Y muy en el fondo ella lo admitió, estaba segura de que aquellas miradas no eran las de una simple amistad. Aquella chica de cabello celeste lo miraba como si quisiera hundirse en las preciosas iris de él. Y él lo hacía con un tremendo cariño.
-No puedo creer que estés aquí -musitó aquella chica con un hilo de voz.
-Ni yo... Por fin... Después de tanto tiempo -respondió él.
Asuna escuchaba aquellas voces tan lejanas y dolorosas, vio como ambos se unían en un abrazo que pareció durar una eternidad, se separaron pero solo para escudriñarse el rostro y asegurarse de que no estaban soñando, luego volvieron a juntarse. Definitivamente no era un sueño ni lo sería por más que lo deseara, todos los presentes ahí, que tenían una expresión de incredulidad, lo confirmaban.
Asuna y Kirito habían ido ahí a petición de ella, quién en un acto noble convenció a su esposo de inspeccionar pequeños calabozos para asegurarse de que no hubiera ningún jugador en peligro y si fuera así, salvarle la vida. Pero entonces... luego de caminar durante una hora en ese lugar aparentemente interminable ubicado en el piso treinta, se toparon con el miembro de un pequeño grupo que se hacía llamar "Lud", él les suplicó por ayuda para sus compañeros que habían quedado atrapados en una celda no muy lejos de ahí. Y antes de pensarlo un poco y de tomar las medidas necesarias por si les estuviera tendiendo una trampa, tomaron la decisión de ayudar pues a eso habían ido.
Caminaron un buen tramo, las paredes del lugar eran lúgubres, los tres sentían una sensación de desesperanza, temían que al llegar con los demás fuera demasiado tarde, porque por lo que el otro les comentó, sus amigos se habían quedado encerrados con un par de monstruos de un nivel considerablemente alto. Esto desesperó a la pareja; Kirito tenía el entrecejo fruncido y no paraba de mirar por el rabillo del ojo a aquel sujeto, por su parte Asuna parecía demasiado confiada y dispuesta a ayudar aunque no despegaba la mano de su estoque.
Cuando por fin llegaron repararon en las macizas columnas que se alzaban ante ellos formando la celda y la única puerta estaba hecha de hierro, empujaron fuertemente entre los tres hasta que lograron desplegarla y dar paso a un grupo de personas agotadas que en cuanto vieron la salida corrieron hacia esta.
Una chica baja morena, corrió con timidez hacia el muchacho que acompañaba a la pareja y este la tomó entre sus brazos.
-¿Por qué no salieron?
-Desde ahí adentro no se divisa la salida. Todo es obscuridad. ¿Y tú por qué no podías abrirla desde afuera?
-Era demasiado para mí, pero gracias a ellos pude -haciendo un ademán con su cabeza, señaló a Kirito y Asuna quienes se mantenían quietos con expresiones de satisfacción-... Me los he encontrado cuando fuí a buscar ayuda, fue suficiente con la fuerza de los tres para lograr abrirla.
Unos cuantos más salieron del calabozo, entre ellos un hombre de estatura baja y otro alto, ambos robustos. Y detrás de ellos había salido una chica de estatura promedio, delgada y bonita con un cabello asombrosamente brillante color celeste.
-¿Ki... Kirito eres tú?
El nombrado ni si quiera había reparado en esta hasta que la hubo escuchado, se quedó paralizado, como asimilando la situación, pero antes de poder darse una respuesta ella ya iba corriendo a su encuentro. Cuando lo derribó con su peso fue entonces que cayó en la cuenta de quién se trataba. Presa de la felicidad la abrazó, dejando a Asuna sumamente confundida.
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Panoramas
Fanfiction"Incluso en el futuro, sin importar en que mundo, sin importar el tiempo que viajemos, nuestros corazones no se separarán..." _________________________________________ Advertencia: Este fic contiene ciertos elementos que podrían ser AU o no ser CAN...