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GEREMY

Entramos a casa y uno de mis hombres se acercó rápidamente hacia mí.

-Señor, tenemos un problema.

Miré a ambas dando a entender que debían irse.

-Nosotras vamos a arreglarnos para la fiesta.

Rosie sonrió al terminar de hablar e inmediatamente las vi alejarse y subir las escaleras.

-¿Qué sucede?- preguntó Thom.

-Clara se los explicará, está en la otra casa.

Rápidamente nos subimos a los vehículos y comenzamos a conducir.

Obviamente tenemos otro lugar donde guardamos la mercadería, donde muchas veces terminamos acuerdos y también ocurren ajustes de cuenta.

Cuando decidí mudarme y manejar los negocios aquí, Liam me dijo que siempre se necesita una mujer en esto, piensan con más claridad, siempre todo está bajo control y puede que tan solo con ser mujer muchos la obedezcan, es algo magnífico.

Liam tenía a Lola, pero yo no creía enamorarme tan pronto. Con Clara al empezar a acostarnos creamos una gran confianza y una gran amistad, se podría decir así, ella además de saber lo que me gusta en la cama, es mi mano derecha.

Es increíble lo que disfruta este trabajo.

Llegamos a nuestro segundo hogar, este lugar tiene tanta seguridad que si no llegas con cuidado pueden pegarte un tiro por tan solo acercarte.

Al entrar vimos a Clara recostada en el sofá con una copa de vino y un diminuto vestido.

No se puede negar que ese cuerpo es irreal.

-Aquí estoy- dije casi gritando -¿Cuál es la urgencia?

Se levantó con una gran sonrisa.

-Bebé, te estaba esperando- intentó darme un beso pero giré mi rostro -A veces me encantaría matarte.

Por suerte tenemos los mismos deseos hacia el otro.

-¿Puedes hablar de una vez?- me estaba desesperando -No tengo todo el día.

-Sigueme- comenzó a caminar en dirección al sótano -Mientras tu juegas a la niñera, yo descubrí a un precioso niño que estaba infiltrado y además, no estaba robando mucha mercadería.

-¡¿Qué?!- mi grito se escuchó en toda la casa.

Se detuvo en la puerta y antes de entrar me dio un breve resumen.

-Al parecer se hacía pasar por uno de nuestros hombres, este último tiempo contratamos a muchas más y le fue fácil, lo que no sé, es cómo tuvo tanta información nuestra.

Entramos a un pequeño cuarto, estaba rodeado de hombres armados y en un diminuto asiento en el centro del lugar se encontraba un niño con los ojos vendados y un poco golpeado.

-Este niño no tiene más quince años- dijo Thom -¡¿Cómo nadie se da cuenta que es imposible que sea uno de nuestros hombres?!

Por los gritos el niño comenzó a temblar.

-Tranquilo cariño- Clara le comenzó a pasar las uñas por sus brazos, subió hasta su cuello y finalizó en la cabeza donde desató la venda -Bienvenido a mi pequeña morada.

Cuando el pequeño se acostumbró a la luz, observó a mi compañera con terror.

Yo también lo haría si tuviera a esta loca enfrente, no voy a negarlo.

-No me hagan nada, por favor- comenzó a llorar desconsolado.

Yo simplemente observaba desde una esquina, quería ver hasta que punto era capaz de llegar.

CAÓTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora