A tu disposición [CanMex/MexCan +18]

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Canadá había tomado un papel activo en el besó que estaban dándose en la sala del Mexicano

—Hey, wey, tranquilo, solamente ayer...— el canadiense no lo dejó terminar estampando sus labios fuertemente en él

México se relajó y dejó que él lo besará, sus besos reflejaban un gran amor y cariño, algo demasiado hermoso como para compararlo con sus aventuras anteriores

El bicolor norteamericano tomaba la cara del amante del picante como si fuera algo demasiado precioso para él

Ni siquiera habían terminado de entrar a la casa del tricolor cuando el canadiense lo besó y no lo soltó eso había comenzado todo

—Y yo soy el cochino— dijo cuando el de rojo y blanco lo dejó por un momento

Él que hablaba dos idiomas acerca al menor abrazándolo para poder meter sus manos adentro de la camiseta  para quitársela despues

El canadiense le gustaba verlo, el abdomen marcado del tricolor por las peleas que tuvo que enfrentar, era perfecto a sus ojos

—¿Qué?¿Tengo monos en el pecho?— preguntó sacando una risa de Canadá

—Eres tan hermoso— dijo como un pequeño suspiró

—Ay sí y soy el país más seguro del mundo— exclamó con tono irónico

—Eso no lo eres pero de verdad eres muy hermoso— con inocencia contestó

—Estas tan ceguetas, Canadá— dijo para luego ser besado por el mencionado

Canadá era seguramente más cariñoso y dulce que México así que le gustaba preparar a éste cuando le tocaba meterla

El de blanco y rojo sentó a México en su regazo para quitarle el pantalón y le bajó la ropa interior y empezó a estimular el miembro del contrario

—Para...solo mételo~— gimió mientras el canadiense le besaba el cuello y los hombros

—No— se negó con firmeza y bajó su mano a la cavidad más baja

Metió un dedo en él y sintió que estaba la mojado

Canadá lo puso frente a él, le gustaba mucho verlo cuando lo hacía y bajó su ropa para poder meter su miembro en él

Lentamente introdujo su sexo en el mexicano que jadeaba, se le daba tanto la posicion y se abrazó al bicolor que besaba su pecho mientras lo embestia

—Sí...sí... Canadá~— gimoteo lo que era como una hermosa música para el norteamericano mayor

Metió y sacó su pene del trasero del mexicano unas cuantas veces mientras a ratos también movía el miembro del tricolor

Después de 30 minutos por fin sentía terminar

—Yo... México~— alcanzó a decir antes de liberar su esencia dentro del latino que poco después también lo hizo

México se bajó del canadiense y se sentó en su sala, iba a hablar pero una llamada entró en su celular

Era USA y sabía que estaría muerto si no contestaba

—¿Qué onda? Gringo— preguntó con una sonrisa mientras el amante de la miel de Maple lo veía preocupado

—¡¿DONDE ESTA CANADÁ?!—le gritó casi dejándolo sordo

—Y dices que lo cuidas, gorda— dijo con arrogancia el tricolor

—¡ SÉ QUE TE ESTÁS APROVECHANDO DE MI MEDIO HERMANO!— gritó escandalizando todo

México alejó el teléfono de su oreja

El bicolor iba a hablar pero él de escudo de aguila lo paró —Yo lo arreglo Can— susurró

Esas palabras fueron calmantes para el de mayor altura

—Mira gringo, ¿Cómo sabes que esta conmigo? ¿No has pensado en otra nación que no fuera yo?¿Tanto piensas en mí?— preguntó con una voz pícara

—Ni que tuvieras tanta suerte— mustio enojado y un poco sonrojado

—Estas obsesionado conmigo, es más que obvio que sien...—

—¡¡CÁLLATE ESTÚPIDO FRIJOLERO!!— gritó escandalizando y colgó el teléfono

—Ya lo sabía— exclamó victorioso el latino

USA tenía una relación con Filipinas pero no podía de dejar de pensar en su amor de la segunda guerra mundial; México

No eran los mismos que ese entonces pero aún no podía sacar de su cabeza ese antiguo amor

—¿Cómo sabes hacer rabiar a mi hermano tan rápido?— preguntó asombrado

—Es mi don— contestó con una gran sonrisa

Canadá le encantaba esos momentos en que podía verlo sonreír, se volvía un placer más grande de ver

Rápidamente otra vez el tono de llamada del tricolor sonó y rápidamente contestó

—Hola tripalosky— saludó con entusiasmo

El norteamericano bicolor colocó una mueca de preocupación

Pero después de solo unos minutos el mexicano colgó

—¿Qué es lo que quería?— preguntó de mala manera

Si México lo abandonará lo comprendía pero si podía posponerlo lo más que podía, lo iba a ser, sin darse cuenta había entrado al juego del tricolor y hasta lo estaba jugando

Claro que la razón era más "pura" que la mismo mexicano

—¿Estas celoso?— preguntó en tono de broma

—Noi— negó y volvió su cara a la dirección contraria

México sonrió ladinamente y se levantó a ponerse su ropa —Hare la cena—

—Bien, te ayudaré— dijo levantandose el bicolor