Epilogo

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A veces las acciones del mayor hacían dudar al pelicafe, pues a pesar de llevar tres seguros años de relación, aun tenia sus dudas. Como ahora mismo, el menor ahora ya no tanto, había pensado en que si se casaría algún día con Soo. Se amaban...y el mayor se encargaba de recordárselo cada que podía.

Pero...¿No todo es color de rosa cierto?

Si, ya habían pasado por discusiones sobre celos, quien tenia amigos con quien, que a la hora del sexo a kai le daba curiosidad ser el de arriba..

Y eso si que lo habían intentado. Pero fallo épicamente, concordando ambos, que Kai seria el muerde almohadas de la relación. Ambos recuerdan aquello como algo desagradable que no desean hacer de nuevo.

Últimamente Soobin llegaba demasiado tarde a casa, ahora vivían juntos y su padre los iba a visitar tres veces a la semana. Llegaba apestando a alcohol, ebrio, pero no se pasaba de ahí.

Lo que el inocente kai no sabia, es que lamentaría el estarlo esperando con la cena hecha, lo lloraría a mares, por que el esperarlo despierto fue el primer error aquella noche.

El segundo error fue cuando se dio cuanta de que Soobin no llegaría temprano, por lo que guardo la cena y se acostó en la cama que ambos compartían. Cuando soobin hizo acto de presencia el menor ya estaba en los brazos de morfeo, como en las noches anteriores estaba tomado, pero aun seguía al sobrio. Sabia lo que hacia, claro que lo sabia.

Camino por los pasillos oscuros de su casa, fue tanteando la cocina, sabia que su adorable novio de seguro le había hecho de cenar, no estaba consciente de que hora era, pero lo mas seguro es que era temprano..¿No?

Corrieron veinte minutos en lo que el cenaba, se ducharia, y se acostaria a dormir como las demás veces. Ciertamente Kai quería terminar su relación, pero no lo hacia...¿por que?

No quería tirar a la basura tres años de relación así como así, y si terminaba su relación no seria por que ama a otra persona o le es infiel, seria simplemente por que para Kai, ya no están aquel brillo en los ojos de su pareja al verlo, ni siquiera cuando tenían sexo. Por que si, era solo sexo, el amor ya no estaba, ¿para que decir que hacían el amor cuando este esta muerto?

El pelinegro camino hasta el baño, comenzó a quitarse prenda por prenda, cuando miro hacia el otro lado, exactamente donde se encontraba el cesto de la ropa, había una prenda algo..extraña ahí.

El no utilizaba camisas a rayas, y menos Kai, conocía perfectamente el armario de este. Tiro su camisa y pantalón por algún lado de aquel cuarto, tomando en sus manos la singular prenda...

¿Kai había comprado ropa nueva?

Lo acerco a su rostro, especificamente su nariz, comenzando a olfatear la prenda, no era el aroma de Kai ni mucho menos de el, ¿Habia ido otro hombre a su casa, su territorio?

Sin ganas de quedarse con la duda o esperar a que mínimo amaneciera camino a pasos grandes y rápidos hasta la habitación en la cual sabia que descansaba su pelicafe novio. Lo tomo entre sus manos, y lo comenzó a zarandear, el menor entre abrió sus ojos aun adormilado, se sentó en la cama, en frente del mayor, mientras se tallaba sus ojos con una mano. No entendía que pasaba, Soobin nunca lo había despertado de tal manera y menos antes del amanecer.

-¿Q-que pasa?

Se atrevió a preguntar, sintiendo como la curiosidad y el miedo lo carcomían, la mirada que su pareja le estaba dando le daba escalofríos, su mirada era fuerte, lo miraba fijamente, sin pestañear.

-Nada mas lo preguntare una vez, así que responde con la maldita verdad, ¿bien?

Kai se estremeció al escuchar el tono con el que le hablaba, no pudo articular palabra alguna, por lo que optó por asentir demasiadas veces.

-¿De quien mierda es esta prenda?

Preguntó así, sin mas. Directo, no le gustaba que le mintieran, y menos en su propia casa y en su estúpida cara.

El menor se había tensado, ¿cual prenda?¿de que hablaba?

Se dio cuenta del tema hasta que el mayor subió la prenda y la estampó en la cama.

-¡Te hice una pregunta!

-E-es de m-mi..padre, e-el se baño aquí, dijo que regresaría por su camisa mañana...

-No te creo.

-Ees la verdad.

Con rabia y frustración tomo a su lindo novio en sus manos, agarrándolo por los hombros y tirándolo en la cama, posicionandose el arriba.

-¿Sabes que me perteneces? Eres mio, solo mio. No tienes derecho a meter a nadie en esta casa sin mi maldito consentimiento, ¿entendiste?

Asintió frenéticamente, esa era una de las fases que no le agradaban para nada del pelinegro, tercer error.

El mayor se deshizo de todas las prendas que traía puestas kai, tirándolas por algún lado de la habitación, con desesperación se quitó su bóxer, la única prenda que lo tapaba. Abrió las piernas de Kai, este miraba los movimientos de su novio con terror, llevaban meses sin tener relaciones sexuales, por lo que si soobin no lo preparaba como se debe sufriría un desgarre.

-N-no..N-no lo ha-hagas..

El menor puso sus manos en el pecho del mayor, tratando de evitar que este lo embistiera sin ninguna preparación.

-Aqui se hace lo que yo diga, hermoso.

Alineo su pene en la entrada del menor y de una entró en este, sacando un grito agudo por parte de este.

-¿lo disfrutas?¿o prefieres que lo haga tu amante?

-¿Q-qu, AHH!!, PARA, PARA, SACALO

el mayor sacado de quicio levanto una mano y la estampó en la mejilla izquierda del menor.

-Callate.

El mayor siguió embistiendo sin detenerse ni un segundo, dando en la próstata del menor, el cual gemia mientras lágrimas de dolor salían de sus ojotas mojando todo su rostro.

Esa noche, repitió la ronda cinco veces, por lo que en el ultimo orgasmo del menor, este se desmayo, Soobin aun sin llegar a su quinto orgasmo siguio embistiendo al cuerpo inconsciente de Kai, una vez llego q su tan preciado orgasmo, salio sin delicadeza del menor, percatándose de que entre las piernas del menor escurria su semen y sangre. Le resto importancia, limpio el cuerpo de su amado, lo vistió, y el hizo lo mismo.

Saliendo de la ducha que recién se había dado, saco del cajón de la meista de noche color negro de cristal una pistola. Sonrió de lado, si Kai no era suyo, no seria de nadie.

Se subió encima del menor y puso la pistola donde se encontraba el corazón del menor, cerro los ojos y sin mas, jalo el gatillo. Escuchando el sonido de una bala siendo disparada por toda la casa.

-Tan lindo..

Beso los labios del menor sin vida, se acostó a su lado, con ocho centímetros de espacio y lo admiro unos largos minutos, miro el cielo, estaba amaneciendo. Aun con una sonrisa en su rostro, dirigió la pistola que yacía en sus manos a la altura de su oreja, cerro los ojos y antes de apretar el gatillo susurro..

-Ocho centimetros lejos.

Sonrió, y lo único que se escucho en la habitación fue el sonido de la bala.

¡Ocho centímetros! + C.S x H.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora