Capitulo 27

1K 73 20
                                    

A Prueba

Capítulo 27

POV Jorge

“Carta numero 1062:

Tuve una pequeña gran discusión con Lucia esta tarde. Hablamos de ti, discutimos por ti. Tu ausencia me mata de a poco ¿sabes? Un día siento que podría hacer cualquier cosa y al otro tengo ganas de irme contigo. Haz que pare Mar… haz que todo esto se acabe por favor.”

Nunca había estado tan enojado antes. ¿Cómo había sido capaz de decir eso?

Tome mi chaqueta y salí con la sangre hirviendo del enojo. Camine despejando mi mente de todo hasta que llegue al parque donde Tini y yo solíamos hacer picnics los viernes saliendo del colegio.

Me recosté justo debajo del árbol donde siempre nos sentábamos, conecte los audífonos a mi celular y puse un par de canciones que me recordaban a ella.

Cualquiera pensaría que lo hacía por puro masoquismo pero, de hecho ni yo lo se, tal vez por la misma razón por la que seguía escribiéndole a diario, la sentía cerca, eso me calmaba y era lo que necesitaba ahora. No supe en que momento me quede dormido y cuando por fin desperté ya estaba mucho mas obscuro que antes. Mire la hora en el teléfono.

—10:27, mierda. —Me levante del lugar, le di una última mirada y me dirigí de regreso a mi casa. No tenía muchas ganas de regresar y posiblemente toparme con Lucia, pero en algún momento tendría que hacerlo de todos modos y no podía huir de todo, todo el tiempo. Entre mas pronto mejor.

Camine con cuidado por las calles ya que era de noche hasta que llegue.

Una semana paso desde aquella discusión. No duramos demasiado cargando el enojo. Cuando llegue ella aun estaba en casa esperándome en el living. Nos sentamos a hablar como la gente y todo se arregló, creo. Todo iba mejor definitivamente.

Jesy se iba esta noche a Nueva York así que fui a ayudarle con su equipaje.

—¿Estas seguro que no quieres venir?

—Aunque dijera que si no vas a comprar un boleto de última hora para el mismo vuelo que tu.

—Quien sabe… tengo mis contactos, oh no, esa no, mejor pásame el abrigo negro.

—Gracias por preocuparte siempre por mi, pero te lo he dicho mil y una veces, no gracias Jesya, no quiero ir. No volveré.

—Sigo pensando que sería lo mejor para ti Jorg…

—Síguelo pensando, no lo hare.

—Ojala Ruggero se case en Nueva York, entonces no tendrás elección.

—Yo solo estoy orando porque Rugg algún día se case.  —Jesy rio un poco.

—Ok, en ese punto tienes razón. ¿Qué harás esta semana?

—Lo de siempre… trabajar. Quizá podamos ir a comer el sábado que vuelvas ¿Vale?

—Vale… me parece. Yo paso por ti ¿esta bien? Como a eso de las 3.

—Perfecto, entonces nos veremos. Cuídate mucho… por favor. Cualquier cosa, por muy insignificante que sea, vuelve.

—Hey tranquilo… todo estará bien ¿ok? —Si, claro. “todo estará bien” las mismas palabras citadas por Martina un día antes de irse y ya vimos lo que paso. Nada está seguro en la vida, desde aquel día odio que me juren cosas, que me digan que todo estará bien cuando claramente no lo saben.

—No digas nada, solo cúmplelo.

-

-

Un par de días después me levante un poco mas tarde de lo normal. La estructura de una de las paredes de mi oficina se dañó a causa de las lluvias así que hoy irían a repararlo y yo, aprovecharía este día para descansar.

—Jorge… cariño, me voy, nos vemos en la tarde.

—Claro, que tengas un excelente día.

Lucia se fue y me dejo la casa para mi solo. Hoy iríamos a pasar el resto de la semana a su casa, así que tenía que empacar algunas cosas que llevar. Después de desayunar me entretuve en eso la mayor parte de la mañana hasta que recordé que no había revisado el correo esta semana.

—Mierda… ¿Dónde habrá dejado las llaves? —Lucia fue la última en abrir el buzón y las llaves no estaban en donde se suponía que debían. —¿Dónde rayos…?

Busque en la cocina, en el living, mi escritorio, el cuarto. Nada. Volví al llavero y saque todo por décima vez pero todo era inútil, no estaban.

Entonces decidí buscar en los bolsillos de los abrigos colgados detrás de la puerta. 3 eran míos y 1 era de Lu.

—10 dólares… increíble. —Creo que siempre, tengas la edad que tengas, una de más mejores sensaciones siempre será encontrar dinero en tu bolsillo, sea cuanto sea. Entre los 10 dólares, un dulce, tickets de compra arrugados y algunas basuras encontré las llaves en el abrigo gris de Lucia, junto con otro objeto. Algo así como un estuche. Lo abrí y quede paralizado, sentí como la sangre de mi cabeza bajo hasta mis tobillos, podría jurar que estaba mas pálido que un fantasma.

Tome el primer abrigo que tuve enfrente y salí corriendo de la casa. Necesitaba hablar con la única persona que podría ayudarme en esto.

—No por favor… esto no puede estar pasando.

POV Jesy

Era inevitable estar ahí y no sentir nostalgia pero, no había duda de que Nueva York era una ciudad increíble. El climax de ciudad nadie se lo quitaba. Las calles, los edificios, central park, el puerto. Todo era maravilloso.

Jordan y yo nos sentamos a comer en una pequeña cafetería y mientras comíamos no pude evitar pensar en la odiosa de Martina…

—¿En que piensas amor?

—Mas bien en quien… —Dije a secas.

—¿Me equivoque al traerte conmigo linda? Si quieres podríamos regresar… sabes que yo…

—No para nada, todo… ha sido asombroso. Me gusta acompañarte para ver tus restaurantes pero, es solo que se que ella y no chocábamos mucho, que para mi desde que éramos niñas siempre fue una odiosa. Pero la quise ¿sabes? Y mucho. Era una persona increíble.

—Lo se, ella también me agradaba mucho, y es frustrante el tan solo pensar en el momento en que murió… como habrán estado las condiciones… que habrá sido lo último qu… —¿Pero que…?

—Jordan… Jordan mira —Voltee su rostro hacia atrás y apunte hacia una chica de espaldas que iba hablando por teléfono. Era alta y tenía largo cabello castaño. Exactamente igual que…

—¿Martina…? —Ambos nos miramos con una cara en completo estado de shock.

—Sigámosla… ¡sigámosla ahora!.

—Jesy, no he pagado esto.

—¡Entonces anda y paga pero apúrate!, ire tras ella.

—Jesy… ¡Jesy mierda espera!

Hice caso omiso a sus llamados y comencé a correr tras aquella chica. ¿y si era ella? ¿Qué carajos le pasaba? ¿Por qué no había vuelto? La multitud caminando en sentido contrario al mío de dificultaba alcanzarla, no se a cuantas personas empuje ni cuantas mentadas recibí, tenía un solo objetivo en el cual concentrarme. Diablos ¿Qué pensara Jorge si es ella?

—¡MARTINA!… ¡MARTINAA! —Nada, iba tan concentrada en su llamada que más el ruido de las calles era imposible que me escuchara. Seguí corriendo aun mas que antes, esquivando a cualquiera que me estorbara en ese momento hasta que por fin estuve lo suficientemente cerca de ella.

—¡MARTINA POR LA MIERDA! —La jale del brazo y la hice mirarme.

—¡OYE! ¿Qué te pasa? ¿Cuál es tu maldito problema?

—Oh… dios mio.

_____________________________________________________________

¡Hola! ¿Como estan? Bueno...dejaré este capítulo hasta aca porque soy bien malota, lo siento, me van a querer matar, pero si este capítulo llega a los 15 votos hago maratón....lo dejo a su criterio.

Voten y comenten ♥

ATTE: Rebe_Ojeda

A prueba - {JorTini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora