Purrr (2/2)

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Ya habían pasado dos semanas.
Dos semanas en las cuales tuvo que enseñarle a Seven las normas básicas para que no echara la casa abajo, ya que el minino sólo corría y dormía por todos lados, incluso a veces lo pillaba durmiendo arriba de la mesa de la cocina.

Ya era de noche y ambos estaban en la cama, el pelirrojo metido entre los brazos del castaño mientras este le acariciaba la cabeza y tras sus orejitas, oyéndolo ronronear con fuerza. Vanderwood estaba exhausto, estar cuidando de Saeyoung y el perrito era muy agotador, ambos a veces peleaban o jugaban muy brusco, por lo tanto en muchas ocasiones tuvo que quitarle al chico gato de encima al pobre can.

Estaba sumido en sus pensamientos hasta que sintió al chico frotarse contra él, notándolo muy insistente, e inclusive le comenzó a acariciar por bajo del pijama, causándole escalofríos.

-¿Saeyoung? ¿Q-qué estás haciendo? - Susurró, tomando la mano del pelirrojo para apartarlo de él, algo que no funcionó, puesto que el chico gato se puso sobre su cuerpo, apresándolo contra el colchón.
Ya que el pelirrojo aún no podía contestar, solo maullaba, omitió seguir haciéndole preguntas, puesto que su novio sólo se dedicaba a mover sus caderas y su cola contra él, ronroneando y maullando de una forma muy extraña.

-S-seven, basta, no estás consciente de lo que haces, quítate. - Intentó con todas sus fuerzas quitárselo de encima, pero todo fue en vano, puesto que el minino se levantó y se quitó el pijama, quedando desnudo frente a su novio. Relamió sus labios y agachó sus orejas mientras se inclinaba sobre el castaño para pasar su lengua sobre los labios del chico, intentando pedirle que abriera su boca sin pronunciar palabra alguna, cosa a la que obviamente Vanderwood se negó, corriendo la cara, sin embargo esto no desalentó al chico-gato, este continuó frotándose contra el regazo de su pareja, logrando sofocarlo a tal punto de oírle jadear casi como un perro.
Oírle de esa forma sólo causó que Saeyoung sonriese mostrando los pequeños colmillos felinos que poseía y se frotara con mayor entusiasmo contra la notoria erección que cargaba el castaño en ese momento.

-S-seven, detente. - Jadeó, mientras intentaba vagamente sacar al felino de encima, a pesar de todo, el chico al estar tan agotado apenas podía levantar sus brazos, así que luego de forcejear un rato, cedió ante la presión y dejó que el pelirrojo se entretuviera tanto como él quisiera con su cuerpo. Luego ya se las iba a pagar.

El chico de lentes, al ver que su presa ya no estaba intentando sacárselo de encima, procedió a rasgar poco a poco su pijama, dejándolo tan al natural como estaba él mismo.

Ronroneó agachándose poco a poco frente a la erección de su querido novio, tomándola entre sus manos para así poder lamerla desde la base hasta la punta, logrando causarle un fuerte espasmo a Vanderwood en el momento en que hizo eso.
Alzó la mirada para ver si el chico no se había molestado o algo, pero lo único que pudo apreciar fue que Vanderwood estaba con los ojos cerrados y su labio inferior atrapado entre sus dientes, por lo que lo tomó como señal para proseguir.

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Su cola se meneaba de un lado al otro, sentía una leve sensación de humedad entre sus piernas cada vez que oía gemir o jadear a su pareja gracias a sus movimientos con la lengua y sus leves ronroneos, los cuales de seguro estaban causando estragos en el cuerpo de Vanderwood cada vez que bajaba su cabeza por toda su longitud.

Bajó una de sus orejas al notar las manos del chico sobre su cabeza, éste le agarró por el cabello y empujó un poco contra él para acabar corriéndose en la boca del minino, el cual no dudó ni un segundo en tragarse aquel líquido espeso y levemente amargo, sin embargo aquello no le dió asco ni nada por el estilo, de hecho, le había causado tanto placer que se sentía mucho más húmedo que antes.

𝑭𝒂𝒊𝒍𝒆𝒅 𝑬𝒙𝒑𝒆𝒓𝒊𝒎𝒆𝒏𝒕 [R+18] ~Vanderwood X Seven~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora