Honest with myself

Cap 3: El analizador de mujeres me llaman

Narra Joshua
-Ah, sí. Yo también te extrañe.
¿Auch?
-Si que me extrañaste.
-No es que no te haya extrañado. Solo me tomaste desprevenida.- Me dijo Mía un tanto desesperada por reivindicarse.
Sinceramente esperaba que apenas me vea, corriera a abrazarme y que diga que me quiere, que me extrañó y que no vuelva a separarme de ella tanto tiempo. Por que uno no se va a Londres un mes, perdiendo total contacto con tu mejor amiga todos los días. Pero no, no he pensado nada tan cursi como eso, eso nunca pasó . Le diré que no se preocupe y...
¡Pero qué chica!
Al subir al bus una rubia que me parecía de lo más bonita y llamativa no pude evitar que involuntariamente mi quijada se sienta más pesada y por tanto habrá mi boca en signo de admiración. Espero que Mía no lo haya notado. ¡Pero qué estoy diciendo! Espero que ... La rubia totalmente sexy no lo haya notado, pensaría que soy un completo tonto.
Aunque realmente las rubias no son mi tipo, esta chica me causó una gran impresión.
Me volví, entonces, para asegurarme de no haber quedado mal con Mía.

-Ve por ella, campeón.

Vaya, Mía debería practicar sus guiños mas seguido. Es eso o debería ir al doctor para revise si tiene algún tic. Por fortuna, sea cual haya sido el extraño movimiento de su ojo, entendí el mensaje. Quería que fuera a por la rubia.
Sinceramente en ese preciso momento, no me apetecía conocer a extraños, aun si fueran extrañas extremadamente sexies y fuera de este mundo. Tenía mucho que contarle a Mía; como que Mathew vendrá a estudiar aquí y nos compraran un departamento para los dos. O que Mathew ya se lleva mejor con mamá y que su papá y yo también hemos congeniado bastante durante este último viaje. E insistí.

-¿No te importa quedarte sola?

-Para nada, aprovecha la oportunidad.

Y lo dijo tan segura y despreocupada -un poco desesperada, tal vez- que supuse que no me quería cerca, pero no había hecho nada, por lo que supuse que solo quería estar sola. ¿Quién sabe? Tal vez estaba en esos días del mes. ¿O sería un perfecto ejemplo de aquellas indirectas que supuestamente las mujeres mandan todo el tiempo? ¿Su "para nada" significa todo lo contrario? 
¿Conclusión? Las mujeres son complicadas. Y esta vez apostare a que necesita espacio para ella.
-Gracias- Le ofrecí mi mejor sonrisa, ya saben, para que se sienta mejor.

Creo que estoy aprendiendo y aplicando muy bien esto de cómo ser un caballero.

Ahora a improvisar con la belleza que acaba de entrar.