Te imagino.

333 42 8
                                    

Piper.

No podía dejar de pensar en Alex, y en la situación en la que la había dejado con esa otra reclusa, inmediatamente que la vi, me di cuenta de que era una drogadicta, y me aterraba el hecho de pensar que Al pudiera estar metiéndose en problemas, es que sería muy egoísta de su parte, hemos estado trabajando tanto para estar bien y por un futuro juntas, me da mucha rabia y tristeza ver que no quiere seguir adelante, que no quiere dejar esa vida atrás, ella cree que diciendo "Confía en mi" yo me voy a quedar tranquila, al contrario la cabeza se me llena de las peores situaciones, y pensar que debo esperar una semana entera para poder verla de nuevo y saber que sucedió, me llena de pánico. Estuve todo el corto camino a casa pensando en eso y al llegar no fue que pudiera pensar en otras cosas.

Estuve haciendo limpieza y ordenando algunas cosas de las clases. Pero realmente no podía dejar de pensar en Alex y en el miedo que sentía por pensar si quiera que pudiera seguir más tiempo alejada de ella.

Se hizo casi de noche, y me recosté en mi cama, estaba agotada pero seguía pensado en Al, las cosas en la prisión son muy duras, allí si haces algo te castigan y si no haces nada, también te castigan, por cualquier cosa corres riesgo de ser golpeada, encerrada en máxima seguridad o peor aún, asesinada por una reclusa; de pronto vinieron a mi mente los recuerdos del motín y me culpaba por no haber pasado más tiempo con ella como me lo pidió, y pensé en que casi siempre estoy pensando en mí, tenía un mal presentimiento, tenía un palpito en el pecho como un aviso de que algo grande venia.

De pronto mi teléfono sonó, era un mensaje de Instagram. Desde el primer momento presentí que era Zelda, y me negué a leer el mensaje, no quería, no debía. Deje el teléfono a un lado de la cama y decidí mirar televisión.

Alex.

De noche la prisión es como un lugar donde eres capaz de escuchar los pensamientos de tus compañeras de litera, yo por mi parte había corrido con la gran suerte de no tener compañera de momento, podía solo recostarme, cerrar los ojos, en ocasiones me colocaba las manos en el pecho y pensaba en Piper, en que estaría haciendo, en que habia cenado, la imaginaba cenando un tazon de frutas afordisiacas como solo ella las sabe preparar, luego la imaginaba colocándose su pijama no sin antes bailar para mi y luego besarnos apasionadamente, luego nos imaginaba a ambas acurrucadas la una con la otra y asi hasta despertar; era realmente doloroso pensar que aún faltaba tanto tiempo para poder dormir de nuevo con ella. Realmente la extrañaba, extrañaba su tacto, extrañaba un tacto, de un momento a otro pensé en la oficial McCullough, y pensé en esos días en los que tuve esa aventura con ella, sea lo sea que haya sido, me hizo sentir viva en esos momentos y asumo que así se ha de haber sentido Pipes igual, no puedo negar que disfrute con ella, pero Piper, Piper es diferente, a ella la amo y no puedo imaginarme sin ella, nunca.

Decidí cerrar los ojos, porque ya debían ser pasada las 11 de la noche y en pocas horas sonaría la alarma de desayuno, sabía que el día que me esperaba estaría intenso, sobre todo al llegar a la lavandería.

Piper.

Me había quedado dormida a eso de las 11 de la noche, pero por alguna extraña razón me desperté con mucha sed y cuando mire el reloj de mi mesita de noche, marcaba las 3:25 de la mañana, fui por un vaso de agua y me reincorpore a la cama, tome mi teléfono y vi la notificación de Instagram, la había olvidado, pensé en si leerla o no, como era posible que no podía obligarme a no leer. Entre a la página principal y fui a la parte de mensajes directos sin entrar, solo quería ver si era Zelda, y si, estaba en lo correcto era ella..las manos comenzaron a sudarme y el corazón me comenzó a latir con rapidez, creo que estaba teniendo un ataque de pánico, quería leerlo y a su vez quería borrarlo, al final termine leyéndolo aun sabiendo que eso lo sabría Zelda, y a decir verdad creo que hice mucho drama para nada, era solo un saludo, un saludo muy político y poco de ella a decir verdad "Hola Piper, espero estés bien y espero todo este bien por allá" Sabia que con "allá" se refería a Al. No sabía si contestar o no, y realmente creo que si lo haría, pero no ahora, quizás mañana o pasado o nunca.

Tome una almohada y la abrace, la abrace como si fuera Alex a quien tenía al lado y dormí profundamente.

Un Nuevo Comienzo. VAUSEMANWhere stories live. Discover now