Las muertes se repiten

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   Cuando llegué y entré en el laboratorio lo primero que hice fue buscar al bueno de Bogdan por toda la estancia, sin hallarlo. En su lugar me encontré con una muchacha que apenas, según pude observar, sobrepasaba los veinte o veintiún años. Aquello me sorprendió mucho, no por la muchacha, que podía ser una estudiante en practicas, sino que, no estuviera mi buen amigo Bogdan esperándome, sabía lo ansioso que estaba por verme.

— Perdone — se dirigió a mi la jovencita —, no puede estar usted aquí...

Le puse mi credencial entre sus dos grandes y negros ojos mientras le decía; Soy Gabriel, jefe del laboratorio ¿y tú, quién eres?

— Perdone señor... es que al verle con ese montón de papeles en la mano me pensé que era usted el becario que se había equivocado de planta.

Había un deje de ironía y burla en su voz que no me pasó desapercibido, lo que me hizo sospechar que sabía más de mi que lo que me decía.

— ¿Y mi ayudante Bogdan? — la corté en seco, no tenía ganas de seguirla la corriente, Matías me había amargado el día.

— El señor Bogdan hace mes y medio que nos abandonó, señor.

— ¡Qué dices! — salté sobresaltado — ¿Mi amigo Bogdan... está muerto?

— ¡No! No señor, que se fue, se marchó, vaya que nos dejó... que... — la chica cada vez parecía más nerviosa.

— Perdone, señor, que no me explico bien, quería decir que el señor Bogdan, decidió marcharse a su país, se fue con su amigo y camarada de la universidad, Javier Haro, quien le había ofrecido hacerse cargo de los laboratorios de genética forense de Moscú, donde el señor Javier Haro ostenta un importante cargo.

Aquello me estaba sonando ya a"chino" ¿Bogdan, el Bogdan que yo conocía... jefe de un laboratorio de genética y, encima en Moscú? ¡imposible! Esta muchacha me estaba tomando el pelo. — pensé que, Matías, me debía un montón de explicaciones.

Mi buen amigo Bogdan no estaba allí así que, como aún me quedaban un par de días por disfrutar de mis vacaciones, me largué de allí sin decir ni adiós.

Por supuesto no pude ver la cara maliciosa ni el modo en que le brillaron los ojos a la muchacha al verme salir (de quién ni supe ni quise saber su nombre).

Lo sé, lo sé, culpa mía...

Ya en casa (últimamente no tenía muchas ganas de cachondeo). Tenía frente a mi el abultado dossier que me dio el bueno de Matías, lo abría al azar y, allí estaba «Dosier nº2: Segunda víctima conocida: Doña Francisca Pilar Subirach, viuda de 79 años, no se le conocen parientes vivos ni nadie reclama su cadáver. Encontrada muerta bajo el Puente de la Concepción, a la altura del parque, "Don Agustín González". Según autopsia, fue aparentemente empujada por una persona fuerte y de una altura aproximada de 18 metros, (por la altura de las marcas que le quedaron en la espalda a la anciana). Muerte probable; múltiples lesiones por traumatismo craneal, desgarros cutáneos, estallido de cavilares, roturas capsulares, fracturas cerradas y expuestas y hemorragias internas y externas. Hora probable de la muerte: Las 16:30 h. De la tarde del día (16/03/11)

Informe policial: "Al no haber testigos y no poder cotejar las marcas halladas en la espalda de la anciana con la de ningún sospechoso, se da el caso por cerrado." (A la espera de alguna pista o información para poder proseguir con las investigaciones). Única correlación entre los dos casos anteriores; vivir en el mismo barrio ―». Todo exactamente igual, salvo el nombre y apellidos de la víctima, (Doña Federica Palomares Soria ), por lo demás lógico pues ni fue víctima mía ni por supuesto su nombre era real y la susodicha señora seguía vivita y coleando, eso sí, ya jubilada con todo merecimiento. Todos los demás informes, cuatro, habían sido (supuestamente) víctimas mías.

«Víctima, mujer de unos 33 años, encontrada en los retretes de un "pub" en la zona de San Gregorio. Hecha la autopsia, revela que tuvo sexo consentido y que murió por fractura violenta de los huesos del cuello. Los llamados "huesos cervicales" causa probable Muerte instantánea por falta de oxígeno al cerebro. Hora aproximada de la muerte: Las 3:56 h. Del día (17/04/12).La misma hora y fecha pero, de distinto año». Incluso su primera víctima era casi idéntica «Celeste Federica Suñiz. De 53 años. Natural de Salamanca. Tampoco se la conocían parientes cercanos "tampoco la reclamó ni se llegaron a identificarla". La encontraron muerta al cabo de tres días por amiga que la ayudaba y que le hacía la limpieza de la casa cada quince días. La misma causa de la muerte, según la autopsia: Muerte por apuñalamiento a la altura del vientre, con un cuchillo muy bien afilado y hoja muy larga y fina. Probablemente un cuchillo jamonero que se halló (limpio y sin huellas en la cocina de la propia vivienda). Sin duda el sujeto en cuestión... se había leído mi primer libro muy bien. El dossier no acababa ahí, la verdad es que me tuvo toda la noche de cabeza leyendo todo lo que hasta ese momento había logrado averiguar mi buen amigo el Capitán Matías y, os puedo asegurar que daba más miedo que yo.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2016 ⏰

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Gabriel, un asesino sin serie 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora