El hijo perdido de...

758 44 7
                                    

Todo iba de maravilla para nuestra protagonista. Había realizado en los últimos días un par de misiones que fueron exitosas.
Aquel equipo trabaja tan coordinadamente que fue requerido a la oficina del Hokage.

Himawari estaba algo confundida, no sabía si saludar a su padre como siempre lo hace o presentarse como Mirai se los indico, optó por no hacer nada y solo entrar a la oficina junto a su equipo a recibir indicaciones.

—Bienvenidos Genins— Saludo con una sonrisa de par en par, ver a su hija en un equipo lo llenaba de orgullo— De ahora en adelante se acostumbraran a ver está oficina, todos los días tendrán que venir a captar indicaciones. ¿Entendieron?

Todos asientieron serios. Salieron de la oficina exepto la Azebache.

—¿Pasa algo, Hima?— Preguntó el rubio sin poder evitar reír junto a ella.

—Tengo una pregunta ¿Aquí tengo que llamarte Naruto? ¿Hokage? ¿O puedo decirte papá?— Se acercó para sentarse en una de las sillas, poniéndose comoda.

—Buena pregunta Hima... Pero creo que lo más adecuado sería Hokage, pero solo cuando estemos aquí, enfrente de tus amigos ¿Okey?

—Me parece bien— Se paró y vio de reojo los documentos en el escritorio— Eso parece ser mucho trabajo... ¿Llegarás temprano?

—Haré lo posible, cariño. Tal vez con mi jutsu clones de sombre pueda acabar más rápido.

—¿Puedo ayudarte?— Naruto la vio confundido, sin saber qué responder— No tengo nada importante que hacer. Tal vez si te ayudo termines más rápido...

El rubio sintió su corazón encogerse— Sabes, ahora que lo mencionas no me vendría mal una mano.

Himawari sonrió de par en par— ¿Como debería comenzar?— Pregunto entusiasmada.

—Lee estos primero— Naruto le pasó un pequeño bonche— Los resumes y me dices de que hablan, después yo te diré si puedes sellarlos o no ¿Entendido? —La pequeña infante asintió y comenzó su labor.
Se esforzó tanto que habían terminado todo el papeleo justo antes de la cena. Naruto quedó impresionada— Buen trabajo, Himawari. ¡Lo hiciste perfecto!— Felicito a su hija mientras cerraba la oficina— Regresemos a casa, tu madre debe estar preocupada por ti.

<><><><><>><><><><><><><><><><><

Al día siguiente...

Les habian asignado una nueva mision de rango D que consistía en buscar los perritos de una señora feudal, los cachorros habian sido vistos por ultima vez en la aldea del sonido, era una mision facil pero cansada.

La única del equipo que tenía habilidades de rastreo era Himawari. Decidió entrar en lo profundo del bosque para seguir el rastro de un perro herido. Aún no podía dominar por completo su Byakugan solo se activaba un par de veces, por fortuna encontró al cachorro rápidamente y al tomarlo se percarto de que habia perdido el rumbo.
Mientras buscaba el camino de regreso sintio como si alguien la observara. Volteo por todas partes pero no habia nadie, hasta que decidio usar sus ojos. Trato de concentrarse y al segundo intento lo logró —¡Byakugan!

Entre las hojas de los arboles se encontraba un chico, observando cada movimiento de la azebache, como si de una presa se tratase—¿Estas perdida?— Pregunto friamente un chico pelinegro con puntas rojas.

—No...—Suspiro derrotada—Bueno, tal vez.

—Es muy peligroso que una niña como tu este sola en este bosque. ¿Cual es tu nombre?

—Me llamó Himawari y se cuidarme sola.
Soy una Genin ¿Vez? —Señalo la banda que se ubicaba en su cintura— La ojiazul hizo un puchero un tanto tierno.

—Si si lo que digas... ¿Quieres que te ayude o no? Eres de Konoha, por lo tanto no sabes andar por aquí.

—Si por favor, de todas maneras ya no me queda chakra para encontrar el camino de regreso...

Suka sonrió victorioso. De un salto bajo de aquel arbol, y hizo una seña para que lo siguiera.
Mientras caminaban Hima lo miraba de reojo y pudo percartarse de que no poseia ninguna banda. Decidida, rompio aquel silencio— ¿Eres ninja? Y de ser así ¿Por que no tienes la banda de tu aldea?— Pregunto Hima inocentemente mientras buscaban el sendero.

—¡Claro que soy un ninja! Y sobre la banda...—El joven busco una respuesta coherente— Mi madre dice que no la necesito, son inútiles.
En el pasado la banda era razón para que te mataran.

Hima decidió cambiar de tema, ya que no quería caerle mal— ¿Que rango eres?—Se puso delante de él mientras seguía caminando.

—Veo que eres muy preguntona— Dijo con evidente fastidio.

La joven ninja se sonrojo por la verguenza—Perdon si te incomode, no quize hacerlo... solo quería saber si

—Solo bromeaba— Solto una risilla y cuando dejo de reír, a lo lejos pudo oír como gritaban el nombre de la perdida. Además de que logró sentir la presencia de cierta mujer peliroja—Bueno, creo que te llaman, aqui te dejo.

—Espera—Lo tomo de la muñeca con gentileza-—¿Al menos puedo saber tu nombre?

—¿Para que quieres mi nombre?— Por un momento pensó que aquella niña podría ser una espía.

—¡Me gusta hacer amigos!—Sonrió con genuina simpleza, por lo cual el peli negro decidió confiar en ella.

—Uchiha Suka—Dicho eso salto y desaparecio por los arboles.

—...¿Uchiha?...—Levanto una ceja sorprendida por su apellido, estaba segura que lo había oído en alguna parte... Alzó los hombros restándole importancia.

Himawari Y Las Cadenas De DiamantinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora