Capítulo 3.

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Ashley.

15 minutos después llegamos a el hospital de terapia. Y me dejó de nuevo ahí, esta vez sí estaba completamente sola, nadie había llegado aún. Saque mi celular para ver la hora, y aún faltaban 15 minutos, ¡Genial!.
Me quedé en silencio, cuando una mano tocó mi hombro e hizo que me sobresaltara del susto.
Era Daniel, al ver mi cara de susto soltó una carcajada que hizo eco en la sala, e hizo que yo sonriera un poco.

–Tranquila, no te haré daño. — Y seguía riendo.

–Lo siento, es solo que no te ví llegar. Me tomaste por sorpresa. —Le dije sonriendo.

Me miró por unos minutos, y sus ojos tomaron un brillo desconocido.

–Lo sé, pero tranquila, de verdad no te haré daño. Sólo quería hablarte.—Hubo un largo silencio, de mi boca no salió ni una miserable palabra, y me abofete mentalmente. —Quería decirte que lo que dijiste, de alguna forma me pareció bueno, me refiero a que, nunca lo habría escuchado mejor.

–Pues supongo que gracias, la verdad es que no sé por qué lo dije, no soy la persona adecuada para decirlo, ya que igual soy insegura, es estúpido lo que dije.

–Supongo, que solo sentiste la necesidad de decirlo, como si te hubiese entrado esa pequeña frustración.

–Quizá y si, sólo que de igual manera me resultó extraño decirlo, cuando también soy así. —

Hubo un momento de silencio, y entones se sentó a un lado mío.

–Te ves muy bonita hoy. —Dijo sonriendo. —Es decir, ayer también te veías bonita, pero hoy más.

Lo miré por encima de mis pestañas, aún estando sentado era más alto que yo.

–Gracias. —Dije sonriendo.

–¿Quisieras salir después de la terapia de hoy?—Pregunta nervioso.

Lo dudo por un momento, pero acceso, después de todo no creo que sea mala idea.

–Claro. —Digo sonriendo.

Antes de que empiece la terapia, me dispongo a mandarle un mensaje a mi papá para avisarle que no venga por mi.

«Papá, uhm, es raro, pero saldré con un chico de aquí de la terapia, llegó más tarde a casa, los amo.»

No pasa ni un minuto cuando tengo la respuesta de papá.

«Vale, sólo cuídate mucho, y queremos conocer a ese chico. Te amamos, divierte cielo.»

Creo que parezco estúpida sonriendo ampliamente, incluso Daniel lo nota, y enarca una ceja.

–¿Todo bien?—Pregunta.

–Todo bien. —Suelto una risita.—Es sólo que mi padre me dijo que si.

Sus ojos azules toman un brillo desconocido, pero me gusta.

–Genial, entonces, descarta cualquier otra cosa que quizá tengas que hacer. Hoy tiene una cita conmigo, señorita.

–Perfecto. —Digo sonriendo.

La terapia comienza, pero no puedo evitar mi sonrisa. Aunque estoy un poco insegura.

                                    ~🌼🌼🌼~

Daniel.

Cuando la terapia termina, salgo de la sala junto con Ashley. No me pasa desapercibido su miedo, incluso siento que fui muy rápido. Pero no importa, quiero hacerla sentir bonita hoy.

–¿Quieres ir por un helado o algo de tomar? —Digo y ella fija sus ojos en mi, está un poco sonrojada, tan bonita.

–Uhm, un helado está bien. —Dice una sonrisa tímida.

–Perfecto. Conozco unos muy buenos cerca de aquí.

–Entonces te sigo. —Suelta una risita.

Caminamos unos minutos, compramos el helado, y lo comemos, mientras hago chiste estúpidos, solo con la intención de hacerla reír, y que por un momento olvide sus problemas, me alegra saber que al menos eso puedo hacer.

–Te ves muy hermosa riendo. —Digo mientras ella acomoda un mechón de cabello atrás de su pequeño oído.

–Muchas gracias. —Dice sonrojándose. —Eso solo me lo habían dicho mis padres, creo que es un poco raro que un chico me diga eso. No estoy acostumbrada a ello, pero es lindo de tu parte.

–Supongo que deberías acostumbrarte a ello, todos los días te lo diré para que no se te olvidé. —Le sonrió. —Además, ¿Quién dejaría pasar tu belleza? Estúpido el que lo haga.

–No lo sé, no me parece que sea muy bonita, como para apreciación. —Se encoge de hombros.

Detengo mis pasos, y tomo su pequeña mano, no pasa desapercibido que ella está nerviosa. Pero aún así me mira.

–Ashley, eres hermosa en todos los sentidos, no deberías sentirte insegura de tu físico. Eres hermosa así tal y como eres. —Hago una pausa. —No sé quién, o qué, hizo que desconfiaras tanto de ti. Pero lo que si sé, es que no debería importante en lo más mínimo, es decir, creo a ninguna chica debería importarle eso. El chico que la ame debería estar muy orgulloso por tener alguien así en su vida.

Suelta un suspiro cansado.

–Se que no debería importarme la opinión de los demás. —Susurra sentándose en una pequeña banca. —Pero, por más que lo intentó, por más que intento que no me afecte ningún comentario sobre mi cuerpo, simplemente no puedo dejar de sentirme insegura, siempre seré así supongo. —Sus hombros caen en derrota.

–No, no siempre serás así, solo necesitas confiar más en ti misma, y darte cuenta de lo hermosa que eres.

Me sonríe, y por alguna razón mi corazón se calienta ante eso. ¿Joder que me está pasando?

–Aún no entiendo porqué tu exnovia no te valoro. Eres un gran chico y muy tierno. —Dice riendo.

–No lo sé. —Digo encogiéndome de hombros. —Quizá se cansó de que siempre la tratará bien.

–Nadie se cansa de eso, a menos que le guste que lo traten como basura.

–Supongo que si. —Un largo silencio nos acompaña por unos segundos. —Pero, no estamos aquí para hablar de mi exnovia —Digo riéndome. —Estamos aquí para divertirnos, y olvidar un poco de nuestros problemas ¿No?

–Si, es cierto, lo siento.

–Ven, te acompaño a tu casa.

Duda un momento, pero cede después de unos segundos.

–Si. —Dice sonriendo. —Uhm, papá dijo que quería conocerte. Es algo raro, ya que no somos novios o algo así. —Ríe.

–Supongo sólo quiere cuidarte. —Muerde su labio por los nervios. —Tranquila, puedo con esto. —Me rio.

–Bien.

                                        ~🌼🌼🌼~

Por mí mente pasaban tantas cosas ¿Cómo una chica tan preciosa, tiene que ir a una terapia de depresión? ¿Qué habrá pasado para que eso sucedería? Muchas preguntas pasaban por mí mente, pero creo que era muy pronto para preguntarselo, quizá con el tiempo tenga la confianza para contarlo, y sino es así, no tengo que obligarla a hacerlo, es su decisión y no voy a forzarla a nada, aunque tengo que admitir que esta chica me parece un tanto interesante.
Y para su mala suerte soy un chico tan curioso.
Me encantaría conocerla más, poder ayudarla, poder ver esa sonrisa siempre, desde el primer día que la ví  entrar por aquella puerta del edificio de terapia, atrapó mi atención, es una chica seria, timida, hermosa, y sus ojos, son tan, tan preciosos. Si Ashley me estuviera viendo, notaría que casi se me sale la baba, gracias a Dios estaba viendo el cielo. Se que es tonto eso del "amor a primera vista", pero joder, ¿Cómo no hacerlo?

Sólo tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora