~ Ubicación: Ciudad Celeste
~ Habitantes: Humanos.
Ciudad celeste, el mundo del futuro, lleno de tecnología de punta, habitados por humanos, seres llenos de codicia y egoísmo, rodeados por grandes murallas las cuales evitan el contacto con el mundo exterior, regido por un codicioso rey llamado Jack el león de celeste, este se aprovechaba de sus ciudadanos y con ayuda de su ejercito los enseraba en una dictadura sin fin, pero en este lugar seria donde iniciaría todo, donde un nuevo rey renacería, uno con cualidades mejores que el actual rey.En las calles de esta enorme ciudad un joven de piel morena, cabellera blanca y ropaje desgarrado corre, escapando junto a otro chico de los guardias de la ciudad, este era un joven ladrón el cual sobrevivía con el hurto de objetos a personas adineradas, este siempre junto a su fiel amigo el cual creció en las calles igual que el, desde los diez años le ha tocado sobrevivir solo con ayuda de sus instintos y con ayuda de su hermano leen.
Estos evadían la guardia detrás de ellos, saltando por las paredes como si fueran arañas, librándose del deber de pagar una condena -Ya sabes que debes hacer leen- Decía mirando a su compañero mientras apuntaba con su boca las ruedas de una carreta de frutas que estaba frente a ellos, Leen ascendió con la cabeza mientras sacando una onda y colocando en esta una pequeña roca de su bolsillo, dando unas pequeñas vuelvas y lanzandolas hacia esta con la intención de dañar sus ruedas y hace que aquella carrera se trasformara en una rampa que los ayudaría a escapar, el plan se llevo justo como este lo pensó, aquellas ruedas se salieron de su ranura quedando en un alguno de 45°, corrieron lo mas rápido posible, pasando por aquella carreta hacia unas grandes puertas de hierro que separaban la ciudad del exterior, escaparon dirigiéndose al bosque mientras aquella guardia de caballeros se detenía y solo los miraba desde la distancia, aquellos chicos no se detenían a pesar de que estos se quedaran quietos, estaban dentro del bosque y en este una gran cueva era lo que los separaba de la desilusión de un hogar.
-Casi nos atrapan ¿No? Long- Decía Leen mientras le daba un pequeño golpe en el hombro a su amigo.
-Claro, todo por tu culpa, te dije hazlo con cuidado, lentamente pero no escuchas, siempre haces lo que quieres, por eso eres mi amigo leen- Decía riendo levemente al final con una sonrisa estúpida en su labios.
-La próxima no lo harán, robe esto- Decía mostrando una extraña runa, de un color un blanco brillante un poco plateado
- Creo que esto es lo que buscábamos desde hace tiempo, recuerdas las leyendas del abuelo, el tesoro del rey dragón, el arma con mayor poder de nazarrat, lo encontré dentro del castillo real, junto a otra piedra pero esta era mas extraña, por el tiempo que teníamos agarre esta -
-Recuerdas que todas esas leyendas son mentiras, el murió engañándonos todo el tiempo, esto- Decía agarrando la gema con ira representaba en sus ojos-Esto es mentira- La lanzo lo mas lejos posible haciendo que esta al tocar el suelo se rompiera, pasaron unos minutos y todo estaba tranquilo pero de la nada en los escombros de esa roca una niebla un poco oscura se libera dirigiéndose hacia long a gran velocidad, leen logro darse cuenta de aquello, saltando frente a su hermano recibe el daño de la gema mientras ambos caen contra la pared detrás de ellos
-¡LEEN!- Decía mirando a su hermano desangrarse, este lo miraba con una sonrisa diciendo con el ultimo soplo de vida que le quedaba.
-Perdóname long, no podre seguir equivocándome mas -
-Cállate idiota, no digas eso, podrás equivocarte muchas mas veces, quieras o no, no me puedes abandonar leen, eres mi única familia lo único que me queda, por favor no me abandones hermano--Mi hermano mayor... Siento mucho no poder acompañarte mas- Decía mientras lagrimas brotaban de sus ojos - Eres una excelente persona long, se que seras grandes podrás superar esto solo- Colocaba su mano en el corazón su hermano, mientras lo mira con una leve sonrisa -Te amo tanto hermano, recuerda... Estaré contigo cada vez que te sientas solo- Sonreía mientras su hermano derramaba lagrimas de desesperación sobre su paralizado cuerpo.
-No digas nada leen, te voy a salvar, te lo prometo... Voy a hacerme mas fuerte y te rescatare del vació Kólasi y te traeré de vuelta conmigo- Apretaba con un poco de fuerza el cuerpo de su hermano menor, mientras veía como este perdía totalmente la vida.
- No seas tonto, nunca moriré si tu nunca me olvidas, pero no con lastima, sino con las cosas buenas que vivimos juntos, ahora te toca ser la mejor parte de ti... Hermano...- Decía este, con lagrimas en sus ojos, Cerrando sus ojos lentamente, sucumbiendo con una pequeña sonrisa en su rostro, Long rompe en llanto mientras detrás de este un extraño objeto flota de un color plateado, de este una extraña voz provenía, parecía una sola voz pero eran muchas voces en perfecta sincronía, brillando ardientemente se acercaba al joven de pelo peli negro, este solo observaba sin hacer nada, estando justo frente a los ojos del chico -Long, te damos la oportunidad de redimir tu pecado, te daremos el poder necesario para salvar el alma de , a cambio te tu hermano de la posesión total a cambio debes ayudarnos en nuestro destino-
-Lo que mas deseo- Decía el joven mientras se secaba la mirada. -Acepto, ¿que debo hacer?- El joven solo ascendió mientras alrededor de el un circulo de 16 sellos aparecía y frente a el 16 circulos vacios de diferentes colores aparecían y justo frente al el, el primer sello, un dragón de ojos dorados aparece diciendo lentamente. -Ahora seras parte de nosotros como nosotros parte de ti, desde ahora seras conocido como Long drakos el poderoso rey de la raza dragón-
Después de aquellas palabras el cuerpo del joven es rodeado de una esencia blanca, trasportandolo al punto oeste, comenzando con lo que seria la aventura mas grande de su vidas.
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Soul: El destino de un alma
FantasíaTodo depende de como vemos las cosas y no de como son en realidad. Mi vida fue toda una mentira, atrapado en un mundo lleno de sueños, creado por mi propia mente, muertes irreales y experiencias vacías son los que llenan mi memoria. ¿Quien soy yo?¿Q...