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Estaba tan confundido, todo lo había vuelto complicado, ahora tenía que encontrar a alguien como él, para ver si eso funcionaba aunque no rendiría con Ucrania

Luego pensó en su hermano sudamericano, tal vez él podía hacer que Canadá lo olvidará

—Prometo que te recompensare— exclamó el canadiense

[...]

Al siguiente día por suerte había una junta y ahí estaría Argentina en el mismo edificio

México citó a Argentina a espaldas del canadiense aunque era bastante difícil deslindarse de él cuando estaba demasiado cariñoso

Argentina estaba molestando a México, que era lo normal

—Salta muros estúpido— insultó con su característico acento

—¿Y que más?— preguntó con arrogancia —No te traje para que me dijeras tu estúpido insulto—

—¿Para que entonces?— preguntó un poco más calmado

—Se trata de Canadá— explicó ganandose un pequeño sonrojó en las mejillas del de azul celeste —Quiero...—

Canadá abrió con fuerza la puerta y los dos latinos cayeron en la misma dirección colocando así a México arriba de Argentina

—Me cago en...— no terminó el sudamericano cuando vió al norteamericano un poco triste

—Dios...— bufó el tricolor que se estaba levantando —Canadá ¿Qué clase de persona te enseñó a abrir puertas?—

El bicolor se había alarmado, le habían dicho que México estaba con Argentina en un cuarto pequeño que estaba al final del edificio y pensaba que tal vez empezó a tener otros gustos un poco incestuosos

—Lo siento mucho, México— se disculpó honestamente

—No hay pedo— contestó y ayuda al de emblema de sol a levantarse

Argentina creía que era tierno y por eso le comenzó a poner mas atención

—Argentina— llamó el de camisola de leñador, era una de las pocas veces que le llamaba —¿Puedes dejarnos solos a México y a mí? Por favor—

El de sol solo salió un poco triste cosa que solo aumento cuando escucho una forcejeos de donde había salido

—Canadá deja de besarme, se me va a parar— se quejó el latino

Una dulce risa se escuchó, obviamente del canadiense

Fueron solo besos, ninguno de los tenía ganas de llegar a eso en aquel lugar, así que salieron de la habitación

México siempre evitaba tomar las manos de Canadá pero el bicolor fue más rápido

—México— llamó el de gorro de mapache

—¿Qué?— contestó mirándolo

—E...— solo una letra salió de su boca cuando se topó con la mirada de su hermano y soltó la mano del latinoamericano

—¡Canadá que diablos haces!— gritó el norteamericano

—¡Calmaté, pinchi gringo, no le hables así!— respondió el tricolor

—¡Tú qué, fácil!— respondió con enojó

El bicolor se colocó entre los dos y miró enojado a su medió hermano

—¡No le vuelvas a hablar así a México! ¡No te dejaré que vuelvas a insultarlo!— gritó sorprendiendo a los presentes

—¡¿Qué le hiciste a mi hermano?, México!— gritó al hispanohablante

El tricolor bajo la mirada un poco deprimido

Los dos angloparlantes miraron preocupados a el de aguila

—México— dijeron los dos al unisono

Se sentía de lo peor, la familia era importante para él, y tal vez estaba arruinado a una

—Mexico, lo siento— pidió disculpas el estadounidense asombrando a todos

—¿USA?— preguntó el canadiense

México se asombró un poco y lo retó con la mirada —¿Acaso te dí lástima?—

—Ya vas a empezar, frijolero— derrotado el de lentes cruzo los brazos con un tono de broma

Eso calmó al bicolor, estaban bromeando como antes

—Tienen una relación extraña— dijo riendo un poco

Los dos de mismo primeros nombres sonrieron, era tanto su odió como su aprecio así que si era una relación extraña

—Te dejó con tu hermano, Canadá, nos vemos después— se despidió corriendo a otra dirección

Canadá sonrió y suspiró como un enamorado, el americano se limitó a verlo, recordaba cuando también suspiraba por su vecino

USA miró la espalda de México y recordó algo que en su subconsciente estaba

—Eres una mitad indígena ni siquiera tienes una identidad— gritó el de 13 estrellas

El segundo imperio mexicano cubrió sus tatuajes naturales entre sus cadenas

—Nadie te quería— terminó y se fue con una actitud arrogante

USA odiaba esos recuerdos, todos lo lastimaban y él no fue la excepción

Por algo su relación no funcionó de nuevo

Todo lo contrario a Canadá, él veía lo perfecto en lo imperfecto del mexicano, siempre lo vió como una joya que más que quererla solo buscaba cuidarlo, por eso firmó ese TLCAN

Pero lo estaban haciendo de mala manera y eso no lo soportaba, podía hasta meterse con sus intereses

—¿Sigues enamorado de México?— preguntó el canadiense sin expresión alguna

—¿Qué tonterías dices? Canadá— se desentendió de todo

—Yo lo amo, hermano pero se que él a mí no— dijo con tristeza

—¿Cómo puedes decir eso que es tan fuerte con tanta facilidad?— cuestionó bajando su mirada

—Porque comprendí después de la guerra, del 94, lo único que he estado seguro en mi vida es que amo a ese mexicano—

—Me harta tu dulzura— terminó al retirarse

Su hermano de verdad estaba diciendo la verdad, había decenas de países y él decidió poner en su mira a él

Canadá no entendía la indiferencia y la preocupación desmedida de su hermano, al mismo tiempo quería alejarlo de México y a veces parecía no importarle, pero tenía cosas mejores que hacer, tenía que comprarle al mexicano un regaló por el inicio de su revolución, aunque no entendía porque pero era muy importante para él

N/a: Recordé que tenía esta cuenta :D (soy de lo peor), no debería de tardarme tanto porque la historia casi la terminó pero es que se me olvida :'v

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