Toda la armada estalló en vítores en el momento exacto en el que el monstruo explotó en píxeles. Llenos de euforia y alegría algunos se lanzaron al piso y otros se pusieron a saltar desenfrenados, era una minoría los que mantenían un semblante sereno y autoritario, como lo eran el líder del gremio "Los caballeros de la hermandad de sangre" su subcomandante, la bellísima destello veloz y el gran espadachín negro con su hermosa esposa.
Asuna se recogió el cabello con las manos para dar paso a la ráfaga de aire en su nuca, estaba agotada pero no iba a demostrarlo. Vió como varios soldados se acercaban a felicitarla, lo agradecía pero no estaba del todo satisfecha, pues habían perdido a cinco personas. Cinco personas que tampoco despertarían en el mundo real por haber despejado el piso ochenta.
Por el rabillo del ojo observó como el espadachín negro tomaba de la mano a la muchacha que tanto amaba y los dos se abrían paso entre la gente para irse al siguiente piso. Cuando los perdió de vista, se permitió por un momento mostrarse cansada, solo unos segundos y soltó un suspiro para salir de ahí.
Como de costumbre una gran multitud esperaba a los valientes de la línea delantera afuera del calabozo, casi siempre recibían buenas noticias y cuando eso sucedía, no dudaban en ir al siguiente piso. La mayoría quería hacerse de los ítems más valiosos, las casas o incluso terminar con uno que otro monstruo.
Cuando iba de regreso a su casa; una morada cerca de un lago en el piso 50, recibió un mensaje de Liz.
"Tengo el día libre, ¿Por qué no nos vemos un rato? Hay lugar en el piso recién desbloqueado, podríamos quedar ahí".
Agradeció profundamente la cordialidad de su amiga y no dudó en aceptar, le escribió y de paso mostró su agradecimiento.
En este mundo de muerte, aún tenía a alguien.
No quería ir por ahí y menos en el nuevo piso emanando autoridad, por lo tanto cuando hubo llegado a casa, miró su inventario y para su mala suerte ya había usado todos los conjuntos que se consideraban rutinarios, pues los demás eran todos sus trajes de combate y el que sobraba le traía recuerdos tristes por sobremanera...
[Siempre la he amado a ella.]
La voz del chico retumbó nuevamente en su cabeza y decidió que era hora de acabar con aquello, sin vacilar se colocó ese conjunto; Era una tipo de sudadera larga amarilla y una falda color café que no llegaba a cubrirle las rodillas, decidió que también sería adecuado llevar su cabello como de costumbre.
Cuando usó el portal de teletransportación tontamente buscó la mano de alguien antes de desaparecer y reaparecer en el nuevo piso. Esa era una costumbre que había tenido hasta hace unos días, pues siempre viajaba acompañada, se maldijo y juró que para la próxima vez llevaría las manos cruzadas frente a su pecho.
—Me parece encantador este nuevo piso, es un peldaño más hacia nuestra libertad.
Asuna oyó la conversación de dos chicas a unos metros de ella cuando caminaba hacia el lugar de encuentro con su amiga, lo único que pudo pensar fue "Tontas" las miró disimuladamente y confirmó que jamás las había visto en la línea delantera o haciendo algo para terminar con esta pesadilla. Sin embargo, muy en el fondo sabía que lo que sentía hacia ese tipo de ciudadanos no era odio, sino envidia. Pues ¿Cómo lograban vivir tan tranquilos mientras otros luchaban para sacarlos de aquí?
La chica en algún momento llegó a sentir esa paz y felicidad que percibía ahora en las chicas, se había sentido tan bien que incluso el regresar a la vida real le parecía ridículo.
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Panoramas
Hayran Kurgu"Incluso en el futuro, sin importar en que mundo, sin importar el tiempo que viajemos, nuestros corazones no se separarán..." _________________________________________ Advertencia: Este fic contiene ciertos elementos que podrían ser AU o no ser CAN...