Los sucesos paranormales que algunas personas aseguran haber sufrido (ataques diabólicos, visitas de espíritus y abducciones por extraterrestres) probablemente encubren episodios de la llamada parálisis del sueño.
La parálisis del sueño es una incapacidad momentánea de mover miembros, tronco y cabeza pese a gozar de plena consciencia. Puede aparecer durante un estado flotante de la mente o, con menos frecuencia, al despertarse. Durante la fase de movimiento ocular rápido (REM), los músculos del cuerpo están paralizados, supuestamente para impedir la realización física de lo que se está soñando. No se sabe bien por qué esta parálisis normal se produce en estado consciente en las víctimas de la parálisis del sueño, pero los estudios psicofisiológicos han confirmado la especial propensión a estos ataques cuando la persona entra en la fase REM muy poco después de caer en la cama, sin pasar por las fases de sueño normal que suelen precederla.
Situaciones que aumentan la probabilidad del fenómeno podrían ser tumbarse de espaldas dejando vagar la mente, sufrir estrés o alterar las pautas de sueño normales por el trabajo en turnos, largos viajes en avión, consumo de cafeína o alcohol.
Aunque la parálisis del sueño sea un síntoma de narcolepsia, no resulta infrecuente en personas sanas. Las encuestas en diferentes países presentan un amplio abanico de estimaciones: del 20 al 60 por ciento de la población adulta normal ha experimentado parálisis del sueño una vez al menos. Alrededor del 5 por ciento de la población han acusado varios otros síntomas de alteración asociados con este trastorno. Los efectos más corrientes incluyen las alucinaciones visuales --luces, sombras, una figura humana o de animal en la habitación-- y las alucinaciones auditivas, como escuchar ruido de voces o de pasos. También puede ocurrir que la persona sienta opresión en el pecho y le cueste trabajo respirar.
La parálisis del sueño podría explicar los relatos de fantasmas y extraterrestres; durante el ataque las víctimas perciben con intensidad esa presencia, habitualmente dañina. Asimismo, dan cuenta de sensaciones cinestésicas inusitadas: ser arrastrado fuera de la cama, vibrar, volar o caer. Tales episodios pueden conducir a experiencias extracorpóreas en toda su extensión. La parálisis del sueño tal vez aterrorice, pero nunca será peligrosa. Afortunadamente sus episodios sólo duran unos pocos segundos o minutos.
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Curiosidades.
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