Odio, placer y venganza es todo lo que nos rodea.
Tu cuerpo me lleva a un mundo desconocido del cuál no quiero salir, aunque, si quisiera, no me dejarías hacerlo.
Cerca de ti no me siento en peligro, pero tampoco siento tranquilidad.
Sé que estoy...
Me quedé paralizada escuchando junto a Bri la manera en que Geremy rompía todo, pero esta vez no voy a meterme en sus cosas.
-¿Por qué Ger te estaba abrazando?- parecía que estaba conteniendo esa pregunta hace varios minutos.
-Es algo entre nosotros- en realidad no tenía idea de por qué apareció así y tuvo esas reacciones -Vamos a prepararnos.
A mí amiga no le gustó para nada mi respuesta, pero yo aclaré las cosas con ella y si no me cree, no puedo hacer nada.
Cada una fue a su habitación, nos duchamos y luego ella vino a mí cuarto para comenzar a prepararnos.
Mientras secaba mi cabello, Bri buscaba qué ponerse, yo ya tenía en mente lo que quería. Escogí un body con un lindo escote junto a una falda ajustada a mi cuerpo, le agregué un abrigo de mezclilla y mis preciosos zapatos nuevos.
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Estaba sencilla, pero me gustaba mucho.
-¿Ya decidiste?- pregunté terminando de arreglar mi cabello.
-Sí, me había olvidado que compré este vestido- era color plateado con brillos, gran escote y espalda descubierta.
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Su cuerpo es impresionante.
-Vas a brillar amiga- reímos.
Terminamos de arreglarnos juntas, nos maquillamos la una a la otra, nos sacamos mil fotos y cuando escuchamos la música por toda la casa y a una gran multitud, salimos de la habitación para hacer nuestra entrada triunfal bajando las escaleras.
La verdad no fue como en las películas porque nadie nos prestó atención, toda mi vida esperando una entrada así y nos ignoran.
Bueno, soy muy dramática.
La casa estaba repleta de gente, no sé en qué momento sucedió aunque había más mujeres que hombres, pero lo esperaba.
Todos los hombres de Geremy estaban ahí, algunos se emborrachaban y otros no perdían la guardia en ningún momento, parecía que planeaban estar así toda la noche.
