mientras limpiaba lentamente sus labios con una servilleta. Sakura estaba abriendose emocionalmente.

Todo o nada, durante la cena. ¿Es que aquella mujer no podia ser mas maravillosa?.

Solto una carcajada tras recuperar el aliento y se levanto de manera brusca recordando algo que habia guardado hace tiempo tras haber tomado una seria decisión.

Sakura no comprendió aquello. Pero lo vio alejandose de la mesa con apuro.

- ¿Estas molesto?. - Le preguntó ella. Desde la cocina.

Sasori continuó buscando en el armario de la sala con impaciencia impropia. Y cuando encontro lo que buscaba regresó y se quedo de pie frente a Sakura con porte galante.

- Se que llevas tiempo esperando. Y no es justo que te exija que te quedes conmigo. - Comenzó Sakura, pensando diferentes escenarios en su cabeza.

Todos malos.

Pero Sasori negó, interrumpiendo momentaneamente lo que anticipaba, era una disculpa de Sakura. Tomó la pequeña caja recien descubierta entre sus manos y la abrio frente a los ojos expectantes de la mujer que amaba.

- Casate conmigo.

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Habian transcurrido dos meses desde aquella propuesta. Ino la observaba desde atras mientras que daba los ultimos toques al arreglo de su cabello.

Ino sonrio y envio una mirada orgullosa a su mejor amiga.

- No puedo creer que estes a una semana de tu boda.

Sakura la observó de vuelta con un destello de cariño fraternal en los ojos, acomodo el vestido ligero y elegante que vestia mientras tomaba su bolso de mano.

- Ni yo puedo creerlo. Estoy tan asustada como exitada por ello. Y me siento tan feliz de que puedas acompañarme. Mis familiares no han optado siquiera por venir a verme en los ultimos años. Aunque no es como si yo hubiese hecho algo para cambiar aquello.

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Los dias habian pasado consideradamente rapido. Ino levantó a su hijo en brazos y soltó una risa escandalosa mientras miraba el vano intento de Sakura por alisar uno de los pliegues mas rebeldes de su vestido.

- El matrimonio tiene momentos duros y otros muy buenos Sakura. -comenzó Ino.- Estoy segura que tendras uno bastante feliz. No es necesario involucrar en tu vida a quien no aporta algo positivo.
Y por favor, cuando este vieja y arrugada no me lo heches en cara con tu despampanante figura o tu cara sin arrugas. Porque te juro que podria golpearte, frentona.

Ino estaba comenzando a tratar de calmar su nerviosismo.

Sakura asintió con un tic ligero en el ojo. Pero su semblante se ensombrecio tras pensar en lo que aquello significaba.

Ino definitivamente envejeceria con los años.

- Vamos. No es para tanto. Vivire feliz y estoy muy agusto con la vida que tengo. No hay porque estar triste un dia como hoy. - dijo Ino, sonriendo. Respondiendo a la mirada triste de su amiga.

Sakura sonrió de vuelta.

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Las manos le temblaba y podía jurar que estaba sudando frio de los nervios que sentia acumulados.

¿Acaso estaba sudando realmente?

Sasori observó por octava vez consecutiva sus manos con nerviosismo. No, definitivamente no estaba sudando, pero sentia las manos tan frias de los nervios que aquella sensación se confundia con humedad.

Su padre, sentado desde las bancas delanteras de aquel gran salón lo miraba orgulloso y le enviava animos con la mirada.

El lugar estaba completamente lleno. La musica sonaba como alerta de lo que pasaria.

Y en la entrada del lugar, observó con anhelo a la mujer que caminaba cubierta por el velo translusido y brillante.

La mujer que amaba estaba ahi.

Realmente ahi.

Fin.