Compendio

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Hay besos dulces con sabor a miel los cuales pueden cambiar un amargo día; son tiernos y no tienen prisa. Llegan a ser tan inolvidables que cuando cierras los ojos el corazón se encoge al recordarlo. Pero tienen tiempo de caducidad, un día los tienes y al otro día no.

También los hay sin ningún tipo de sabor, dejando una sensación tan ácida en la boca que causan malestar. Esos son los que no te hacen sentir ni padecer, los mismos que te dejan tanta repugnancia que terminan matando una bella ilusión, la cual luego, ya no habita ninguna clase de deseo por tocar aquellos labios curiosos.

Por último,los apasionados, esos que te dejan el alma flotando en un hilo. La piel se eriza, la adrenalina se activa, y el cuerpo pide más. Son tan adictivos como una misma droga. Pero con el tiempo, se vuelven monótonos, sin chiste ni gracia cuando pierden su encanto.

Si me preguntan, los he probado todos. Me habían dejado tantos recuerdos desde la intranquila pubertad hasta mi adultez. Recuerdos inolvidables que lograron cambiar cada etapa de mi vida. Pero había un beso que no había probado, el del amor, ese del que tanto se hablaba. Aquel que no solo acaricia los labios, sino el alma. Tenía intriga de encontrar uno así que me hiciera olvidar los últimos tres besos que habían saboreado mi boca y alborotado mis más densos sentidos.

¿Me pregunto a qué sabrá?...

Besos @ Café ☕️... |En proceso| 18+Donde viven las historias. Descúbrelo ahora