Mi padre estaba ahí detrás... Se notaba en sus miradas que se conocían desde hace mucho y que había suficiente confianza...
-Veo que conoces a mi hija, Caroline.
-Sí, la encontré en la cabaña.
-JEFF-le grité, joder mi padre me matará.
-¿La ca-abaña-ña?
Vaya a mi padre le ha dado un tic, mi madre me había hablado de que hace años les daba continuamente pero... nunca lo había visto con tics, ni tan nervioso.
-Caroline, entra en casa.-dijo mi padre recuperándose.
Yo no hice casi y me puse enfrente de Jeff.
-¿Alguien te ha dado permiso para matar en MI jardín?
-No lo necesito, preciosa.-dijo sonriendo acariciando su cuchillo.
-Caroline, entra ahora mismo.-me ordenó frío Toby.
-Sí, lo necesitas. No eres más que un simple asesino de pacotilla, del que unas chicas babean.
-Yo te prefiero a tí.-se pasa la lengua por su labio inferior.
-JEFF NI TE ATREVAS.
-Joder Toby, no pude tener nada con su madre... prestamela.
-¿¡PRESTARME!? ¿QUÉ TE CREES QUE SOY? ¿UN OBJETO?
-Algo así.
Saqué las mini-hachas de la mochila y aquí empieza la guerra.
-Has heredado el hafán de las hachas de tu padre.
-Deberías hablarme mejor apartir de ahora.-lo amenazo dando círculos lentos arrededor del jardín al mismo tiempo que él.
-Venga, Caroline Rogers... mátame. Sorprendeme, excítame...
Ni rastro de mi padre, solo mi respiración agitada y yo. Aprovecho un pequeño despiste suyo y me abalanzando sobre él, le doy en la cabeza con el mango del hacha y el grita de dolor, me coloco encima de él y no un pequeño bulto bajo sus pantalones.
-ERES UN CERDO.
-Lo has provocado tú, preciosa...
-Fin del juego para tí, Jeff...
Estoy alzando mi hacha para clavarsela en la frente, pero cuando voy a bajarla alguien me la quita.
-OYE! QUE ES MÍA.-me giro y es Ben...-osea..., ¿puedes dármela?
-Caroline... no mates a Jeff, no vale la pena. Sería gastar energía.
-Pero...
-Hazle caso a tu Ben , pequeña.
MI BEN? Dios... mis mejillas estan algo ruborizadas y Ben me mira con vergüenza, me levanto de encima de Jeff y abrazo a mi padre... no se ve muy enfadado por mi escapada.
-¿Queréis entrar en casa?-Les ofrece mi padre.
-Por supuesto.-contestan al unísono.
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Llevamos un tiempo sentados en la mesa del comedor, mamá les ha servido una merienda y conversa animadamente con jeff , sobre cosas del pasado. Me fijo en que Ben está situado justo enfrente de mí, me mira mientras yo observo detenidamente cada fracción de su cuerpo que hay a mi vista. Su precioso pelo dorado con esos ojos negros, esa rara sonrisa y ese divertido atuendo como Link de Zelda. Me sigue mirando y me sonrie, cuesta imaginarse que sea un asesino, parece dulce. Pero bueno, yo también soy una asesina y tampoco es que se me note. La sonrisa que me ha dedicado me hace sonrojarme debilmente. Tiene una expresión tranquilizadora, me levanto y lo invito a dar una vuelta por mi vecindario, el acepta mi invitación y nos proponemos a salir por la puerta.
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Sangre Asesina
ParanormalA Caroline nadie le ha dicho que su vida, fuese a ser fácil con tanta sangre de por medio, jamás ha tenido a gente de su lado, ser la hija de un asesino no es un tema sencillo. Ella era una chica fría con ansias de muerte que no pretende despegarse...