El final que da comienzo.
»«
Runaan; continente de Waterland, isla de Valoran.
-Hermano, -detengo mi brazo y lo bajo, dejando que la punta de la espada de juguete toque la moqueta roja del suelo. Él me mira deseoso de saber lo que le quiero decir. -quiero ser un pirata.
-Deja de decir tonterías, Hera. -golpea con suavidad mi cabeza con su espada.
-No es ninguna tontería, lo he estado pensando con seriedad y creo que soy mayor para decidir mi futuro. -le dije con un tono serio muy poco natural en mí. Dejó su espada en el suelo y se acercó a mi.
-Te lo digo enserio, si padre te llega a escuchar diciendo eso te meterás en problemas. -me agarró por los hombros. -Deja de decir esas cosas.
-Sé que tú también quieres serlo. -sus ojos se abrieron. -Sólo irás a la marina porque es lo más cercano a ser un pirata. -tenía la boca abierta, había dado en todo el clavo.
-¿Y si eso es cierto, qué? No podemos irnos y si nos vamos tendremos a toda la Brigada 13 detrás nuestra. Ya sabes lo que eso significa si nos pillan. -hizo una mueca de dolor. Cerró sus ojos unos segundos, apretándolos con fuerza y luego los volvió a abrir.
-No me importa. -dije con tranquilidad. -Buscaré un plan para irnos sin que se den cuenta. -sonreí de lado. Ken, me soltó de los hombros y volvió a tomar su espada, se la colocó en el hombro.
-Estás loca. -me dijo.
-Loca de deseo por navegar. -el rió y volvió a golpear mi cabeza, pero esta vez más fuerte. -No deberías haber hecho eso. -le miré intimidante y agarré mi espada.
Nos pusimos a jugar como siempre hacíamos, deseosos de olvidar la mala situación de fuera de mis cuatro paredes.
Mi propuesta de marcharnos era totalmente cierta, quería irme de aquí y poder ser libre. Tal vez lo único que me retenía aquí era mi madre y seguramente lo único que retenía a mi hermano también.
Pasaron los días y las cosas iban de mal en peor. Mi padre nos echó fuera de casa durante un tiempo. Ken y yo fuimos a pasear por la isla de Valoran.
Estuvimos caminando hacia el centro del pueblo y vimos a una multitud de gente rodeando lo que era la horca, aunque no la podíamos ver. Mi hermano y yo nos miramos.
-¿Un pirata? -le pregunté.
-Seguramente. -me respondió.
Los dos nos acercamos rápidamente, nos metimos en la multitud intentando alcanzar la primera fila.
No nos gustaba ver a aquellos hombres morir, lo que realmente queríamos ver era a los piratas que pasaban por ahí. Ver a un verdadero pirata en persona, era algo indescriptible para mi.
Cuando llegamos lo vimos encima de la pequeña y elevada base de madera. De pie, con las manos y los pies atados y con un saco en la cabeza. Su ropa estaba bastante sucia, su camiseta era amarillenta, manchada con la arena y mojada por el mar. Sus pantalones azules oscuros como el agua en la noche y sus botas negras como el largo pelo que caía en sus hombros.
Cuando le quitaron el saco al hombre miró a los presentes con una sonrisa y le reconocí, era el Capitán Shanks, un famoso y peligroso pirata de Sherador.
-Es el Capitán Shanks. -informé a mi hermano sin quitar la mirada de aquel hombre. Mi hermano no me respondió, también estaba pendiente de él.
ESTÁS LEYENDO
La Tierra de Runaan.
AdventureNací en el continente de Waterland, en una isla al este, llamada Valoran. La isla más temida por los piratas en toda Runaan. Mucho de los grandes piratas han sido asesinados aquí, en esta pequeña isla. Procedo de una familia adinerada. Los Losey. Mi...