Capítulo 6 - Comienzo

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Resumen: el destino era misterioso... Jin Guangyao no podía comprenderlo, sólo seguirlo.

Notas: ¡hola! Nueva actualización y final. Espero de corazón que les guste.

Day 6: Family, Purple.

Inefable Destino

Comienzo

Jin Guangyao pronto comprendió por qué la cultivación era imprescindible en el paso del tiempo. Cuando menos se lo esperó, ya había pasado una semana. El viernes se elevaba con parsimonia burlona, recordándole que hacía muy poco, había arribado a ese mundo, y que, en ese breve transcurrir, la rutina había actuado de tal forma, que ya podía desenvolverse, casi, como la mujer Meng Yao de la que Nie Mingjue se "enamoró".

Casi, era una palabra poderosa. El "casi", era la diferencia entre la mujer Meng Yao y la esencia que compone a Jin Guangyao.

Ataviado en un bonito vestido veraniego de tirantes cuyo color blanco aperlado brillaba, acentuando las peonías púrpuras esbozadas, Jin Guangyao salió del apartamento colgado del brazo de Nie Mingjue. La semana transcurrida, le había dotado de suficiente conocimiento como para acostumbrarse lentamente a la idea de que su vida estaría atada toda la eternidad al hombre que ha estado llenándole de atención deferente los días anteriores.

Nie Mingjue parece que también fue así con la mujer Meng Yao: llenarle con presentes o decirle lo hermosa que estaba en ese instante, simplemente porque sí, porque le nacía decirlo, calor del momento. Era extraño, la forma en cómo las personas a su alrededor parecían cambiar cuando su género también fue modificado. La manera en cómo el destino jugaba con las actitudes de los demás cuando no había un "villano" alrededor que antagonizara los hechos o las circunstancias.

Jin Guangyao no puede evitar preguntarse si Nie Mingjue pudo haber tenido una mujer a su lado mucho más adecuada, una compañera de vida que realmente lo amara, venerándolo por su forma de tratarla.

Bueno, era una lástima que nunca pudiera tener una respuesta a eso. No es como si le importara.

Las atenciones ofrecidas por Nie Mingjue fueron extendiéndose a medida que cambiaba su personalidad y comenzaba a tratar más a su esposo como una persona y no como un salva vidas. Sin embargo, no le resultaba agradable tener que fingir todo el tiempo; mantener el apetito sexual insaciable, comportarse como una debida esposa solícita sin tener que asesinarlo en el proceso.

Aunque, con la parte del sexo quizás ya se acostumbró.

El sonido de un motor arrancó, sacándolo de sus pensamientos. Sentado en el lado del copiloto con Nie Mingjue comenzando a conducir a su costado, Jin Guangyao se perdió una vez más en sus elucubraciones mientras miraba el paisaje por la ventana de aquel automóvil negro, cuyo nombre si mal no recordaba, era Camaro del 69; clásico de clásicos, según Nie Mingjue.

En sus meditaciones, unas más avarientas que otras, Jin Guangyao notó lo sencillo que fue acostumbrarse a su nuevo estilo de vida cuando no pesaba sobre sí, el latente sentir de una guerra o la aprobación de un padre que no sentía el más mínimo sentimiento sobre su persona.

No había expectativas para este Jin Guangyao.

Sólo la admiración de un hijo en crecimiento.

El sentimiento se sentía correcto. Como si finalmente supiera donde debería estar.

Era como si eso que estaba viviendo era todo lo que necesitaba, pero en ningún momento fue capaz de discernirlo.

Las escenas que se esbozaba frente a sus ojos ambarinos fueron desdibujándose con medida velocidad. Jin Guangyao accionó una palanca a su costado derecho y la ventana del automóvil fue bajándose al son de sus movimientos. La brisa cálida del mediodía le besó la mejilla, meciendo su larga cabellera castaña. Cerró los ojos, disfrutando del momento, inevitablemente su mente rememoró el sentimiento que le embargó en aquel momento cuando voló por primera vez sobre su espada.

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