En Busca De Los Recuerdos

Promesa de Hombre

"Te protegeré" Dijo Hiroshi con convicción.

"¿Eh?"

Cuando entendió el significado de esas palabras, Aki, que hasta ahora había estado callada, filtró esa voz sorprendida.

"Juro que te protegeré"

"P-Pero..."

"Iremos de viaje, conocerás el mundo dentro de esta cueva. Y si puedo regresar, te mostraré la superficie. Conocerás el sol y las estrellas, y la luna también."

"Pero yo..."

Aki intentó replicar con el fin de saber el significado del viaje, pero las siguientes palabras de Hiroshi la dejaron sin habla-

"Seremos amigos, por fin podrás salir de esta casa..."

Nunca nadie había dicho a Aki que la sacaría de esta casa, y mucho menos había tenido algún amigo, por eso estas palabras la dejaron sin habla.

"S-Si..." Respondió Aki avergonzada y con las mejillas teñidas de un ligero color rosa.

"Bien, entonces está decidido. Nos iremos de viaje."

"¡Si!"

Los dos salieron de lo que antes era la casa que fue mandada a volar por el viento de Aki, y fijaron su rumbo hacia la ciudad más cercana.

Para esto necesitaba la ayuda de un mapa que encontró, ya que Aki, aunque sea nativa de este lugar, no se le permitía salir de su casa.

Fijando su rumbo hacia la ciudad más cercana entonces, los dos partieron del pueblo natal de Aki.

"Bueno, entonces tendremos que ir hacia el noreste."

"Si, ahí esta la ciudad almira."

Aki llevaba el mapa, ya que Hiroshi no recordaba como leerlo.

"¿Y la distancia?"

"No sabría decirlo, pero considerando el tamaño de mi ciudad natal..."

Después de un pausa, Aki continuó.

"Unos tres días."

Hiroshi ni se inmutó por la respuesta, en realidad, el creía que la cueva fuese tan grande, sin embargo, vagamente recordaba que los viajes en la superficie solían durar incluso meses a pie.

Y con esto en mente, respondió-

"Vaya, esta cueva es más grande de lo que pensé. Pero no es ningún problema"

Respondió sin pizca de preocupación en su rostro, si embargo, eso cambió unos segundos más tarde.

"El problema es, que no tenemos comida. Posiblemente había comida en tu casa, pero ese viento mandó a volar todo alrededor."

Escuchando que por su culpa no tenían ni un poco de comido, Aki se miró arrepentida.

"L-Lo siento."

"Tranquila, no es tu culpa. Si no lo hubieses hecho, probablemente no estaríamos vivos."

La expresión de Aki se relajó un poco y se calmó, sin embargo recordó algo.

"Por cierto, olvide decirle que por aquí hay muchos animales salvajes."

Hiroshi frunció el seño ante tal declaración.

"Dices que hay animales salvajes, pero ¿no habías dicho que los animales son muy escasos aquí?"

La pregunta de Hiroshi era valida, si había problema con la ganadería debería haber pocos animales.