-Vanderwood, por favor no te alteres, él está bien, sólo fue un accidente pero no sufrió ningún daño grave. - Zen intentó calmar al pelimarrón, poniendo sus manos sobre el pecho de Vanderwood en un vago intento por detenerlo de que avanzara hasta la habitación en donde estaba su novio.
Sin embargo, la fuerza de Hyun no fue suficiente para frenar al chico de rasgos andróginos, puesto que en un par de segundos forcejeando, ya estaba entrando a la habitación de la clínica, notando a su chico pelirrojo vendado en la cabeza, parte de su cara y sobre todo en el cuerpo.
-¡Seven! ¿Estás bien? - Rápidamente se le acerca para tomarlo por las mejillas con cuidado y lo examina detenidamente, aún no le decían el tipo de accidente que tuvo su pareja y verlo en ese estado lo inquietaba más.
Se esperaba de todo; un intento de secuestro, algún atentado con explosivos, o incluso un tiroteo.
Se esperaba de todo menos lo que le mencionó Hyun en cuanto ingresó a la habitación cerrando la puerta tras él. - Seven estuvo en un accidente de mutación, por ahora no puede hablar y está vendado para proteger sus nuevas alteraciones físicas.... P-pero no es para tanto, dijeron que el efecto se revertiría en un mes. - Dijo esto último con rapidez, luego de ver al pelicafé algo tenso mientras se quedaba mirando fijamente los orbes ámbar de Luciel. Vanderwood creía que las mutaciones serían algo así como: piel escamosa, un tercer ojo o algo relacionado a esas películas que le gustaba ver junto a su novio. Sin embargo, lo que notó fue que la mutación correspondía a la de un felino con todas sus cualidades físicas: orejas, cola y bigotes, al menos eso fue lo que le mencionó el albino luego de que comenzara a estornudar producto de su alergia a los mininos.🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾
Luego de que le dieran el alta a Seven, Vanderwood llevó a su pareja hasta su casa en absoluto silencio, el pelirrojo aún no decía palabra alguna y eso le incomodaba un poco al chico de cabello marrón, ya que no sabía a ciencia cierta si Saeyoung quedó mudo o simplemente guardaba silencio por alguna extraña razón.
Al estar en casa denuevo, el pelirrojo olisqueó el lugar, meneando su cola de un lado al otro y echando sus orejas hacia atrás algo tenso, notaba el aroma de algo perturbadoramente conocido, sin embargo no recordaba de donde llegaba ese aroma hasta que vió a un cachorro de Shiba inu correr hacia la pareja, Saeyoung se engrifó y le comenzó a gruñir al can, erizándose por completo y pegándose a su novio.
-Hey, tranquilo, es pepper, nuestro perrito, no te va a hacer daño. - Intentó tomar al cachorro en brazos para que no abrumara al pelirrojo mientras este continuaba gruñendole al pobre animal, cuando el chico gato notó que el perro no estaba cerca, se fue hasta el living, sentándose en el sofá y prendiendo la televisión para ver algo mientras tanto.
Vanderwood optó por ir a dejar al cachorro al patio, rompiéndole el alma al ver su carita de tristeza y oirle gimotear en cuanto cerró la mampara de vidrio, pero necesitaba cuidar de Seven ahora y no quería que alguno de ellos saliera lastimado por algún error suyo.
Ya de vuelta, se sentó en el sofá junto al pelirrojo, observándolo detenidamente y con algo de curiosidad acercó su mano al cabello del chico, acariciando entre sus orejas.
Logró sacarle varios ronroneos al menor hasta que este al parecer se hartó de los mimos y le mordió la mano. - ¡Seven! - Se quejó, apartando la mano de inmediato para observar la marca de los dientes del chico gato, le había dejado bastante marcados sus dientes el desgraciado.- Como vuelvas a hacer eso, te dejo durmiendo en el patio con el perro. - Amenazó a su novio, mirándolo algo molesto. Sin embargo, al pelirrojo le dió igual, ya que siguió viendo la televisión como si nada hubiese ocurrido.
Intentó nuevamente hablarle para averiguar si el chico estaba mudo o guardaba silencio, por lo que le llamó chasqueando sus dedos. - Seven, hey.
El chico se giró y al notar sus dedos moverse con rapidez, sus pupilas se dilataron y emitió un muy tenue maullido antes de brincarle encima e intentar morder su mano denuevo.
Confirmado, el pelirrojo maullaba y por eso estaba en silencio.
[Mismo día, en la madrugada]
Vanderwood ya no daba más, no soportaba los maullidos de Seven por querer salir de la habitación pese a que seguía siendo un humano, fácilmente podía abrir una puerta, pero allí estaba, sentado frente a ésta maullando con todas sus fuerzas para que el castaño le abriese.
Retiró las sábanas hacia atrás y se puso de pie, chocando con la mesita de noche que estaba a su lado en cuanto quiso ir hasta la puerta para abirle a Seven. Maldijo por lo bajo mientras cojeaba al caminar, al llegar a la puerta, abrió y se dió media vuelta para volver a dormir, sin embargo poco le duró la tranquilidad en cuanto Seven salió a hacer quién sabe qué, ya que escuchó algo quebrarse en la sala, por lo que tuvo que levantarse nuevamente y salir a mirar qué es lo que había sucedido.
Al llegar a la habitación, se dió cuenta de que todas las figuritas que su novio coleccionaba estaban en el suelo. Saeyoung estaba junto a estas y pateaba una pieza de ellas por el lugar, corriendo tras ésta.
-Seven, no hagas eso. - Se quejó, agarrando la pequeña pieza luego de que el pelirrojo lanzara dicho objeto cerca de él, se acercó al minino y le tomó de la mano para levantarlo, sacudirle el polvo del pijama y llevarlo consigo hasta la habitación, no sin antes dejar las figuritas en su lugar. - Espero que este mes pase pronto, si te portas como un niño malcriado en tu forma normal, ni me imagino como serán los próximos días. - La verdad es que no sabía siquiera si le estaba entendiendo o no, aunque le daba igual, siempre se quejaba con él de cualquier cosa.
Al llegar a la habitación, cerró la puerta y soltó la mano del pelirrojo. Se acercó a la cama y se acostó a dormir nuevamente, sin cerciorarse de que el chico se acostara a su lado, sin embargo esto no fue necesario ya que Saeyoung lo hizo por su cuenta, acurrucándose y ronroneando junto a él.
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𝑭𝒂𝒊𝒍𝒆𝒅 𝑬𝒙𝒑𝒆𝒓𝒊𝒎𝒆𝒏𝒕 [R+18] ~Vanderwood X Seven~
FanficSeven no debió meterse donde no lo llamaban. Tras un fallo en una máquina que estaba ayudando a programar, terminó con características felinas; orejas, cola y pequeños bigotes. Pero lo más preocupante (al menos para Vanderwood) es que no desarrolló...