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Hola! Hola! 〜(꒪꒳꒪)〜

Espero que disfruten este nuevo capítulo! Perdonen si la historia esta avanzando algo lenta, pero son varias cosas que tengo que abarcar (ಥ﹏ಥ) 

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El cielo estaba pintado enteramente de matices en color gris. Akutagawa podía sentir la fría sensación térmica colarse en su habitación, provocando que un asfixiante ataque de tos le impidiera levantarse de su cama aquella mañana, algo ya bastante normal para el joven azabache debido a su condición médica y su delicada salud. Chuuya estuvo todo el tiempo a su lado atendiendo sus dolencias, procurando cuidar a Ryuunosuke con esmero para tratar de aliviar un poco sus síntomas, sin embargo sus niveles de preocupación aumentaban cada vez más al oír al azabache toser desesperadamente en busca de alivio; Mori entró a la habitación de su hijo menor, examinando con ojo crítico el estado del azabache mientras se acercaba a la cama en la que el joven Omega estaba reposando.

—Al parecer los síntomas siguen apareciendo esporádicamente, incluso desde tu última revisión médica, hace aproximadamente una semana. —Con cuidado, comenzó a examinar al menor ante la atenta mirada del preocupado pelirrojo. Para su alivio solo se trataba de una pequeña recaída debido al repentino cambio en la temperatura del ambiente. —Será mejor que no salgas por el día de hoy, el clima no parece favorable para el estado de tus pulmones, no quiero que vuelvas a tener un repentino ataque de asma.

—No será necesario. —El azabache odiaba quedarse encerrado en su solitaria habitación, se sentía más asfixiado entre esas cuatro paredes que cuando no podía respirar por su molesta enfermedad. Trató de levantarse pero fue detenido inmediatamente por el pelirrojo. —Odio quedarme aquí solo, me aburro.

—¡No repliques! —Le regañó Chuuya, obligándolo a recostarse de nuevo. —Te vas a quedar aquí y punto.

—Tú no eres mi madre, no necesito que quieras controlar todo en mi vida. —Replicó el azabache, molesto por las acciones del mayor. —Odio que siempre me estén dando órdenes, ni siquiera me dejan salir al jardín si no es acompañado. Ustedes me agobian más que esta maldita enfermedad.

—¡Solo intentamos protegerte! —Chuuya se veía bastante dolido ante las palabras dichas por el menor. El pelirrojo era consciente de la falta de tacto que su pequeño hermano solía tener con las demás personas, pero una cosa era presenciarlo y otra muy diferente era vivirlo. —Soy tu hermano mayor, es mi deber cuidarte, protegerte...

—No se trata únicamente de su sobreprotección, pareciera que ustedes creen que no puedo hacer nada por mi propia cuenta. —Ryuunosuke comenzó a alzar la voz, encarando al pelirrojo y a su padre. —No estoy hecho de cristal, no voy a romperme solamente por querer tener un poco de libertad.

El largo e incómodo silencio que reinó en la habitación bastó para hacer enojar aún más al joven azabache.

—Es por tu seguridad, Ryuunosuke. —Mori intentó razonar con el joven Omega. Por un lado, entendía perfectamente cómo se sentía su pequeño hijo con respecto a toda la sobreprotección que volcaban sobre él, pero del otro extremo de la balanza... —Tu salud es delicada, además tu condición de Omega solo acrecienta el riesgo de que algo pueda pasarte en el momento menos esperado, deberías ser más consiente de tu propio bienestar y dejar los berrinches de niño mimado de lado.

Ryuunosuke no contestó, sabía que tratar de dialogar con su padre acerca de lo que él deseaba, de querer tener un poco más de libertad y de poder tomar sus propias decisiones en la vida, era una batalla perdida. La situación empeoraba con creces cuando Chuuya también tomaba la palabra, terminaba siendo una pelea de dos contra uno, con el joven azabache en evidente desventaja. Mori terminó de hacer el chequeo médico de rutina del menor, anunciándole que le entregaría el medicamento correspondiente más tarde con Hirotsu, además de enviarle algo ligero para desayunar y ayudarlo a aliviar aquellos molestos síntomas.

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