El primer amanecer.
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Runaan; alta mar, océano de Waterseven.
-Y hablando de Cark. -paró de reír Shanks. -¿Sabes donde está, no?
-Si, sé de geografía, me conozco todos los lugares del mundo, también sé astrología, la suficiente para no perderme en el mar y guiarme con facilidad.
-¿Sabes técnica de pelea? -me miró curioso.
-Creo que me puedo defender.
-¿De veras? -preguntó con una sonrisa ladeada y coqueta.
-Si. -insistí mientras veía como se levantaba del sillón y comenzaba a caminar por mi lado izquierdo hacia la parte de atrás de mi asiento, yo mantuve la cabeza quieta y le seguí con la mirada hasta donde pude.
-Espero que me enseñes tu habilidad con la espada, pequeña Hera. -susurro en mi oído izquierdo.
Me sonrojé levemente por la cercanía de Shanks, pero mantuve mi rostro serio. Realmente era un chico bastante atractivo.
Agarró mi sombrero que estaba en una mesa a mi lado derecho y me lo colocó.
-Pero me temo que será en otra ocasión. -se separó de mi y fue hacia la puerta. -Cualquier duda sobre el mundo pirata, ya sabes donde estoy. -quitó el pestillo de la puerta y la abrió.
Me levanté con el ceño fruncido y caminé hasta la puerta. Salí del despacho.
-Lavoie. -me llamó Shanks. Mantuve mi recta postura y no me moví. -Ve a ayudar con las velas, pero antes dile a Khuzu que comience con el desayuno. Hoy será antes de tiempo.
Sin asentir, y sin decir nada continué andando. Escuché la puerta cerrarse detrás de mi. Caminé hasta donde estaba mi hermano, después de todo le necesitaba. Llegué a su lado y me acerqué a él.
-Dile a Khuzu de mi parte que adelante el desayuno y vaya a prepararlo, órdenes del capitán.
-Bien, toma. -me dio una cuerda y la agarré.
Mi hermano se alejó hacia la tumbona donde estaba Khuzu y yo continué arriando la vela.
Finalmente terminé al completo con la vela y até la cuerda a un poste de madera. Metí una mano por debajo de la tela de mi sombrero y me sequé la frente. Estaba toda sudada, esta vela era resistente y teniendo en cuenta mi vida anterior era totalmente normal estar así.
Miré hacia el cielo era una noche oscura pero estaría apunto de amanecer. Estaba cansada, había sido un día demasiado movido. Una voz me sacó de mis pensamientos.
-H.Lavoie. -me giré para verle, era Howell. -¿Te puedo llamar simplemente H? -asentí.
Miré el timón no tenía supervisión.
-No te preocupes. -dijo volviendo a captar mi atención. -Se ve que nunca has estado en un barco de este estilo. Normal, estarás acostumbrado a barcos de mayor envergadura, donde el timón nunca está solo. -hizo una pequeña pausa. -Aquí, como somos pocos en el barco si es trazo recto me puedo tomar un descanso. -sonrió con amabilidad.
Le devolví la sonrisa, aunque no la pudo ver.
-Si te aburro sólo tienes que empujarme lejos. -rió. -Eso es lo que hace mi hermano Haley cuando no paro de hablar, que suele ser... -se llevó su mano al mentón. -siempre. -se rascó la nuca mientras sonreía.
Se le veía un chico muy amable y hablador, me encantaría poder tener una buena conversación con él, pero no puedo, por lo que simplemente le escucharé.
-Pronto va a amanecer. -volvió a hablar. -¿Alguna vez has visto un amanecer? -me preguntó mirando hacia el horizonte. -Yo si, siempre que puedo los observo, son preciosos. -desvió su vista hacia mí.
Negué con la cabeza. Era verdad, nunca había visto un amanecer. Nunca salía de mi casa a la hora correcta para verlo.
-¿Nunca? -afirmé con mi cabeza. -Pues tendrás suerte, hoy será el primero que veas. -tenía una gran sonrisa en su boca. -Aunque con la tela lo verás de colores oscuros. Puedes quitartela si quieres. -negué automáticamente. -Eres un hombre muy misterioro, ¿eh?. -volvió a mirar al horizonte. -Como es tu primera vez, hagamos un trato. -le miré con curiosidad. -Yo me pierdo este amanecer, es decir, me giro para que lo puedas ver y quitarte la tela y me pongo delante para que nadie que salga por la puerta te vea y tu me hablas, aunque sea una sola palabra. -negué. No me podía arriesgar. -Venga, es un buen trato. -me miró suplicante.
Saqué rápidamente una espada y le apunté al cuello. Howell se sorprendió y rió con nerviosismo.
-Va-Vale. -tartamudeó. -Tampoco es para ponerse así. -alzó sus brazos en señal de derrota y guardé mi espada, giré mi cabeza hacia el horizonte, donde pronto iba a amanecer.
Howell se quedó a mi lado, en silencio, mirando hacia el horizonte, como yo, algo sobresaltado por mi reacción, pero no puedo ser benevolente, tengo que empezar a hacerme respetar y estaba dispuesta hacerlo por el camino de la violencia, sino, ¿qué gracia tendría ser pirata? Sonreí de lado sin darme cuenta y cuando volví a la realidad el sol comenzó a salir, con sus brillantes colores que para mi, eran oscuros, nunca había visto algo tan bello.
Tan pronto como comenzó, terminó. Escuchamos un fuerte sonido, procedente de la puerta por donde hace una hora aproximadamente Haley se había ido. Howell se sobresaltó y los dos miramos a quien la había abierto. Era mi hermano.
Ken, se acercó a nosotros.
-Hora del desayuno. -los dos asentimos y Howell fue directo a donde anteriormente había salido mi hermano.
-¿No vas? -me preguntó cuando ya estábamos solos.
-¿Y tú? -le respondí.
-Tengo que avisar a Shanks, el capitán, joder. -apretó los dientes. -Siempre me confundo. -reí.
-Te acompaño.
Los dos pusimos marcha a la dirección opuesta a donde estaba el comedor. Mi hermano llamó a la puerta y al poco tiempo salió Shanks.
-Desayuno. -dijo mi hermano en cuanto se asomó por la puerta.
Shanks agarró su sombrero y se lo puso y los tres fuimos de camino al comedor. Cuando entramos los tres hermanos estaban sentados en una mesa, con cuatro sillas más, vacías. Khuzu estaba detrás de una barra, donde era la mini cocina y detrás de él había una puerta, la despensa. Al fondo de la habitación habían dos puertas y una trampilla en una de las esquinas. No busqué nada más por la habitación.
Khuzu llevó a la mesa una gran olla de metal y la dejo caer, dado un gran golpe, la abrió y salió mucho humo, olía realmente bien. Comenzó a servirnos a todos del grisáceo caldo que había en la olla en cuanto nos sentamos Shanks, mi hermano y yo. A mi lado izquierdo estaba Haley, enfrente de él un asiento vacío, donde iría Khuzu, enfrente mía estaba Howell, a mi derecha mi hermano y en frente de él Heimer y encabezando la mesa, obviamente, Shanks, nuestro capitán.
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La Tierra de Runaan.
AdventureNací en el continente de Waterland, en una isla al este, llamada Valoran. La isla más temida por los piratas en toda Runaan. Mucho de los grandes piratas han sido asesinados aquí, en esta pequeña isla. Procedo de una familia adinerada. Los Losey. Mi...