Daniel.
30 minutos más tarde, seguimos caminando, es de noche, y hace un poco de frío, agradezco que ambos traemos suéter, más sin embargo, ella trae vestido, y de cualquier manera le da frío, haciendo que tiemble un poco, haciendo que suelte una carcajada.
Ashley frunce el ceño.
–¿Qué es tan gracioso? —Pregunta confundida.
–Estas temblando. —Rio. —¿Quieres mi suéter?
–Oh, no. Ya estamos por llegar. —Sonríe. —Estoy bien, tranquilo.
–Bien. —Digo, devolviéndole la sonrisa.
Seguimos caminando por las calles, que por un momento parecen hacerse un poco más frías, observó a Ashley, quién ahora tiene las mejillas rojas por el frío. Ella fija sus ojos en mí, y me sonríe. Incluso con las mejillas rojas se ve hermosa.
–¿Listo? —Dice, haciendo que abandoné mis pensamientos.
–¿Llegamos? —Pregunto nervioso.
–Si. —Ríe al momento de notar mi expresión. —Estaré cerca, descuida.
Asiento, pero sigo sintiendo los nervios carcomer mi estómago.
Entramos a su casa, y de inmediato siento lo cálido que es aquí adentro.
Ella corre a abrazar a sus padres, sé que lo son, por el parecido a ella, y porqué no hay nadie más en la sala.
Su padre me mira, y esto no está ayudando con mis nervios. Ashley nota lo incómodo que estoy, y se acerca a mi, haciendo que de alguna forma me sienta mejor.–Mamá, papá. —Dice rompiendo el incómodo silencio. —Él es Daniel, el chico con el que salió hoy.
Ambos me miran, no sé cómo explicar la manera en que ambos me miran. Pero repentinamente me siento más relajado.
–Hola. Un gusto conocerlos señores.
–Ashley... —Dice su madre, al momento en que se acerca a mí. —El es muy guapo.
Miró a Ashley quién ahora está roja como un tomate, lo cual me parece tierno, tan hermosa.
–Mamá. —Chilla.
–¿Qué? Es muy desagradable no decir la verdad, cielo. —Dice su madre.
–Gracias, señora. —Digo con una sonrisa tímida.
–Oh, no cariño, no es nada.
–Gracias por traer a nuestra hija a casa, un gusto conocerte. —Dice su padre, su expresión ruda, cambia a una sonriente.
–No es nada, la invite a salir, y tenía que traer la a casa, fue un placer traerla a su casa, señor.
–¿Te gustaría quedarte a cenar? —Dice su madre muy contenta.
–Me encantaría señora. —Miro a Ashley, quién sigue roja. —Pero, tengo que irme, mi madre me espera.
–Oh, entiendo. —Dice su madre, decepcionada.
–Quizá en otra ocasión. —Digo sonriendo. —Ahora debo irme.
–Te acompaño a la puerta. —Dice Ashley.
Asiento, me despido de sus padres, y segundos más tarde juntos salimos de su casa, pero está vez tendré que regresar sólo.
Nos paramos en el porche de su casa, está frente a mi, y puedo notar cada pequeña facción de ella, incluso las que algunos llamarían "imperfecciones", pero que para mí, no es nadamás que absoluta perfección, en todos sus jodidos sentidos.–Gracias por la tarde de hoy, y por traerme a casa. —Dice con voz ronca.
Me acerco un poco a ella, y coloco un mechón de cabello detrás de su pequeño oído.
–No es nada, fue un placer haber pasado la tarde contigo.
–Mañana te veo entonces. —Dice sonriendo dulcemente.
–Claro que si. —Digo respondiendo la sonrisa.
Giró sobre mis talones, pero la voz de Ashley me detiene en seco.
–¡Daniel! —Grita.
–¿Sí?
–Gracias por al menos hacerme ver, que no todo en la vida es un carajo.
No respondí nada, porque realmente no sabía que decir, solo le sonreí levante mi mano, y me despedí. Ni siquiera necesitaba darme las gracias, ella sola podría darse cuenta de que no todo es un carajo, solo era cuestión de tiempo para que se dieta cuenta, más sin embargo, me alegra el ser un empujón para que pudiera notarlo, quizá no era como tenía que ser, pero me alegraba el echo de estar ahí.
~💗💗💗~
Después de una hora de caminar por la calles, frías y oscuras, llegué a casa, mamá estaba preparando la cena, y olía delicioso.
—Hola mamá.—Dije desde la puerta de la cocina.
—Hola cariño, por fin llegas. ¿Qué tal tu día? ¿Por qué llegaste tan tarde hoy?—Me dice, sin quitar los ojos de lo que está haciendo.
—Estuvo bien, llegué tarde porque salí con una chica, perdona si no te avise, es que realmente no planeaba que pasará.
Maná apaga la estufa y luego de un par de segundos me mira.
—¿Con una chica? Hace mucho que no escuchaba que dijeras que habías salido con una chica.—Dice con la cara llena de alegría.
—Si, bueno, asiste también a las terapias, la conocí ahí, y me pareció muy linda, solo quería hablarle, pero cuando menos espere, ya la había invito a salir.—Dije con tono nervioso, no estaba preparado para esta conversación tan pronto.
—¿Acude a las terapias? ¿Ya sabes el porque asiste ahí?
—La verdad no mamá, y no pienso pregúntarle, a menos de que ella me lo quiera contar, no me gusta forzar, ya sabes.
—Esta bien cariño, lava tus manos para cenar.
Hice exactamente lo que me dijo, lave mis manos, y luego ayude a poner la mesa, en casa solo estamos ella y yo, mi padre nos abandono cuando yo solo tenía 9 años, desde entonces mi madre a sido el mejor padre y la mejor madre para mí, no puedo pedir nadamás que tenerla a ella con bien siempre, mamá es mi fuerza para seguir adelante, para seguir de pie, es mi pilar, y mis ganas de vivir, sin ella son nada absolutamente. No soy quien para juzgar a mí padre, pero espero que nunca regresé a nuestras vidas, no quisiera ver a mi mamá destrozada una vez más por ese hombre, está vez no se que pasaría si lo llegará a pasar, soy capaz de todo por ella, solo quiero verla feliz, y se muy bien que con el no lo será nunca, porque ese hombre no merece a una mujer como mi madre, ella merece mucho más, no merece que la quieran a ratos.
30 minutos después, terminamos de cenar, voy a mí habitación y me lavo los dientes, me pongo ropa para dormir, y luego voy a la habitación de mamá para darle las buenas noches, una vez hecho esto, regreso a mi habitación, tomo mi celular, y comienzo a revisar Instagram. Hay una sugerencia para seguir a una chica, entro al perfil, y... Es ella, es Ashley, quisiera decir que no fue mi impulso, pero lo fue, mi impulso hizo que la comenzará a seguir, y realmente no me arrepiento. Apagó mi celular, y me acomodo para dormir, después de 15 minutos lo logro.
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Sólo tú.
RomanceSi no dejas el pasado atrás, no podrás vivir tu presente. Extiende tus alas y aprende a volar de nuevo, se quién eras antes se feliz.