—Te abrazo luego, te lo prometo. —Contestó el alpha, rechazando sutilmente la deprecación de su cachorro cuando juzgó la mirada de disgusto del omega, evitando una posible masacre después de todo.
La cocina era amplia, casi igual como la del departamento de Tweek, o podrían ser la misma, quién sabe. Tenía menos peroles que su cocina y eso automáticamente le otorgaba más espacio. Tweek era consciente, sabe que Butters conserva muchas cosas culinarias que le pertenecían a su difunta abuela y los tiene de adornos, todos con un valor significativo y único. Tweek nunca se metió con ello, tampoco dijo nada al respecto; al menos siempre supo que con los muertos no se juegan, pero en el fondo reconocía que es intrincado perder a un ser querido.
—Vamos a casa Clay, la cena ya está lista. —El omega intentó cargarlo en sus brazos, pero este por inercia reaccionó indispuesto a acceder a su propuesta.
—No, no me quiero ir. —Espetó, haciendo una mueca en su rostro y buscando los brazos de su otro padre—. Quiero quedarme otro ratito.
La mirada del pequeño hacia su padre fue ineficaz. Obviamente quería quedarse otro rato para seguir comiendo cosas dulces, algo que Tweek no le tuvo consentimiento con esas cosas.
—Haz lo que te dice tu padre omega. —Craig intervino, rechazando su petición—. Yo iré también, voy ir cenar con ustedes. ¿Te gusta la idea?
Su hijo no respondió nada, mordiendo su labio superior con una mirada decepcionante.
—Ugh, ya tienes veinticinco años y aún no sabes pronunciar bien las cosas. —Aquello pudo sonar como una queja; o al menos Craig lo había tomado de ese modo tan delator. La mirada de ese omega gravitaba toda una chispa macarrónica, pero Tucker siempre comprendió por sí mismo que detrás de eso hubo una mirada encantadora y provocativa.
Tweek siempre fue el chico tentador y adorable, siempre fue amoroso y sensato, rebelde e insinuante. Pero nadie sabía si Craig se odiaba a sí mismo por haberle quitado todas esas cualidades que en el pasado representaban a Tweek Tweak.
—Sí... puedas tener razón en eso —contestó luego de unos segundos—, siempre fui un poco ha...-hara...
—Haragán. Sí, eso pareces, ¿sabes? —Tweek al fin tomó en brazos a su cachorro, quien este no tomó ni diez segundos para querer intentar lanzarse hacia su otro padre.
Pequeño traidor, hubiese dicho Tweek, pero la situación no se lo permitió.
—No... No lo niego. —Esta vez lo miró sin tanta disimulación, haciendo mover su galillo al haber tragado su saliva en señal de incomodidad. La atmósfera fue tenuemente tiznada, la penumbra del pasillo otorgaba énfasis a la complexión del alpha desde el punto de vista en que se encontraba el omega. Afuera la mera brisa chocaba con la pequeña ventana de cristal de la cocina, y nevaba con irrelevancia. Tweek se preguntó si Craig no tenía frío que andaba presumiendo su perfecto torso envidiable.
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God is an omega |Creek| •Omegaverse
FanficTweek decidió mudarse a Moscú para formar definitivamente un nuevo comienzo, dejando las aglomeradas y congojadas telarañas que intentó erradicar de su vida pasada. Pero como si la vida fuese parte de su infinita negligencia y después de haberse cre...