Falling | Jenlisa

Capítulo 3

Jennie se apresuró en llegar a la cafetería, no queria retrasarse y dejar a Irene plantada. Asomó su cabeza para buscarla hasta que la encontró. Estaba en la mesa del final, junto a la comida. Habia spaguettis, albondigas con tomate y lasaña, obviamente para elegir.

–¡Hola! Ya pensaba que no venias, me veía comiendo sola.

–No, tranquila. Es que ha ocurrido un pequeño percance pero iba a venir igual -dijo Jennie con una sonrisa mientras se acomodaba en su silla, enfrente de Irene.

–¿No será lo del puñetazo? -dijo Irene incorporandose.

–Sí... ¿Te has enterado? -dijo Jennie sorpendida.

–Pues claro. Literalmente es el tema de conversación del instituto. Que si Lisa ha pegado a Mark por una chica, la misteriosa chica. Así que eres tú eh, pillina. -le guiñó el ojo a Jennie haciendo que empezara a sonrojarse.

–Yo no... O sea si soy yo pero solo somos... amigas.

–Ey, me parece muy bien pero yo no te he acusado de nada, has sido tú solita. -comenzó a reirse mientras bebía de su cocacola que habia pedido antes de que Jennie llegara.

–Bueno... vamos a por comida ¿no? -dijo Jennie intentando cambiar de tema.

– Su su, vamos. -Irene rodó los ojos de forma graciosa.

Ambas volvieron con sus platos de comida. Irene llevaba spaguettis boloñesa y Lisa una lasaña de verduras. Empezaron a comer y continuaron la conversación.

Irene le estuvo contando que estudió en New York pero que por problemas familiares tuvo que venir a aquí, Seúl. Era una chica verdaderamente simpática, de estas personas que una vez que entra en tu vida no quieres que desaparezca. También le habló de sus amigos, de sus gustos musicales y en general, de todo un poco.

Mientras comian, dos chicas rubias pasaron cerca de la mesa de Jennie e Irene, y éstas dos ultimas no pudieron evitar escuchar que estaban hablando de Lisa. Jennie se puso tensa y siguió comiendo mientras miraba la lasaña fijamente.

–Dime la verdad, ¿no te gusta? A todo el mundo le gusta Lisa, es imposible que a ti no.

A Jennie le dio un poco de celos escuchar que a todo el mundo le gusta Lisa. Nunca habia sentido esa sensación, ni ella misma supo que eran celos, solo sentía incomodidad y un poco de rabia. Realmente ¿es eso cierto? pensó Jennie. Bueno, era la más popular, obviamente era cierto. Seguro que tiene a todo el mundo detras. Jennie volvió a recordar que ella era solo una pobre friki que jamas iba a permitirse estar con una persona como Lisa. Era demasiado para ella. Jennie agachó la cabeza, acto que vió Irene.

–Ey, tranquila, a mi no me gusta. Es toda tuya.

–No... No es nada mío. Además, yo no le gusto y no le voy a gustar nunca -dijo segura.

– ¿Cómo estás tan segura de eso? ¿que eres ahora, jennie la pitonisa? ¿multifacética? -Irene levantó su ceja de manera sugerente.

–No -dijo la castaña con burla-. pero a las personas como ella no le gusta la gente como yo.

–¿Entonces por qué una persona como ella se la ha jugado tanto pegando al cuarterback del equipo por una persona cómo tú? -esa pregunta dejó a Jennie pensando, e Irene lo habia notado. Irene sabia que a Jennie le gustaba Lisa y sin haber visto a Lisa estaba segura de poder afirmar que era reciproco. Ahora faltaba que ambas se den cuenta.

Irene volvió a hablar debido al silencio de Jennie.

–Jennie... No pasa nada si te gusta. El amor no es malo.