Capítulo 3: reencarnación

83 5 0
                                    

La diosa reunió a sus amigas, se paró enfrente de ellas y les explico su plan.

-Eres idiota si piensas que vas a salir ilesa después de desafiar al cielo-

-Los humanos son seres egoístas y ambiciosos, por ello necesitan un guía, pero no arriesgaremos nuestras vidas desafiando al cielo, sabes lo peligroso que sería-

-Deberías pensarlo mejor, se cómo te sientes, pero no podemos hacer nada más que confiar que los humanos pueden arreglárselas ellos solos-

-Nosotras somos tus amigas, durante varios años luchamos protegiendo a los humanos, pero ahora la situación es diferente, si aun así quieres seguir no te detendremos, pero tampoco cuentes con nosotras-

Al final las cuatro diosas solo dejaron en evidencia sus deseos de no querer involucrarse, aunque la quinta diosa ya lo presentía. ya se les pidió ayuda dos veces, no lo haría por tercera vez.

La diosa ya estaba decidida, ella ira a la fuente de reencarnación y descendería al mundo humano en un nuevo ser.

La fuente de la reencarnación era utilizada solo por los humanos, aquellas almas que anhelaban otra oportunidad, aquellas que deseaban volver al mundo, aquellas que buscaban reencontrarse con alguien, todas esas almas iban a la fuente de la reencarnación para volver al mundo terrenal.

La diosa sabía que cuando él supremo dios se entere de su traición, irían en su búsqueda. Una vez ella utilice la fuente de la reencarnación, será más difícil que la encuentren, después de todo, como buscarla entre tantas bebes nacidas al mismo tiempo o eso es lo que la diosa quería pensar.

Normalmente, durante el proceso de sumergirse en la fuente se realiza un ritual, para que el alma humana no recuerde sus momentos vividos hasta ese momento. Aunque la diosa no realizo dicho ritual.

La diosa se sumergió en él agua. Cerro lentamente los ojos, se puso en una posición fetal y se dejó llevar por la corriente. Él agua era caliente y un poco burbujeante. Aquella sensación era agradable y se sentía muy cómodo. Era una sensación que ella jamás había sentido antes.

Lentamente ella comenzó a abrir sus ojos y al abrirlos pudo ver dos siluetas alrededor de ella.

- Mírala, nuestra hija es tan hermosa- escucho una voz que parecía ser de una mujer.

- Sí, ella saco su belleza de su madre- escucho otra voz de lo que parecía ser un hombre.

- Yo creo que saco los ojos de su padre- le contesto aquella mujer.

Con la vista clara y una pequeña sonrisa, la diosa pensó "ya veo estos son mis nuevos padres" haciendo que sus padres se embelesaran al ver los balbuceos de su adorable hija. La diosa se dio cuenta que tuvo éxito en su plan y ahora se encontraba en el mundo humano.

- Cariño, entonces ¿cómo la llamamos?- Dijo una voz masculina.

- La llamaremos Yin, ¿Te gusta el nombre?- Dijo la voz de una mujer.

- A mí también me gusta ese nombre- Dijo la voz masculina.

La diosa sonrió al escuchar su nuevo nombre y sus padres se alegraron al ver que a su hija también le gustaba su nuevo. "Mi nombre ahora es Yin, supongo que no es un mal nombre." Pensó la diosa, mientras estaba en el cuerpo de una bebe.

Reencarnación de la diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora