Capitulo 5. Lluvia.

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Las gotas caían una a una chocando en la ventana, el frío se estaba agravando puesto que estaban en la entrada de otoño por lo cual las lluvias no se hacían esperar en Inglaterra.

Amelía se removió entre las sabanas de su cama tras escuchar "La macarena" resonar por todo su cuarto. Con pereza tanteó en el buró encontrando así su teléfono.

Contestó sin ver quien llamaba ya que sabía perfectamente a que persona le había concedido aquel pegajoso tono.

- Dariel -formulo aun con sueño.

- ¿Sigues dormida?... Sabes que, no me contestes. No podré salir hoy contigo porque tuve algunas cosas que hacer -habló rápido el hombre tras la bocina sin dejarla contestar.

Esto hizo que se le bajara un poco el animo a la castaña.

- Llevo meses sin verte -murmuró levantando de la cama. Aquella noticia le había quitado el sueño de sopetón.

- Lo se -callo como si pensara en algo -tal vez pueda verte la semana que  viene y...-

- Me encantaría ! -

Recibió una pequeña risa por respuesta.

- Bueno Kore, paso a tu trabajo en una semana -y sin mas colgó.

Amelía no pudo evitar gruñir tras escuchar aquel apodo que le había otorgado Dariel años atrás.

Se encogió de hombros para cambiarse por algo cómodo para estar en casa. Hoy no trabajaría, tenia los sábados y domingos libres, estos solía ocuparlos para salir pero tras la negativa no tenia plan alguno.

Se decidió por unas mayas rojas sencillas y una camiseta larga blanca de manga larga. Dejo su pelo suelto ya  que no entraría a la cocina.

- donde esta ese condenado
zapato -buscó un tanto molesta. No era la mujer mas ordenada, siempre tenía que pasar la ardua pelea de buscar algo en las mañanas.

- Te tengo ! -

Sonrió triunfante recorriendo la cortina de su ventana ya que  estaba tras esta. Pero su vista se fijo en un punto fijo en el gran patio de la Wammy's  House's.

- Riusaaky -

La de rizos podía jurar ver un semblante melancólico en el hombre incluyendo la taciturna mía que lo envolvía.

Se sintió preocupada. Y sin pensarlo tomo su paraguas y botas de lluvia dejando a un lado el ya no tan ansiado zapato.

...

Tras otra noche en vela( como era de costumbre para el)
La visita de la cocinera lo había dejado un tanto sorprendido  ya que no podía evitar cierta calma, escucharla hablar; en un principio nerviosa le pareció en su momento fascinante, claro que dieron las 10:30 y ella se tuvo que ir por demostrar su cansancio con uno que otro bostezo dejándolo nuevamente solo, ahora se encontraba bajo la lluvia en plena tormenta en medio día.

El agua caía sobre su rostro.

No podía evitar nuevamente que su mente le hiciera una mala jugada.
Quería relajarse, mas no podía.

Recordaba aquel día.

Perfectamente.

Aun vivaz, como si se tratase de una lenta tortura.

El día de su "ejecución" y muerte de Watari.

Las campanas.  Aun podía escucharlas. Esto era un mal augurio o simplemente su castigo por dejar morir a quien podía entenderlo por completo.

Cerro los ojos en un intento de apaciguar la culpa.

Sabia que estas reacciones emocionales no le llevarían a algún lado. Debía mantenerse con la mente fría o si no juraría que podría perder la cabeza en cualquier momento.  

Escucho el chapoteo del agua como si se tratase de pasos, volteo encontrándose con Amelía a un lado de el portando un paraguas como protección de la lluvia. Esta le veía con una leve sonrisa y mirada confundida como si le preguntase "¿Que haces afuera con este aguacero?"

- hola -se decidió a hablar la joven mientras fijaba su vista al cielo como lo estaba haciendo el hace unos momentos - esta algo oscuro para ser de día no crees?  -

Lawliet asintió dándole la razón, aun no entendía porque ella estaba afuera acompañándolo.

- Oye riuzaky -el pelinegro no dejo de verla en ningún momento.

-De pequeña me gustaba salir a jugar en la lluvia con mi
hermano - comento ahora volteando a el - Pero ahora me gustaría mas tomar un café mientras platico con alguien -

Nueva mente sonrió.

Elle no pudo evitar mirar a otro lado. ¿Que era esto? ¿Nervios?
Podía asegurarlo, su corazón estaba latiendo tan rápido que pensó por un momento que le daría una especie de taquicardia.

Dejó a un lado sus pensamientos al ver como la sombrilla de la chica salia volando por el fuerte soplo del viento asustando la, Amy no pufo evitar soltar un leve grito al sentir como todo su cuerpo se empapaba.

Ahora Lawliet si tenia razones para voltear.

-¿Que sucede?- pregunto esta tras ver su reacción, el mayor veía a otro lado levemente sonrojado (inserten imagen de la portada xd).
Cayo en cuenta al sentir su camiseta pegada al cuerpo, bajo sus vista, estaba transparente dejando ver un lado sostén negro con toques de encaje alrededor de las copas.

Inmediatamente se tapó con las manos y tras maldecir mentalmente el haberse puesto algo tan provocativo ese momento sintió su cara enrojecer por la vergüenza.

La tormenta se estaba agravando y ya no era seguro que siguieran a fuera.

- creo que debemos entrar -formo el pelinegro al fin intentando ignorar el momento que se había tornado un poco incómoda para los dos. La joven asintió y sin más entraron a la casa por la puerta trasera que da a la cocina.

Al estar adentro se miraron por un momento. Como si quisiesen decir algo.

-Eh...yo...-

- deberías cambiarte si no quieres sufrir un resfriado - interrumpió Elle hablando como si no hubiese pasado una extraña situación momentos atrás. Cierto albino estaba parado a un lado del refrigerador a espaldas de la castaña.

- si...tu también deberías hacerlo -

El mayor le tomo la razón tomando paso a su cuarto, paro en seco antes de salir por el umbral de la puerta.

- Riuzaky -

Amelia lo había llamado, estaba atrás de el a unos cuantos pasos.

- Me preguntaba si podríamos tomar un café en la biblioteca - bajo la vista dándose ánimos a ella misma - en una hora - cerro los ojos conteniendo la respiración para revivir respuesta.

- Claro, sería un placer -

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N/A:

EH.... Que les puedo decir.

Necesito que me digan si me estoy apegando a la personalidad de Lawliet !!

Por favor. D:

Siento por un momento que no lo hago.

Sin mas que decir.

Gracias por leer.

-ELEONOR1224

Sentimientos Nuevos. (L, Lawliet) EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora