Capítulo 1 - Renacimiento

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Notas: Sé que tengo trabajo y actualizaciones, ¡pero hoy comienza el NieYao Week 2019! Y debo participar, sí o sí xd

Será una especie de long fic, creo. Cada día contará un nuevo capítulo con los prompts estipulados. ¡Ya lo tengo todo planeado, no se preocupen!

Lunes 1° día: AU Reencarnación.

¡Este es un regalo para mi hermana que adora a su OTP, espero que te guste!

Inefable Destino

Renacimiento

Choque de espadas; centelleante chispa de energía espiritual. Hay unos chillidos desgarradores romper el lóbrego silencio. Una voz conocida grita su nombre a la distancia con dolor y desesperación, exclama con fuerza, demostrando el quebranto de su intensa agonía. No percibe que él también grita, ni se percata que su rostro está bañado en lágrimas, limpiando el escarlata de sus heridas.

La zona donde estaba su brazo izquierdo comenzó a sentirse adormecida y la pérdida de sangre era un aliciente perfecto que invita al ensueño. Jin Guangyao ya no puede seguir luchando más. Todo por lo que ha vivido, tanto por lo que ha peleado, no es más que una efigie destruida gracias a la única persona en la que confió, y no dudó.

El destino era cruel y misterioso en su actuar.

Jin Guangyao exhaló un último suspiro, el vaho inconexo de su respiración reverberó en su pecho, y sosegado, todo se volvió eterna oscuridad.

¿Así sería su vida? Descender en la locura... ¿a causa de sus pecados cometidos?

Sus ojos se cierran y su cuerpo desaparece lentamente de la existencia. La muerte hiede a perpetuidad. Entonces... así es como termina todo.

¿No quieres vivir, A-Yao?

Orbes ámbar cobran vida con alarma. La oscuridad le saluda, socarrona, y no puede evitar exclamar—. ¡¿Quién es?!

¿No quieres vivir, A-Yao? Vivir... sin rencores y sin pensar, ¿cómo pudo ser?

—Yo-

¡Yo quiero vivir!

El deseo de su alma se manifestó con intensidad en una extraña luz cegadora, profanando sus sentidos, invadiendo su mirada. Su cuerpo comenzó a arder, a calentarse con mucha violencia. Un grito desgarrador resonó en la distancia y no se percató que era su propia voz gimiendo; pero esta era más baja, delicada y, ¿extraña?

De pronto una violenta desorientación le abrumó. Su cuerpo se desplomó —aunque no sabe si cayó o descendió—, golpeando una extraña estructura suave de lo que, a sus sentidos perturbados, podría parecer una cama.

Emitió un suave gemido, removiéndose y girando su cuerpo sobre la superficie ajena a sus emociones desconcertadas. Todo era ajeno para él. La luz cegadora aún le inhibía sus sentidos visuales, haciéndole que inevitablemente los ojos comiencen a llorarles, incontrolables, debido al ardor que pugnaba en estos. Parpadeó varias veces para tratar de enfocar su mirada. Tortuosos minutos después, las figuras difusas fueron adquiriendo matices más vivos, formas más estilizadas y no manchas de colores reflejándose en su mirada ámbar.

Intentó incorporarse, pero el mareo era fuerte. Las hebras castañas de su cabello cayeron alrededor de su rostro y las apartó, colocándola tras su oreja. Volvió a parpadear cuando una imagen horrible y absolutamente desconcertante le embargó.

No sabía dónde diablos estaba, y, de todas formas, ¿qué demonios era este lugar?

Jin Guangyao despertó sobre una cama, rodeado de una especie de aposento desconocido para él. Parecía ser una habitación privada envuelta en tonos de blanco y gris. Hay un gran ventanal a su costado izquierdo, el astro rey se refleja sobre su rostro calentándole el rictus de asombro, e indicándole que es de día.

Estaba situado sobre una gran cama para dos personas, o eso asumió Jin Guangyao. También hay un extraño ropero en la esquina, cerca de la ventana. Es grande, y parece contener más que simple vestimenta. Unas desconocidas telas de varios colores yacen desperdigas en el suelo de... ¿eso era un tapiz de color negro? Lo más impactante no era eso, sino la gran caja negra que está frente a él, reflejando su efigie.

No puede creer que está vivo. Aunque no sabe si eso es bueno o malo.

Con cuidado, se incorpora de donde estaba situado, camina hacia la caja negra con las piernas tambaleando. Pero aquel pensamiento queda relegado a segundo plano cuando la imagen que se dibuja sobre ese espejo negro le congela por completo, pasmándole.

Estaba desnudo, pero ese no era el problema.

El maldito problema era que donde debería haber un torso curtido, había dos grandes protuberancias que le saludaban burlonamente. ¡Dos grandes pechos! ¡Pechos de mujer!

Cruento horror se dibujó en su rostro cuando sus manos fueron a tocar esas cosas monstruosas que parecían estar adheridas a su cuerpo. ¡Eran reales! ¡Reales!

Con el miedo embargándole, más allá de la razón, su rostro se inclinó hacia adelante. Sus ojos pasaron, escaneando las cosas gigantescas en su pecho, un abdomen con un poco de grasa e imprecisos surcos blancos.

Eso... ¿son estrías? Oh por Dios, él tiene estrías. ¡Estrías!

Pero el espanto no se completó sino hasta cuando vio que, en aquel lugar de su intimidad, donde debería haber un orgulloso miembro masculino, se encontró con el aparato reproductor femenino. Comenzó a sudar frío, sintiendo como de pronto las ganas por volver a dormir, o matarse —de preferencia matarse—, le embargaba.

Todo perdió color a sus ojos brillosos, y se tambaleó. Desnudo, corrió hasta lo que él asumía que era la entrada de aquel recinto. Un extraño rectángulo blanco con un punto dorado le saludo. Jin Guangyao tocó varias veces, pero no pasó absolutamente nada. Con creciente temor sobre ese mundo desconocido, colocó su mano sobre la cosa redonda y dorada del rectángulo blanco, halándolo hacia su cuerpo.

Frunció el ceño, comenzando a sentirse molesto por los inverosímiles objetos que había en ese absurdo mundo.

Pasaron unos minutos, y decidió girarlo, notando cómo cedía a su movimiento oscilante. Triunfal, abrió la puerta, más extrañeza saludándole. Pero no se preocupó por eso, quería una maldita respuesta y no la iba a conseguir lamentándose por la pérdida de su querida anatomía masculina.

Desprovisto de tela alguna, corrió por los pasillos envueltos en blanco con dorado. Había retratos colgando de una familia compuesta de tres, pero no le prestó atención a eso. Jin Guangyao siguió corriendo hasta que la vista de lo que él asumió, era un salón principal —por los muebles ubicados al fondo—, le saludó.

Envuelto en momentánea locura, su cabeza giró en varias direcciones. ¿Qué mundo era ese? No había nada remotamente familiar en ese lugar que pudiera traerle sosiego a su corazón. ¡Qué está pasando!

—¿A-Yao...?

Jin Guangyao se congeló en su sitio. Esa voz... él jamás pensó que la volvería a escuchar. Con el horror plasmado en su rictus asustado, se giró, encontrándose con la figura imponente de Nie Mingjue, un vivo Nie Mingjue. La efigie de aquel hombre que asesinó, desmembrándolo, le saluda con burla y desdén.

Un vivo Nie Mingjue le observa con preocupación. Alto, fornido, envuelto en una escandalosa vestimenta que parece ser demasiado reveladora para su gusto... y un extraño cabello corto; salvo el desconcierto de aquel mundo, era Nie Mingjue, viéndole con demasiada familiaridad, demasiada confianza.

—¿Estás bien, A-Yao? —volvió a inquirir, pero sus ojos oscuros contemplaron su cuerpo desnudo. Recién en ese momento Jin Guangyao conoció la vergüenza de verse expuesto. Se sonrojó y Nie Mingjue le sonrió con una escalofriante mueca de lubricidad—. A-Yao... si querías repetir, debiste llamarme, pero no salir así. Recuerda que la última vez Song-er nos vio, se traumatizó y no nos habló por una semana.

La mente de Jin Guangyao se rompió.

¿Qué?

Y él hizo lo que todo caballero honorable hace: se desmayó.

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Notas: ¡Espero que les haya gustado!

Sí, Jin Guangyao es mujer aquí, sí, está casada con Nie Mingjue y sí, tienen un hermoso y hijo y no, no es OC, gracias a Dios xd

Inefable DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora