Capitulo | V |

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- Sinónimo de esperanza  -

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Por un momento su mente divago entre los difusos pensamientos que le abrumaban en supremasia, el clima sonaba tempestuoso y las nubes grises tras el cristal de la ventana no daban carta blanca a la situación. Durante un breve momento se dijo que aquello no podia ni debia ser real. Pero los meses habian pasado y con ellos poco menos de dos años de transcurso.

Froto su cien con acalorada añoranza.

Las paredes de un gris oscuro mezclado con la decoracion estetica del departamento le dieron la vista de un lugar solitario. De un apartamento para un soltero con dinero y lujos. Si, pero no vivia solo ahi, aunque lo pareciera.

La lluvia le dio un claro sentimiento de añoranza y tristeza digna de un humano promedio. Pero el no era humano, al menos. No lo suficiente.

La mujer en la habitacion principal yacia tremula he incordiosa, con los ojos cerrados y las voluminosas pestañas sobre sus mejillas. Vio su cabello, ahora largo, esparcido por las multiples y mullidas almohadas. Un suspiro salio de los labios rosados de la mujer y a el se le presento apetecible.

De nuevo.

Aquello le estaba moliendo por dentro. Y el silencio del lugar, acompañado por la respiración pausada de la mujer de cabellos rosas solo empeoraba la situacion que se presentaba en su ya inmoral mentalidad hacia ella. Por un momento se planteo el deseo que en contadas ocasiones habia visto nacer en ella. Pero contenidas de manera violenta en respuesta, ella se negaba a amarle, a verle como humano.

Y le dolia.

Le vio abrir los ojos y sonrió con calma. Ella lanzo un bostezo antes de frotar sus ojos con sutileza. — Pense que dormirias un poco mas. — Menciono.

Ella le vio y sonrio con las mejillas acaloradas.

Estaba segura que el hombre recargado en el marco de la puerta le miraba añorante, con un sutil destello de amor y paciencia. No eran una pareja de hecho. Pero sabia identificar al ahora dueño de su corazon. Tal cual, preso del miedo a sentirse incorde a la procedencia de Sasori, aun acunaba la vaga esperanza de sentirse realmente amada. ¿Debia decírselo? Se cuestionó. Y aunque aquello le pareciera una completa barbaridad, estaba dispuesta a enfrentarla.

El desayuno se presento agradable, ambos hacian un acorde perfecto al momento de actuar, de alguna manera. El sonido de la lluvia amortiguaba sus pensamientos al igual que los del hombre de cabello rojizo sentado a su lado en el sofa de color negro marfil.

— ¿Te sientes bien?. — Le escucho preguntar a Sasori.

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Kabuto entro a la oficina de manera absurdamente brusca pero la mirada en los ojos de aquel hombre frente a el era esperanzada.

Habia algo en el clima y la situacion que le daba buena espina.

Desde que habia llegado a la corporacion por la mañana sentia la renovación en el aire.

El hombre se presento frente a el con la tablilla de anotaciones tan comun en el y le vio soltar un gran suspiro debido a lo mucho que habia corrido para comunicarle la noticia.

— ¿ Y bien?. — Pregunto el hombre mayor. De cabellos rojos.

El otro. Frente a el le sonrio en cuanto recupero el aliento. — Lo encontramos señor. — Solto abruptamente. — Encontramos a su hijo.

En cuanto aquello fue mencionado, el hombre de cabello rojo se levanto de manera abrupta. Su mirada destello una orden silenciosa.

Kabuto asintió y salio enseguida. 
Su jefe era de temer y pocas palabras, pero debia cumplir con su trabajo y reanudar la investigación.

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Ino habia llegado al departamento de Sakura tras terminar su desayuno. Con los audifonos puestos y una amplia sonrisa tipica de ella. — ¿Me vas a dejar entrar o tengo que decirte la clave  secreta?.

Sakura le miro mal.

— Oh vamos. Sabes que es divertido cuando me sigues la corriente.— Continuó.

— Ambas sabemos que al jefe no le gustan los retrasos mujer. — bromeo Sakura mirando sus uñas desinteresada, pero sonriendo burlona.

Ino carcajeo y ambas entraron.

No estaba de mas decir que Ino habia madrugado aquel dia, que llevaba ropa deportiva y estaba sudando.
Las vacaciones habian comenzado para ambas, y aunque tenian solo una semana. Les sentaban de maravilla.

— En serio. Te juro que vi a Sasuke siendo todo un papi responsable en el parque frente al edificio Hichida. Aun no puedo creer que sea padre soltero con lo guapo que es. La mujer que lo dejo estaba ciega, o en verdad el Uchiha es un hijo de puta. —

— Oh vamos Ino. Ambas sabemos lo hijo de puta que puede ser. — Sakura desvio la vista hacia el pasillo,  queria evitar ese tipo de conversaciones, mas aun con Sasori dentro de su estudio con la puerta abierta. — En fin. Hay que preparar las cosas para la presentación en el planetario. —

Durante el ultimo año Sasori se habia vuelto vicepresidente en la compañia. Se encargaban practicamente de las edificaciones de la ciudad y cualquier nuevo diseño tecnológico que se pudiese implementar para generar ingresos mayoritarios. Habia estado demasiado ocupado en la construcción del planetario y ambas chicas habian ofrecido ayudarle con cualquier detalle extra.

Aquel dia era la apertura, lo cual seria inevitablemente frustrante.

Ino se encargaria de la proyección artistica, patrocinada por su actual pareja, un artista en ascenso.
Sakura por su parte seria la guia por el ala medica del lugar. Instruyendo el conocimiento basico a los ejecutivos he inversionistas.
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— Diablos, dime que no vas a ponerte eso.— señalo con asco el vestido gris con cuello peter pan de Sakura. — ¿Que sigue? ¿Tomar veneno despues? Wednesday Addams.

Sakura bufo.  — No entiendo tu amor a criticar mi ropa.

— Es que, tienes gustos horribles.

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